De la Rúa al compás del tamboril
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Por Luis Bruschtein "¡Chacho es alfonsinista eh, oeoá! ¡Graciela alfonsinista eh, oeoá!" gritaba la barra de la Juventud Radical mientras el ex presidente, sentado en un rincón del escenario, les hacía señas disimuladas para que bajen el tono. Chacho, junto a Raúl Alfonsín, exhibía los dientes con una sonrisa gardeliana indestructible y Graciela Fernández Meijide saludaba al ganador, Fernando De la Rúa, como una lady, en el centro, sin que se le escapara la más mínima señal de desencanto. De la Rúa se encargó de anunciar en ese instante que la Alianza había decidido la candidatura de la dirigente frepasista a gobernadora de la provincia de Buenos Aires. Eran las 22 y desde hacía más de cuatro horas, militantes y dirigentes de la UCR se habían ido acercando al Comité de la Capital, en Tucumán y Rodríguez Peña. Formaron un grupo bullicioso con banderas partidarias rojas y blancas y algunas moradas de la agrupación estudiantil. No eran muchos, pero festejaban como si en ello les fuera la vida. Cada grupo trataba de exhibir sus banderas con los nombres de sus dirigentes, candidatos a algún puesto, o de sus circunscripciones. "¡Esto no puede ser! --protestaba una gordita con la gorra de Boca-- nos juntamos todos para venir a festejar, y en el camino varios se quedaron en el festejo de Boca". A pocas cuadras, en el Obelisco, miles de boquenses festejaban a lo loco, menos interesados en el resultado de la interna de la Alianza. Como los militantes partidarios no son marcianos, en el comité las cosas se mezclaban. "¡Te felicito, campeón!" se abrazaron dos militantes y más que por De la Rúa, lo decían por Boca. La situación se prestaba también para los análisis político futbolísticos: "De la Rúa es de Boca --explicaba un hombre canoso, de impecable pantalón beige y camisa celeste, a un correligionario que lo escuchaba atentamente-- y Menem es de River, no sé si me entendés, ganó Boca, ganó De la Rúa, es el candidato más opuesto al menemismo porque es bostero". Para apoyar estas elucubraciones, en su primera aparición en el salón del primer piso, De la Rúa, siempre inmutable, esta vez se atrevió a una pequeña picardía. "No es por dividir las aguas" se disculpó antes de animarse a revolear sobre su cabeza y con timidez, una camiseta xeneize. La inusual y sorprendente imagen del jefe de Gobierno de la ciudad revoleando la camiseta de Boca fue la síntesis de un día glorioso para radicales y boquenses. "Hay que entender el mensaje de las urnas --expresó De la Rúa-- que ha sido el de fortalecer la unidad de la Alianza". En ese mismo instante y con frases similares, Fernández Meijide daba una conferencia de prensa: "Nadie esté triste, ganó la Alianza, ganó la Argentina", señaló. Las barras atronaban el salón con bombos, redoblantes y cantitos. Disciplinados, no había ninguno que aludiera a los aliados vencidos del Frepaso. "Volveremos, volveremos, volveremos al gobierno como en el '83" gritaban unos y otros les contestaban "Olé, Olá, somos la vida, somos la paz y con la Alianza somos más de la mitad". Los adversarios criticados y vapuleados hasta pocas horas antes, se habían convertido en maravillosos e inseparables aliados. "Con el Frepaso y la UCR vamos a ganar", aunque algunos dejaban escapar sus simpatías internas: "Y siga, siga siga el baile, al sonar del tamboril, vamos todos de la mano de la Alianza de Alfonsín". Los delarruistas estaban felices por el triunfo de su dirigente y los alfonsinistas, que debieron soportar las fuertes críticas de sus correligionarios cuando se gestó la Alianza, se tomaban la revancha en las consignas. Las butacas del salón habían sido rápidamente ocupadas desde temprano por señores mayores y damas muy arregladas para la ocasión, que contrastaban con el sudoroso fervor de las barras que se ubicaron en los pasillos con sus carteles. Jesús Rodríguez debió insistir varias veces por el micrófono para que se hiciera silencio cuando llegaran los dirigentes del Frepaso. En una gran pantalla de televisión ubicada como fondo del escenario, se repetían las imágenes del vencedor abrazando niños, visitando villas miseria y saludando ancianos. Cuando De la Rúa anunció oficialmente su victoria y se supo que ésta era reconocida también por el Frepaso, la pantalla se congeló en la imagen de ambos dirigentes abrazados. Los cantitos y las consignas arreciaron contra el gobierno: "¡Un minuto de silencio, para Menem que va preso!". Pese a que las barras corearon su nombre cuando apareció en el escenario, no había ningún cantito rimado para el candidato ganador. Luego de varios cabildeos, a las 22 el escenario empezó a llenarse con los protagonistas. De la Rúa y Fernández Meijide se sentaron a una mesa en el centro, delante de la pantalla. Alfonsín, Chacho Alvarez y Rodolfo Terragno sentados en el costado izquierdo. Y mezclados en la derecha del escenario, Leopoldo Moreau, Federico Storani, Aníbal Ibarra, Darío Alessandro, Alberto Flamarique, Rafael Pascual y Jesús Rodríguez, entre otros. Fernández Meijide reconoció su derrota y en dos oportunidades los tres referentes de la Alianza y el mismo De la Rúa, se pusieron de pie para aplaudirla. A su turno, el flamante candidato presidencial indicó que será candidato de toda la Alianza y anunció la candidatura de la dirigente frepasista en la provincia de Buenos Aires. La noche terminó con ambos ex adversarios saludando tomados de la mano como una pareja que sale de la iglesia. MUCHA GENTE NO FIGURABA EN LOS PADRONES Algunos problemas para votar
El 10 por ciento de los ciudadanos en condiciones de votar en las elecciones internas de la Alianza no figuraba en los padrones. Así lo admitió el apoderado nacional del Frepaso y coordinador de la Junta Electoral, Santiago Díaz Ortiz, debido a lo que denominó "un defecto formal de los padrones". Ayer por la noche se anunciaban algunas impugnaciones, como la que los frentistas impulsarán en 2500 mesas del partido bonaerense de San Martín ante el robo, apenas 24 horas antes de las elecciones, de documentos de identidad en el Registro Civil de la ciudad. Según la información brindada oficialmente por los organizadores de las elecciones internas de la Alianza, estaban habilitadas para votar un total de 18.812.480 personas, entre afiliados a la UCR, el Frepaso, de los partidos aliados de la coalición e independientes. Pero Díaz Ortiz dijo que el padrón "vino con defectos que nosotros no hemos podido salvar" y que el responsable de esas omisiones es la Justicia Electoral, ya que no envió a los partidos de la coalición los padrones completos. De todos modos, Díaz Ortiz señaló que "en general, en todo le país los comicios se desarrollaron con normalidad, y felizmente sin ningún problema". Y agregó: "Los comicios empezaron a funcionar con puntualidad, salvo algún caso aislado", tal como el que le sucedió a una cronista de Página/12, quien no pudo sufragar debido a que el nombre no figuraba en el padrón. Por indicación de presidente de mesa, fue hasta un comité radical para intentar solucionar el problema, lo que no fue posible. De todos modos tomaron sus datos mientras le comentaban que mucha de la gente que no estaba votando era afiliada de última hora que no llegó a ser inscripta en los padrones. En el partido de San Martín los dirigentes locales del Frepaso se proponían anoche impugnar nada menos que 2500 mesas debido a que apenas 24 horas antes de las elecciones internas abiertas habían robado del Registro Civil de la ciudad una cantidad importante de DNI en blanco.
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