La ocurrencia de eliminar el voto obligatorio
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El Gobierno reconoció su intención de impulsar una nueva reforma constitucional, pero aseguró que la medida apunta únicamente a eliminar el voto obligatorio. De todos modos no pudo bajar los decibeles de las críticas que la oposición, y también algunos dirigentes justicialistas, realizaron a lo largo de la jornada, ante la sospecha de una maniobra encubierta para "colar" en la Carta Magna la posibilidad de una nueva reelección presidencial. Carlos Corach fue el encargado de confirmar la medida anticipada por Página/12. El ministro del Interior dijo que Carlos Menem, a su regreso de Japón, reactivará una propuesta de reforma constitucional. La idea es transformar en voluntario el actual voto obligatorio. El "sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio", según lo establece la Carta Magna y sólo puede modificarse a través de una Convención Constituyente. Corach negó que se vaya a aprovechar una virtual reforma para colar una cláusula que habilite la re-reelección. Y en ese sentido aseguró que cualquier modificación que allí se introduzca será aplicada recién después de 1999. "Esta es una propuesta para las elecciones del 2000", señaló. De todos modos, la sospecha sobre una nueva intentona reeleccionista flotó en el ambiente. Menem ya intentó un tercer período consecutivo por distintas vías, pero en todas ellas fracasó. Primero ordenó a su acólitos que presenten amparos judiciales que mencionen una palabra clave en la historia del justicialismo: la proscripción. Decenas de recursos atestaron los despachos judiciales pidiendo que a Menem lo dejen pelear por otro mandato. Después intentó legitimar la jugada con un plebiscito en La Rioja, donde el resultado era cantado. Pero Eduardo Duhalde, su competidor interno, redobló la apuesta y llamó a los bonaerenses a que emitan su opinión, sabiendo que en la provincia las encuestas marcaban un rechazo masivo a una nueva reelección. Ante la posibilidad de que los votos terminaran con su carrera ganadora, Menem desistió públicamente de su idea de buscar una nueva re-reelección. Aunque nunca bajó los brazos. Poco tiempo después apeló a la vía partidaria. Convocó a un congreso en Parque Norte, donde una concurrencia adicta se comprometió a buscar todas las alternativas para que encabece una fórmula en 1999. Duhalde impugnó la asamblea ante la Justicia acusando irregularidades. Menem mantiene a la re-reelección como objetivo de máxima y a ser jefe de la oposición de mínima. Decir por televisión que quiere eliminar la obligatoriedad del voto puede tener muchas lecturas. Una inmediata y verosímil: que el Presidente buscó generar un hecho político para que el triunfo de Fernando de la Rúa no se apodere de todo el centimetraje de los medios. De acuerdo con esta lógica, Menem no pierde su lugar en el escenario político y genera con distintos temas --además de la eliminación del voto obligatorio, anticipó el veto a la ley de financiamiento docente-- que el Gobierno y la oposición no centren su atención en la interna de la Alianza. Pero en la propia Casa Rosada son muchos los que dicen que la aparente frase casual de Menem sobre la inconveniencia del voto obligatorio es un nuevo globo de ensayo re-reeleccionista. Al menos tres gobernadores justicialistas consultados por este diario confirmaron que en el círculo íntimo de Menem se está barajando la posibilidad de un nuevo mandato no sólo hacia adentro sino también hacia afuera. El Presidente incluso ordenó al Ministerio del Interior una encuesta para ver cómo está posicionado después del triunfo de De la Rúa en la interna opositora. Textos y producción: Diego Schurman, Adrián Mouján y Romina Calderaro
Hasta en el Pj desconfían
