ASÍ LO VEN

Pinochet frente a la Justicia

La Cámara de los Lores británica revocó por tres votos contra dos la inmunidad de Augusto Pinochet dada por la Alta Corte de Justicia de Londres. El ministro del Interior, Jack Straw, debe decidir antes del 11 de diciembre si abre el proceso correspondiente al pedido de extradición que le llegó de España para juzgar a Pinochet por los crímenes de su dictadura.

THE GUARDIAN

El mes pasado, la sentencia de la Alta Corte británica se vistió con el antiguo traje de la inmunidad soberana, insistiendo que un jefe de Estado se maneja con una moralidad elemental que incluye las prohibiciones internacionales sobre tortura y genocidio. La decisión mayoritaria de los "law lords" rechazó este razonamiento. Acepta que las acciones de los jefes de Estado que no están dentro de los deberes oficiales normales estén sujetas a la ley criminal. La tortura no es más parte de los deberes de un jefe de Estado que, en la curiosa frase de Lord Steyn, "asesinar al jardinero". Esta es una distinción vital por la cual aquellos países que, como Gran Bretaña, han firmado muchas convenciones sobre derechos humanos, ahora actúan sobre el punto.(Editorial)

DAILY MIRROR

La Justicia británica todavía puede brillar como un faro en el mundo. Los "law lords" no sólo dieron un veredicto triunfante sobre la tiranía sino también enviaron una advertencia a cualquier déspota asesino. Luego del juicio de Augusto Pinochet, no hay ningún lugar en este país para ellos, y no debería haberlo en cualquier país civilizado (...) Aunque tenga 83 años, este cruel asesino de masas debe enfrentar a la Justicia que eludió durante tanto tiempo. Los serviles pedidos por él, incluidos los de Lady Thatcher, no se preocupan por lo que hizo (...) Quizás Pinochet no haya oído los gritos y sollozos de los torturados y asesinados en su dictadura. Pero afortunadamente ahora pudo escuchar los brindis cuando los lores lo condenaron.(Editorial)

THE TIMES
 
El caso está ahora más cargado políticamente. El campo de acción del ministro del Interior para ejercitar su discreción, sea para permitir que el General vuelva a su casa como para dejar que los procedimientos de extradición sigan su curso, en la práctica, se ha reducido. Pero éste no es el único asunto que requiere su atención. Los "law lords" están divididos en cuestiones vitales como la capacidad de someter a juicio casos de este tipo. También existe un desacuerdo legal sobre las intenciones del Parlamento con respecto a los tratamientos de los crímenes internacionales en los tribunales de un país. Estas dudas deben ser clarificadas con gran urgencia.(Editorial)

Mientras el juez Baltasar Garzón está preparando los papeles para el inicio del proceso contra Pinochet en España, el gobierno de José María Aznar mantuvo absoluto silencio sobre el fallo de los lores y, según algunos medios, estudia las opciones legales y políticas para evitar que la extradición se produzca.

EL PAÍS

Aún quedan muchos obstáculos para que el general Pinochet se siente en el banquillo de la Audiencia Nacional de Madrid. Pero cualquiera que sea el desenlace, la decisión de los cinco jueces lores pone de relieve la existencia de una nueva Justicia internacional, suma de leyes nacionales y acuerdos internacionales, a falta de un ordenamiento general. Cada país debe hacer sus transiciones desde la dictadura hasta la democracia en las mejores condiciones que pueda, pero desde ayer los dictadores que han perdido el poder ya no gozarán de libertad de movimientos fuera de su país. Tendrán que quedarse en casa, so pena de ser detenidos.(Editorial)

EL MUNDO

Chile está viviendo momentos de extrema tensión. Está claro que una parte sustancial del mando de sus Fuerzas Armadas, aunque se haya avenido a la democracia, ni cree en ella ni asume sus principios (...) Muchos chilenos creen que ésta es una excelente ocasión para establecer de una vez por todas la supremacía del poder de las urnas, impidiendo que pueda solidificarse una especie de democracia tutelada. Otros consideran que hubiera sido preferible evitar esa prueba de fuerza, al menos por el momento. No nos corresponde a nosotros dictar a los chilenos lo que deben hacer. Sólo nos cumple dejar claro que en los estados de Derecho la Justicia no se mueve al dictado de conveniencias políticas. No lo hizo la española. No lo ha hecho la británica. Así debe ser.(Editorial)

ABC

El veredicto de los lores constituye un precedente histórico en la larga lucha por la defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional, tanto como un síntoma del cambio de paradigma que en esta materia nos ha tocado vivir. La sentencia ahora anulada, que venía a reconocer la inmunidad de antiguos jefes de Estado con independencia de la significación penal de sus actos, había causado lógica alarma en quienes perciben con claridad la creciente voluntad de los pueblos por no consentir el uso brutal de la fuerza contra los gobernados, vocación plasmada en el Tribunal Penal Internacional, cuya inmediata entrada en funcionamiento es cada día más acuciante. (Editorial)

Luego del fallo de la Cámara de los Lores, el presidente chileno Eduardo Frei envió a su canciller, José Miguel Insulza, a objetar el pedido de extradición de España ante los funcionarios británicos. Insulza, que propone como "contraparte" de la liberación de Pinochet la promesa de un juicio en Chile, ya se entrevistó con su colega británico, Robin Cook. V

EL MERCURIO

Ya no cabe esgrimir argumentos jurídicos relacionados con la inmunidad del senador, sino planteamientos políticos respecto de los principios internacionales que exigen el reconocimiento de la soberanía chilena para juzgar lo que sucede en nuestro país (...) Por primera vez en la historia un juez extranjero juzgaría a un ex jefe de Estado en contra de la opinión de su gobierno y de su país, ignorando de este modo el significado de las leyes chilenas en nuestro propio territorio. La paz social del país puede estar en juego y es grande la responsabilidad de los gobernantes para conseguir que se respeten los principios internacionales que hacen posible la convivencia civilizada entre las naciones.(Editorial)

LA TERCERA

El actual era un escenario previsible para el caso en cuestión y nadie debería, en consecuencia, manifestar frente a él mayor extrañeza que la derivada de la eventual frustración de sus expectativas. Esto es importante, porque el camino del estupor o el pasmo, amén de no corresponder en esta situación, induce a reacciones que pueden ser marcadas más por las emociones que por la razón (...) Nada se obtiene enfrentando las cosas con acciones reñidas con la racionalidad ni con criterios voluntaristas. Ellas escapan en gran medida a nuestras posibilidades de encauzarlas y si así ocurre es porque tal vez hubo temeridad en quien las expuso al control de otras naciones. (Editorial)

ERCILLA

Hay que seguir la pelea. Traer a Pinochet a Chile. Como sea. Ese es el objetivo. No se logró a través de la Justicia. Porque al final, quien "escupe al cielo, en la cara le cae". Pinochet tuvo que hacerse cargo, no de una imagen falsificada en el extranjero, sino de las realidades que en Chile ocurrieron. Pues bien, gran culpa la tenemos todos nosotros, porque si hubiéramos hecho juicios en Chile y un esfuerzo para descubrir a los desaparecidos, hubiéramos ejercido responsabilidades, así como se hizo con Manuel Contreras (...) Si hubiéramos tenido más fuerza, nos habríamos evitado el escándalo internacional de que un general de la República, un ex presidente, un senador, esté condenado.(El ex presidente del Senado Gabriel Valdés, en una entrevista)

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