Un experto analiza el
fallo de los lores
Temor solamente deben sentir los dictadores
Una
gran periodista inglesa Isabel Hilton, de The Guardian descubrió que el 25 de
noviembre cumplían años ella misma, Lope de Vega y Augusto Pinochet. El último 25
Isabel escribió una nota deseándose happy birthday y deseándolo también para Lope. Era
un modo, dijo, de arruinarle el día a Pinochet. Lo consiguió: el 25 los lores se
pronunciaron contra el dictador y a favor de Fuenteovejuna. Más allá de la alegría
infinita por el arresto del tirano, ¿es un fallo a favor de los pueblos? ¿O será usado
contra ellos?
Página/12 planteó el tema a uno de los mayores especialistas mundiales en derechos
humanos, el argentino Leandro Despouy. Ex director de Derechos Humanos de la Cancillería
durante el gobierno de Raúl Alfonsín, Despouy armó el andamiaje internacional del
juicio a las juntas en 1985. Después, como experto de Naciones Unidas, cumplió varias
misiones para el secretario general, como la negociación de Haití. El viernes último
estaba en Nueva York, donde el 14 presentará un libro sobre la gobernabilidad en América
latina. Desde allí mantuvo una larga charla telefónica con este diario. El resultado,
ordenado contra toda superstición en trece preguntas, fue el siguiente.
1. ¿El fallo contra Pinochet es un caso de colonialismo ejercido desde el Primer Mundo?
Es un argumento falso. Las convenciones internacionales como la convención contra
la tortura democratizan el derecho internacional. No son útiles para amparar el
colonialismo: le ponen freno.
2. ¿Los lores produjeron una revolución jurídica?
Por supuesto, cualquier fallo es un precedente para otras situaciones similares.
Pero el fallo de los lores, mucho más que un precedente, es la confirmación de
precedentes ya recogidos y vigentes para el derecho internacional. Se ha subrayado muy
poco en los distintos análisis que los lores usaron como fundamento de su fallo las actas
del Tribunal de Nuremberg contra los criminales de guerra nazis, y las convenciones de
Ginebra de 1961, y tuvieron en cuenta el derecho internacional moderno de las últimas
tres décadas.
3. ¿Es un caso de snobismo a cargo de la nobleza británica?
No. Ya en las primeras actuaciones judiciales en el Reino Unido, el Comité contra
la Tortura de la ONU envió un comunicado a la Justicia británica en el que les decía
más o menos esto: su país firmó y es parte de una convención que establece que los
crímenes por los que se acusa a Pinochet son perseguibles y extraditables.
4. ¿Es peligrosa la aplicación futura de la interpretación que no concedió la
inmunidad a Pinochet?
Es absurdo pensar que será históricamente inmune una persona por el hecho de haber
sido funcionario. Si alguien coloca una bomba, podrá ser perseguido por el mundo entero.
Y apresado. Y nadie cuestionará la decisión de un juez de ponerlo preso. Pero si alguien
ordena aplicar sistemáticamente la tortura mientras está en el poder, es inadmisible que
cuando lo deje se beneficie con la inmunidad sólo por haber sido funcionario.
Afortunadamente el derecho internacional no admite ese beneficio. Y los lores no han hecho
otra cosa que aplicarlo. Los conservadores argentinos podrían hacer un curso de derecho
internacional con los lores británicos.
5. ¿No hay que superar la persona de Pinochet y concederle el beneficio de la inmunidad?
Pinochet torturó, mató y masacró gente en su país y fuera de su país. Lo hizo
en Chile, y también en los Estados Unidos con el caso de Orlando Letelier, en Italia con
Bernardo Leighton, en la Argentina con el general Carlos Prats, en Paraguay como parte de
la Operación Cóndor. Violó la inmunidad diplomática de embajadas, secuestrando gente
de representacionesen Chile. El gobierno de Austria lo acusa de haber ordenado el
secuestro de ciudadanos alojados en una representación diplomática cuando, después del
golpe del 11 de setiembre de 1973, fuerzas chilenas capturaron gente de la embajada de
Bulgaria en Santiago, que por la ruptura de relaciones entre los dos países había
quedado a cargo de Austria. ¿Quién violó históricamente la inmunidad? ¿España,
Inglaterra, Francia? ¿O Pinochet?
6. ¿No se está violando el principio de que la ley no debe ser retroactiva?
De acuerdo al derecho internacional, y por lo tanto interno, la no retroactividad
penal no se aplica para los crímenes que en el momento de cometerse tenían el carácter
de crímenes internacionales, como la tortura y el secuestro. Esto queda muy claro en el
Pacto de Derechos Civiles y Políticos, aprobado a comienzos de la democracia y convertido
en texto de rango constitucional en 1994.
