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Por Maximiliano Montenegro El FMI considera
que la economía argentina crecerá el año próximo entre 2 y 2,5 por ciento, la mitad de
la meta del 4,8 por ciento que figura en el proyecto de Presupuesto para el año venidero.
Sobre esa base, los técnicos del Fondo calculan que la recaudación tributaria será
mucho menor a la prevista por el Gobierno. Y quieren que Roque Fernández revise todas las
metas fiscales para el año próximo, forzando un nuevo ajuste por el lado del gasto
público. Así se lo comunicaron en secreto en las últimas horas al viceministro de
Economía, Pablo Guidotti, quien busca elementos para contrarrestar la avanzada
fondomonetarista en un momento políticamente sensible para el Gobierno.Ayer por la tarde, el viceministro de Economía Pablo Guidotti y el secretario de Programación Económica Rogelio Frigerio se reunieron junto con sus equipos de asesores con un solo tema en la agenda: qué argumentos utilizarán para evitar una renegociación de las metas con el Fondo. Con Roque Fernández en Japón, Guidotti, Frigerio y Miguel Kiguel, subsecretario de Financiamiento, se encargarán, a partir de mañana, de negociar con la italiana Teresa Ter Minassian y el chileno Tomás Reichman. Desde el punto de vista formal la visita no supone evaluación de metas del programa de facilidades ampliadas. Sin embargo, en la intimidad, los funcionarios reconocen que habrá que convencer a los técnicos del FMI de que no es necesario un nuevo ajuste. En esa reunión, Guidotti reveló que en el FMI estiman que el crecimiento de la economía en el '99 no superará el 2,5 por ciento y, en consecuencia, quieren ajustar las metas de gasto. "Nunca supe de una misión del Fondo que no traiga problemas", se lamentó Frigerio. El FMI quiere el año próximo 2500 millones de déficit fiscal, mil menos que el de este año". Para Guidotti, modificar el Presupuesto hoy sería prematuro, ya que considera que "la economía todavía está en condiciones de crecer alrededor del 4 por ciento el año próximo", contra el 4,8 fijado en el proyecto de Presupuesto. Y ordenó a sus colaboradores la preparación de un exhaustivo cuadro con indicadores para argumentar que, superada la crisis, hubo un punto de inflexión y la economía se está recuperando. A favor, en Economía quieren mostrar el veto de la garantía de financiamiento al fondo de incentivo docente, anunciado por Menem. Y que, además, buscarán impulsar la reforma tributaria que mañana se trataría en Diputados. Sin embargo, los colaboradores de Fernández abrirán el paraguas sobre la meta de déficit fiscal de 3500 millones acordada con el FMI para este año. Como anticipó este diario, ya hay en el equipo económico quienes piensan que será inevitable solicitar un "perdón" (waiver) al Fondo. La recaudación en noviembre fue de 4060 millones de pesos, contra los 4117 millones del mismo mes del año pasado, con el agravante de que este año se pagaron mucho menos reintegros a los exportadores. "No podemos saber hasta diciembre si será necesario pedir un waiver, porque hasta entonces no sabremos si podemos cumplir o no", se confesó ayer Guidotti, reconociendo un estrechísimo margen. Así se lo planteará a los técnicos del FMI y, por las dudas, buscará despejar todas piedras en el camino del "perdón". El argumento será que el Gobierno está sobrecumpliendo las metas de gasto público, ya que erogará este año entre 800 y 1000 millones menos de lo pautado. Y que si hay desvíos con el déficit se debe a que la crisis provocó una caída excepcional de la recaudación, dado que las empresas prefieren financiar su capital de trabajo retrasando sus pagos a la DGI.
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