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Por Nora Veiras Desde Cartagena de Indias
Soldados con trajes de fajina y armas largas hasta en la playa. Una imagen que muestra que el pasado argentino es presente en Colombia. En la apertura de la III Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, el presidente Andrés Pastrana Arango se ocupó del tema que obsesiona a este país: el encauzamiento del proceso de paz. "Convoco a los grupos alzados en armas a decretar un cese del fuego; o a devolver a los secuestrados; o a parar cualquier acto de violencia en contra de la población civil. Los convoco a tener una Navidad en medio de la paz y no de la guerra", dijo Pastrana. Los representantes de 31 países de América, entre ellos el secretario de Defensa de Estados Unidos, William Cohen, empezaron así las deliberaciones que intentan definir un nuevo rol de las fuerzas armadas continentales tras el fin de la Guerra Fría. Sólo Colombia, un país donde casi la mitad del territorio está controlado por la guerrilla, defiende la participación de los militares en la lucha contra el terrorismo. En gran parte de América latina, el recuerdo de las atrocidades cometidas por el terrorismo de Estado genera resistencias a esa posibilidad. "Tenemos que prepararnos para el desarrollo porque no creo que en el 2020 sigamos detrás de Tirofijo, el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)", dijo el secretario general del Ministerio de Defensa colombiano, general Henry Medina Uribe. El comentario deja al descubierto el problema de encontrar la función de las fuerzas armadas en el marco de la paz continental impulsada por Estados Unidos y ante la caída del enemigo plasmado en el comunismo. Durante los tres días de trabajo en esta ciudad, donde el calor caribeño invade todo, los responsables de la Defensa de América analizarán en tres comisiones los avances en temas que tienden a esa redefinición: Seguridad Hemisférica, Funciones Complementarias de las fuerzas armadas en sociedades democráticas y la cooperación hemisférica en materia de enfrentamiento al terrorismo, drogas ilícitas, tráfico de armas y medio ambiente. "Como los militares han recibido de sus respectivas naciones el derecho legítimo de portar las armas, tienen una gran responsabilidad legal y moral de respetar el estado de derecho: nada justifica una violación a los derechos humanos", destacó Pastrana al defender el diálogo de paz. El proceso supone la puesta en práctica del Plan Colombia, un fondo de inversiones tendiente a "hacerse presente en zonas olvidadas por el resto del país y hoy azotadas por la violencia para realizar un ataque frontal a la pobreza. No sólo buscamos sustituir los cultivos ilícitos, sino fortalecer la sociedad con educación, salud e infraestructuras", aseguró Pastrana. El ex presidente de Colombia y actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, felicitó a Pastrana por el inicio del diálogo con las FARC pero fue mucho menos condescendiente. "Si por decisión de la guerrilla no logramos la paz, nadie podrá decir que el gobierno no lo intentó. Si hay tropiezos no será su falta sino la de los insurgentes. Será porque, como creen muchos, las actitudes delincuenciales son su modus vivendi, su única ley", argumentó Gaviria y advirtió que "los subversivos habrán de entender que la paz no puede hacerse en desmedro ni contra las fuerzas armadas". Gaviria y Pastrana rescataron "la propuesta del presidente Carlos Menem y del ministro del Interior, Carlos Corach, en la reciente cumbre sobre seguridad regional desarrollada en Mar del Plata, para formar en el marco de la OEA un Comité Interamericano para la lucha contra el terrorismo, con carácter permanente, de forma tal de cooperar política y judicialmente contra esta amenaza que trasciende las fronteras". La instrumentación de ese mecanismo, que funcionaría con sede en Washington, todavía es una incógnita. Mucho más definida está la política de "cooperación" entre Estados Unidos y Colombia que hoy suscribirán un convenio "de apoyo para la lucha contra la droga en la que participen no sólo la policía sino también las unidades militares", explicó el ministro de Defensa colombiano, Rodrigo Lloreda Calcedo. La convocatoria al cese del fuego de Pastrana seguramente conseguirá hoy desplazar de la tapa de los diarios colombianos la noticia que confundía a los argentinos: "Boca campeón, la Bombonera estalló de júbilo", se leía como en cualquier matutino de Buenos Aires. Eso sí, el motivo del despliegue no fue el triunfo azul y oro sino la "relevante" participación de los tres jugadores colombianos en el equipo de Carlos Bianchi.
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