En un nuevo set en el juego de la re-reelección, los propios justicialistas y la oposición le dieron piedra libre a Carlos Menem antes de que lograra disfrazar su renacida intención de postularse a un tercer período dentro de un proyecto para eliminar la obligatoriedad del voto. El precandidato presidencial por el PJ, Eduardo Duhalde, varios diputados justicialistas, el flamante candidato presidencial por la Alianza, Fernando de la Rúa, la diputada Graciela Fernández Meijide y el gobernador cordobés Ramón Mestre fueron los que dieron la voz de alerta sobre la nueva ofensiva que lanzó el Presidente. "El Presidente está mal informado, o desinformado", dijo Duhalde quien luego llamó la atención sobre la ofensiva re-releccionista, en forma sutil, al interpretar que la eliminación del voto obligatorio, "es un tema menor" para el que hay que realizar una nueva reforma constitucional, la que Menem "naturalmente no hará". "Esa propuesta es inviable. No se puede modificar la Constitución", fue la negativa tajante de De la Rúa. "Menem, antes de irse una vez más de viaje, lanza una especie de desafío que a algunos les puede parecer una bufonada, y es que el voto pueda ser voluntario, para aprovechar una circunstancia muy especial como nuestra interna, a ver si puede toquetear un poco la Constitución", advirtió Graciela Fernández Meijide. La diputada aliancista cuestionó la iniciativa presidencial al señalar que "Menem en lugar de ver como se mejora la participación de la sociedad, prefiere ver cómo la empeoramos, cómo hacerla más elitista". Desde Córdoba, también llegaron las críticas del gobernador Ramón Mestre, quien consideró que "sólo se trata de un cortina de humo. Menem es un político hábil, trata de tapar la elección de Fernando de la Rúa con un tema que por ahora no es de discusión". Para el titular del bloque de diputados nacionales del radicalismo, Federico Storani, el globo de ensayo lanzado el domingo por el Presidente "es una especulación negativa y peligrosa". Mientras que Marcelo Stubrin afirmó que "a nadie se le puede ocurrir que el Presidente ignore que el artículo 37 de la Constitución Nacional establece expresamente que el voto es universal, igual, secreto y obligatorio. No puede pensar que seríamos tan ingenuos de aceptar una reforma constitucional". En el bloque justicialista también se alzaron voces cuestionadoras, aunque sin hacer referencia a la re-reelección. La diputada entrerriana Sara Amavet señaló que "antes de tocar principios constitucionales sería mejor profundizar en la mejora del sistema electoral a través de una serie de modificaciones que permitan, por ejemplo, la eliminación de las listas sábanas y la institucionalización de las internas abiertas". TRAS LA INTERNA ALIANCISTA, EL PJ SE PREPARA Duhalde y Ortega apuran el trámite
Una vez resuelta la interna de la Alianza, los peronistas comienzan a sentir que el tiempo corre ya que el justicialismo entrará a 1999 sin el candidato elegido mientras que la oposición ya tendrá su fórmula lanzada de lleno a la campaña electoral. Con la finalidad de evitar que los días se vuelvan en su contra, duhaldistas y orteguistas comenzaron a conversar sobre la conveniencia de adelantar la interna partidaria del 11 de abril. En diálogo con Página/12, Alberto Iribarne, el jefe de campaña de Duhalde, admitió que "una de las posibilidades es elegir al candidato a presidente en febrero". Esta propuesta será analizada por Ortega, aunque sus principales colaboradores señalaron que "es una barbaridad, en febrero van a estar todos de vacaciones". Esta afirmación está en sintonía con lo manifestado el domingo por varios gobernadores e importantes dirigentes del oficialismo que luego de observar la concurrencia a la interna de la Alianza, dijeron: "Lo importante es realizarlas en una fecha que asegure asistencia y seguir manteniendo al partido movilizado para superar los números de la oposición". El punto de coincidencia entre ambos precandidatos es que desean que en la interna se elija sólo al candidato presidencial. Pero a la hora de sentarse a charlar, las prioridades son distintas. Mientras los duhaldistas buscan que acordar el día de elección lo más pronto posible, los orteguistas quieren establecer condiciones de igualdad. En pocas palabras: una junta electoral que integre a todos los sectores y control a la hora de depurar los padrones. Todos los ojos se fijan en la nominación del candidato a gobernador bonaerense. Desde el duhaldismo sostienen que "son muchos precandidatos para competir en la interna. Hacerla en abril le permitiría a Duhalde alinear a su tropa e impediría dispersiones". Esta situación depende de la crisis que enfrenta a Menem y a Duhalde. Para Ortega, que reconoce lo actuado por el Congreso de Parque Norte, es vital que la resolución sea favorable al Presidente porque "si Servini falla en favor de Duhalde será imposible acordar condiciones para trabajar de igual a igual".
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