Fiat y Renault mandaron a su casa a 3600 empleados. General Motors anuncia despidos. El gremio teme la salida de 1800 operarios. |
Por David Cufré La crisis que atraviesan las automotrices llevó a la delegación Córdoba del sindicato de los mecánicos a declarar el estado de emergencia. Ayer, Fiat y Renault dispusieron nuevas suspensiones de personal en las plantas que poseen en esa provincia, lo que afecta a 3600 operarios. La caída en las ventas, el exceso de stock y el parate de las exportaciones a Brasil fueron las causas esgrimidas por las empresas para adoptar esa decisión. La preocupación de los sindicalistas es mayor debido a que durante el verano podrían ser despedidos unos 1800 trabajadores, sumados los de General Motors y los de las empresas autopartistas. Todo este proceso se vive con gran angustia, señaló a Página/12 Omar Dragún, secretario general adjunto de Smata Córdoba. Por la dependencia de sus exportaciones a Brasil, Fiat es la empresa con mayores dificultades. Si bien encabeza el ranking de ventas en el mercado doméstico, la firma italiana terminará el año con un total de 90 días de paralización de actividades. Este mes, las suspensiones alcanzarán durante nueve días a sus 3400 operarios de la planta en la localidad de Ferreyra. La empresa colocó 5800 unidades en Brasil durante noviembre, algo menos del 50 por ciento de los envíos que había proyectado para ese mes cuando comenzó el año. Los empleados suspendidos cobrarán el 75 por ciento de su salario. Lo mismo ocurrirá en Renault con 200 de los 3000 trabajadores de la planta en Santa Isabel. Ambas empresas acumulan un stock cercano a 15 mil unidades. Es decir, el equivalente a dos meses de producción. Nuestra proyección a mitad de año era que las ventas de todas las terminales superarían el récord de 1994, que fue de 510 mil unidades. Ahora estimamos que se colocarán 450 mil vehículos, comentó a este diario Luis Cagliari, gerente de relaciones institucionales de Renault. Desde octubre, se acogieron a programas de retiros voluntarios 220 empleados de esa empresa. Pero la firma mantendría el plan hasta llegar a unos 600 inscriptos. Existen diferentes ofertas para los trabajadores. Aquellos que tienen entre 55 y 59 años, si aceptan al retiro cobrarán el 60 por ciento de su salario hasta la jubilación, y 5 mil pesos en ese momento. Además, conservarán los beneficios de la obra social y se les depositará 100 pesos por mes en un fondo de pensión, cuyo acumulado podrán retirar cuando se jubilen. La otra opción es cobrar la indemnización completa y un adicional de cinco sueldos. Por otra parte, Renault no le renovó el contrato a fines de octubre a 150 operarios. En Fiat también hay un plan de retiros voluntarios, al que ya se adhirieron 100 trabajadores. Sin embargo, Smata denunció al Ministerio de Trabajo que fueron despidos encubiertos, según afirmó Dragún, puesto que se forzó a los empleados a anotarse. Les dijeron que si no aceptaban el retiro los iban a despedir, con lo cual ni siquiera cobraban el adicional de 200 pesos que ofrecía la empresa sobre la indemnización, se quejó Dragún. La relación también es tirante porque Fiat rechaza las exigencias de Smata para renovar el convenio de trabajo. Pedimos una mejora salarial del 25 por ciento, para equiparar los sueldos con los de Renault y General Motors, pero la empresa se mantiene inflexible, afirmó Dragún. Por otra parte, el sindicalista comentó que la situación también es grave en General Motors.
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