Graciela va por la segunda
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Por José Natanson Con el primer café, los radicales escucharon de boca de sus socios que Graciela Fernández Meijide había aceptado presentarse como candidata a gobernadora. Y apoyaron de inmediato la decisión. La decisión relámpago sucedió anoche a las 20 en el Tortoni y duró sólo 20 minutos. Los dirigentes se encontraron mientras los militantes de ambas agrupaciones esperaban en vano algún anuncio, unos en el Comité Capital de la UCR, otros en el Hotel Castelar. La situación se destrabó de inmediato cuando los frepasistas reconocieron la derrota, no sólo en el total nacional, sino también en el distrito bonaerense, cuando los cómputos de la provincia ya arrojaban más de 15 puntos a favor de Fernando de la Rúa. En diálogo con Página/12, uno de los dirigentes de la UCR que participó del encuentro explicó el acuerdo en estos términos: --A nosotros nos conviene que la Alianza siga unida porque es la única manera de ganar en el '99. Fernando quiere que todo se resuelva lo más rápido posible. El radical añadió que, con el acuerdo para que sea Graciela la candidata a gobernadora, se resuelven "el 70 por ciento de los problemas del día después". Fuentes cercanas a Raúl Alfonsín confirmaron que el ex presidente planteó la necesidad de aceptar "automáticamente" la decisión del Frepaso y añadieron que "no podíamos dilatar el tema porque nos exponíamos al desgaste y a la posibilidad de que se inquieten las segundas líneas". Mientras los cinco operadores conversaban en el Tortoni, cronistas, militantes y curiosos se mezclaban en el interior del Comité de la UCR. Una vez que la versión sobre la decisión de Graciela comenzó a correr, Melchor Posse se encargó de despejar las últimas dudas. Acosado por los movileros, el intendente de San Isidro dijo: "Yo voy a respetar mi palabra. Dije que si la candidata a gobernadora era ella, iba a aceptar acompañarla y es eso lo que voy a hacer". En voz baja, los operadores de Posse sostuvieron que "la decisión del Cholo se explica por dos razones. Una ética: si anuncia que va a dar pelea pone en peligro la Alianza. Y otra estratégica: no puede largarse solo sin el apoyo alguno de los dos, Alfonsín y De la Rúa, y los dos están en contra". Los dirigentes del Frepaso esperaron durante varias horas en el tercer piso del Hotel Castelar alguna variación en la tendencia, sobre todo en el principal distrito electoral. Pero a las siete de la tarde, cuando la derrota ya era irreversible, los operadores frepasistas se comunicaron con sus socios y convinieron el encuentro. Rodolfo Rodil y Alberto Flamarique consensuaron con Chacho Alvarez y Fernández Meijide que la postura del Frepaso sería la de aceptar la candidatura de Graciela en la provincia y dilatar la definición sobre el nombre del vice. Al mismo tiempo, pero en el 5º piso del Comité Capital de la UCR, los radicales Rafael Pascual y Mario Brodersohn conversaban con De la Rúa los términos del mensaje que llevarían al encuentro del Tortoni, al que se sumó el senador Leopoldo Moreau. Pascual, quien es uno de los posibles candidatos a presidir la Cámara de Diputados, fue en nombre de De la Rúa, el ex secretario de Hacienda Brodersohn de Alfonsín, y Moreau tenía su café asegurado como único bonaerense. "Nada de quilombos. Graciela va a la provincia y yo le levanto la mano", fue la orden del candidato radical. Por eso, una vez reunidos y con las cifras en la mano, los socios coincidieron de inmediato y todo se resolvió en apenas veinte minutos. Por eso, cuando la plana mayor del Frepaso llegó al cuartel general de la UCR a las diez de la noche, los términos de la conferencia de prensa ya estaban convenidos. En la parte central del escenario, ante una barra de militantes radicales, se ubicaron los candidatos. Los acompañaban, entre otros, Alfonsín, Chacho, Rodolfo Terragno, Jesús Rodríguez, Darío Alessandro y Juan Pablo Cafiero. Primero habló Graciela. Después De la Rúa. Sobre el final, el radical le levantó la mano a la frepasista. Y cada uno se fue por su lado.
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