7. ¿La actitud del gobierno argentino en el caso Pinochet se puede justificar como razón
de Estado?
Es incomprensible que el gobierno argentino haya jugado un rol activo en defensa de
la libertad de Pinochet. Debe tenerse en cuenta que la defensa que hicieron de Pinochet
los sectores más reaccionarios en Londres es un gesto de gratitud al comportamiento del
dictador en la guerra de las Malvinas. Yo preferiría que el gobierno argentino pregunte a
Margaret Thatcher por el papel de Pinochet en el hundimiento del Belgrano,
violando todas las resoluciones de la OEA contra la colaboración con un enemigo
extracontinental. Es importante saber cuántos muertos argentinos hay como derivado de esa
complicidad.
8. ¿Qué diferencia hay entre la detención de Pinochet y el secuestro de Noriega? ¿Qué
lo une al caso Eichmann?
Cuando Estados Unidos secuestró al general Noriega en Panamá, y recibió el
aplauso de los conservadores de América latina, incurrió en una situación de hecho, no
de derecho. El ejército tomó a alguien en su país y lo juzgó en otro. En el caso de
Pinochet hay un juez que pide y otro país que le da el derecho a examinar el caso. Cuando
Israel secuestró a Adolf Eichmann en Buenos Aires existió una violación del derecho
internacional, pero al mismo tiempo había una base concreta de consenso mundial. Todos
aprobaban la necesidad de juzgar los crímenes del nazismo.
9. ¿Es justificable la irritación de los políticos chilenos?
Esto que está pasando nos interpela a todos los que somos ciudadanos de países del
Cono Sur de América. Así como los argentinos aprendimos de la guerra de las Malvinas,
los chilenos tienen que saber muy bien que para el mundo Pinochet es un monstruo, y que
era irritante para la conciencia de hoy en día construir la democracia sobre la base de
la soberbia y la apología del crimen por parte del dictador. En la vida hay que pagar
precios. Las democracias no se construyen sobre flores. Cuando el gobierno de Alfonsín
resolvió juzgar a las juntas militares de la dictadura no fue una decisión fácil.
Todavía recuerdo que tuvimos que usar fondos reservados del Ministerio del Interior,
cuando estaba Antonio Tróccoli, para traer a los testigos internacionales que
colaborarían con el juicio, y que los servicios de inteligencia cuestionaban mis
relaciones con los juristas democráticos de todo el mundo que antes habían condenado a
la dictadura. ¿Estuvo bien juzgar? Por supuesto.
10. ¿El caso de Pinochet facilitaría la extradición de otros dictadores?
La extradición es un proceso muy complicado, que en cada caso regulan los convenios
entre países, en este caso entre la Argentina y España.
11. ¿No habría que condenar el fallo de los lores como injerencia en los asuntos
internos de otro país?
El mundo ha cambiado, y precisamente el cambio cultural y jurídico más importante
de este siglo ha sido la lucha por los derechos humanos. En la historia anterior de la
humanidad el Estado era el amo y señor de los derechos que reconocía a sus súbditos. Si
un Estado denunciaba a otro y le enrostraba violar las leyes internas, le respondían
acusándolo de injerencia en los asuntos internos. La gran transformación fue que el
individuo hoy puede llevar a su propio gobierno a una instancia internacional y lograr que
un tribunal internacional falle y le diga a su gobierno que tiene que obrar de otra
manera, que debe reconocer derechos y que hasta lo tiene que indemnizar. Ahora el
individuo es sujeto de derecho internacional. Por eso, temor sólo deben sentir los
dictadores.
12. ¿Es positiva la idea de un tribunal penal internacional?
Hacia allí va el mundo. Ya se constituyó, pero comenzará a regir hacia adelante y
para los países que lo hayan ratificado.
13. ¿No corre riesgos la estabilidad democrática chilena?
Hay gente convencida de que el caso Pinochet va a desestabilizar Chile y que, por
ejemplo, Ricardo Lagos ya perdió la posibilidad de ser presidente para un nuevo período
de la Concertación Democrática. Yo creo que no hay que ser tan inmediatistas. La
historia política no es la encuesta de un día. Habrá que ver cuál es el epílogo y
quién recupera positivamente este episodio, si la derecha pinochetista o el pueblo
chileno. Espero que los chilenos sepan aprender de esta experiencia y comprueben que el
mundo no les planteaba un problema nacional sino un problema de conciencia. |