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Por José Natanson  Hasta 1989, los
dirigentes políticos sólo aceptaban concurrir a la televisión para participar de los
programas estrictamente periodísticos. Pero en la campaña que disputó con Eduardo
Angeloz, Carlos Menem inició una tradición, la de mostrarse en los ciclos de la
farándula, que pronto fue imitada por el resto de los integrantes de la clase política
vernácula. Es que estos programas suelen alcanzar niveles de rating que los
periodísticos sólo pueden soñar. Ayer, Fernando de la Rúa estuvo, junto a su mujer, su
hija y su nieta –dando la imagen familiar perfecta para millones de
telespectadores–, en el escenario mayor del entretenimiento mediático argentino: el
programa de Susana Giménez.Quizá para no descuidar el rating, los productores limitaron la participación del candidato radical a un único bloque. Antes de introducir a De la Rúa, la conductora felicitó por su casamiento a la actriz Romina Yan, presentó las “perlitas” de la semana y realizó una serie de llamados y sorteos, todo esto mezclado con una abundante cantidad de chivos. También se pudo ver al mago Emanuel clavarle una espada a una mujer. Después de tres tandas publicitarias, Susana presentó al jefe de gobierno porteño. La aparición de De la Rúa en la pantalla de Telefé fue la última de un raid de entrevistas que el candidato radical efectuó a lo largo de la última semana. Además, la presencia del titular de la UCR tuvo un plus: por primera vez en lo que va de la campaña, estuvo en televisión acompañado de su mujer, Inés Pertiné, su hija Agustina y su nieta Sol. “He traído mis mujeres”, aclaró De la Rúa apenas ingresó al estudio. La entrevista giró, entonces, en torno de la familia y de cómo impacta en los parientes más cercanos la campaña por la interna de la Alianza del próximo domingo. “La familia es lo más lindo, porque lo despeja a uno de las tensiones del día”, dijo el candidato radical. “Es un refugio y además es el sostén más importante”, agregó. Cuando Susana lo consultó sobre las dificultades de estar casada con un político, Inés Pertiné explicó: “En los últimos días uno se pone un poco nervioso y llama a los parientes para buscar apoyo. Pero la verdad es que llevo muchos años acompañándolo en campañas, desde que nos casamos, así que estoy bastante acostumbrada”. La mujer del candidato también se ocupó de ventilar algunas intimidades de su marido. “Es cariñoso y tiene buen humor. Le gusta estar en casa con gente. Cuando lo conocí, cocinaba seguido. Pero ahora no.” Como era de esperar, el jefe de gobierno porteño aprovechó la inivitación de Susana para pasar su mensaje de campaña. “Tengo mucha confianza en que voy a ganar, siento la esperanza, las ganas de un cambio. Son muchos años de trabajar por el país y creo que llegó la hora de volcar toda esa experiencia al servicio de la gente”, dijo De la Rúa, quien luego se manifestó confiado en que triunfará en 1999 “porque la Alianza va a estar unida e integrada para ir hacia adelante. Hay que resolver dos cuestiones básicas: la pobreza y el trabajo”. Fuentes del delarruismo que presenciaron el programa evaluaron en los siguientes términos la presencia del candidato radical en los estudios de Telefé. “Estas entrevistas son importantes. No sólo por el rating, sino también porque sirven para desacartonar un poco el discurso y mostrar otro costado, más familiar. Hay que tener en cuenta que el voto no es totalmente racional, también tiene es emotivo.”
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