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Los médicos dijeron que Massera
estaba bien, pero lo internaron

Por la mañana los estudios médicos le salieron bien. Pero a  la tarde, acusaron una descompensación cardíaca y lo internaron en el Hospital Naval.

El jueves había trotado y ayer a la mañana estaba cero kilómetro.
Pero a la tarde se sintió mal y lo mandaron al Naval, con sus camaradas.

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Por Adriana Meyer

t.gif (67 bytes) El dictador Emilio Massera sufrió una descompensación a causa de la arritmia que padece y fue trasladado desde la Unidad de Gendarmería en Campo de Mayo –donde estaba detenido desde el martes pasado, acusado de ser partícipe necesario de la apropiación del hijo de los desaparecidos Cecilia Viñas y Hugo Penino– hasta el Hospital Naval, en donde quedó internado. Massera había sido revisado ayer a la mañana por los médicos de Campo de Mayo quienes constataron que se encontraba bien de salud.
“Le bajó la presión y tuvo una arritmia. Yo desconozco si sale a correr o no, lo que puedo decir es que ayer (por el jueves) a las 16.30 recibí una información de Gendarmería de que se había descompuesto”, dijo la jueza de la causa, María Servini de Cubría, a Página/12. “Hoy (por ayer) se volvió a descomponer y los médicos forenses me avisaron que había que internarlo. Les pregunté si no podían atenderlo allí y me respondieron que no. Por eso ahora está en el Naval”, relató la magistrada. Massera seguirá custodiado por la Gendarmería mientras permanezca en ese centro asistencial.
Los dictadores Jorge Videla y Emilio Massera serán los presos mayores de 70 años más privilegiados. Aunque todavía no tomó la decisión, Servini de Cubría dio a entender que está dispuesta a convertir en arresto domiciliario la detención que le impuso al ex almirante. La magistrada afirmó que “por la ley le corresponde” el beneficio, pero aún no sabe cuándo tomará esa decisión. Servini tomó como ejemplo la resolución de la Cámara Federal de San Martín que le permitió a Videla cumplir la detención en su departamento de Belgrano. Antes de conocerse la internación del Almirante Cero, la jueza había sugerido que lo iba a autorizar a ir al hospital en vez de a su casa.
Mientras Servini considera que no tiene plazos para resolver esta situación, y mencionó que los exámenes psicológicos tardarán más tiempo, el abogado de Massera, Miguel Arce Aggeo, aseguró que “los plazos procesales están vencidos” y que “a más tardar el próximo lunes debe resolver nuestro pedido”. El letrado precisó que ya se presentaron los certificados médicos del Hospital Naval, donde consta que Massera sufre de una “arritmia cardíaca”. Arce Aggeo solicitó que al dictador se le permita permanecer “detenido” en una quinta de la localidad de Pacheco. El abogado desmintió que su defendido piense suicidarse, pero en la Unidad de Gendarmería en Campo de Mayo hay dos guardias que lo vigilan durante todo el día. Si Massera se recupera “no sería necesario postergar la declaración del 3 de diciembre ante Adolfo Bagnasco”, aseguró.
Los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers recomendaron una serie de medidas. Massera deberá acreditar fehacientemente su edad y estado de salud, y las condiciones de seguridad que tendrá el domicilio en el que eventualmente será alojado, además de ser sometido a estudios sociales y psicológicos. Comparatore y Evers recordaron que el artículo 11 de la Ley de Penitenciaria Nacional establece que esa norma –que contempla el arresto domiciliario– es aplicable a los procesados “siempre que no se contradiga el principio de inocencia y resulte más favorable y útil para resguardar su personalidad”. Sin embargo, la mención expresa de la palabra “condenado” en el artículo 33 tiene el sentido de excluir la aplicación del beneficio a los procesados. La abogada que impulsa la causa contra Massera, Alcira Ríos, manifestó que “la condición de la presunción de inocencia no les corresponde ni a Videla ni a Massera”.
El criminólogo Elías Neuman aseguró a Página/12 que tanto la Ley Penitenciaria como el Código de Procedimiento –en su artículo 495– son de aplicación para los condenados. Pero reconoció que la selectividad del sistema hace que “el pez grande rompa la red de la Justicia” y se apliquen esas leyes por analogía, es decir, se extiende su aplicación a los procesados, asimilándolos a los condenados. De todos modos, Neuman sostuvoque la finalidad de una pena es la readaptación y “a estos genocidas es imposible readaptarlos”. Este especialista aportó un dato: a algunos presos enfermos de sida se les concede el beneficio del arresto domiciliario.

 

Veto para los maestros

“No voy a jugar con los recursos del Estado para beneficiar a unos pocos”, dijo el presidente Carlos Menem durante un acto en el Museo del Carruaje de Quilmes. Horas más tarde, Economía elevó a la jefatura de Gabinete el proyecto de veto de los artículos 11 y 20 del Fondo de Incentivo Salarial Docente. En este contexto, las palabras de Menem se interpretaron como un respaldo al titular de Hacienda, Roque Fernández, quien viene militando desde la sanción de la ley por el veto de la garantía del Tesoro para el piso de 700 millones de pesos. En Educación prefieren esperar sin especular. “El Presidente fue el que impulsó la idea del aumento a los maestros con una solicitada, es decir que estuvo de acuerdo con una recomposición sectorial”, repetían en el entorno de la ministra de Educación, Susana Decibe, quien regresa hoy de una reunión de la Organización de Estados Iberoamericanos en Chile. Entre las voces que se alzaron a favor del veto se escucharon ayer las empresas de transporte de carga –terrestre, fluvial y marítima–, aéreas y de autotransporte de pasajeros. Los empresarios pidieron que se desafecte del impuesto que varía entre el 1 y el 1,5 por ciento a los “transportes de cargas y de pasajeros porque son herramientas de trabajo”.

 

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