Por José Natanson
Carlos
Chacho Alvarez dilata aún el momento de anunciarlo con el solo objetivo de no
echar sal sobre las heridas que dejó la interna entre sus compañeros del Frepaso, que
hubieran preferido verlo como candidato a jefe de Gobierno de la Capital. Pero el clima
cambió entre los frentistas cuando Graciela Fernández Meijide aceptó que Chacho
es el candidato ideal para cualquier lugar. Ayer, Alvarez le comunicó a Fernando de
la Rúa que será su compañero de fórmula. Los dos candidatos se reunieron a solas en el
departamento de De la Rúa y redondearon los detalles. Ahora, sólo les queda determinar
la fecha y la escenografía del lanzamiento, cuya explicación se basa en la necesidad de
potenciar la fórmula de la Alianza y, con los ojos en la Concertación chilena,
comprometer al Frepaso con un gobierno de coalición a partir de 1999.
La idea nació del ex presidente Raúl Alfonsín pero fue rápidamente adoptada por sus
correligionarios y voceada antes de la interna. Los radicales presionaron desde un
principio para que Chacho acepte secundar a De la Rúa y esbozaron dos argumentos
básicos:
u En voz alta, explicaban que, ante la imposibilidad de que la vice sea Graciela
Fernández Meijide, la fórmula más segura que puede presentar la coalición es De la
RúaAlvarez, porque son los únicos que garantizan el sello de la
Alianza. Además, la presencia de Alvarez en la fórmula aseguraría el voto de los
sectores progresistas y quizás el de los peronistas disconformes.
u Por lo bajo, los dirigentes radicales explicaron que el hecho de que Alvarez se
convierta en el vice de De la Rúa implicaría el compromiso del Frepaso con el futuro
gobierno y, por lo tanto, una garantía para la continuidad de la Alianza.
Estas teorías eran compartidas por Alvarez y sus dirigentes más cercanos (como el
legislador porteño Alberto Flamarique) pero rechazadas por otros representantes de su
partido, entre los que se anotaron los diputados provinciales Mary Sánchez, Rodolfo Rodil
y la mayor parte de los frepasistas de la Capital Federal. Sostenían que, si Chacho se
alzaba con la Jefatura de Gobierno sumaría a su capital político la capacidad de
gestión. Esto le daría más chances para una eventual candidatura presidencial en el
2003. La dirigencia intermedia frepasista recuerda que sus dos principales referentes
perdieron sendas internas contra José Octavio Bordón y De la Rúa, dos adversarios cuya
imagen se embelleccía con el atributo de la gestión gubernamental. Si Chacho no
gobierna nunca llegará a presidente, tremendizan.
Pero estas razones se fueron desgastando desde el domingo hasta ayer. El argumento que
usó Alvarez para ir minando resistencias internas fue que la Alianza se formó para ser
una coalición de gobierno, a la manera de la Concertación chilena. La decisión de
constituir la Alianza, según Chacho, determina la necesidad de comprometerse con su
gestión de gobierno y no mirarla desde afuera constreñidos a gestiones
locales que implican, en algún sentido, una apuesta al fracaso del gobierno nacional.
Alvarez estaba seguro de que sus compañeros piensan como él y que la primera reacción
de rechazo era un reflejo emotivo y catártico tras la inesperada derrota del domingo
pasado.
El clima cambió ayer con las declaraciones de Graciela. El martes, en diálogo con este
diario, la flamante candidata a gobernadora había sido terminante: Yo quiero a
Chacho en la Capital. Sin embargo, ayer, la diputada aclaró que, aunque sigue
pensando que la Jefatura de Gobierno es el mejor puesto para Alvarez, Chacho es el
candidato ideal para cualquier lugar.
Un dirigente que conoce de cerca a Alvarez agregó lo que llamó el factor
psicológico. Y lo explicó así: Chacho se siente el creador y el garante de
la Alianza. La ve como un especie de hijo y sabe que la mejormanera de que perdure es que
vaya de vice, aunque no le guste nada quedar abajo de De la Rúa.
Lo cierto es que ayer a las cuatro de la tarde Alvarez se reunió a solas con De la Rúa
en su departamento de la Recoleta. Allí, el candidato y quien será su vice dialogaron
durante 45 minutos sobre la mejor manera de hacer el anuncio y coincidieron en que, antes,
es necesario dejar que la determinación madure entre las filas del Frepaso. También
coincidieron en la convocatoria a una reunión del Grupo de los Cinco, que se realizará
hoy por la tarde en el Hotel Bauen. Si bien no es seguro que haya un anuncio formal,
Alvarez, De la Rúa, Graciela, Raúl Alfonsín y Rodolfo Terragno se sentarán a terminar
de cerrar el acuerdo por el tema vice y analizar los resultados de la interna del domingo.
La agenda de Alvarez estará cubierta de reuniones. Por la mañana, se sentará a explicar
su decisión a la Mesa Nacional del Frepaso. El encuentro no podrá torcerle la mano a
Alvarez. A diferencia de la UCR, que suele tomar estas decisiones de manera más
orgánica, el Frepaso subordina su organización a la capacidad decisoria de Chacho.
El anuncio se realizará, entonces, una vez finalizada la ronda de consultas. Si bien en
un principio estaba previsto para el lunes, fuentes del Frepaso explicaron que podría
adelantarse y supeditaron esta decisión a que los radicales ratifiquen el compromiso de
concretar un reparto equilibrado en dos instancias: los cargos ejecutivos de un eventual
gobierno de la Alianza y las listas de candidatos a diputados nacionales y provinciales,
además de los concejales.
Es que una vez que Chacho formalice la decisión de acompañar a De la Rúa el Frepaso ya
no tendrá ningún elemento para presionar a sus socios. En otras palabras: se quedará
sin moneda de canje. De todas maneras, Alvarez no piensa generar una larga discusión ya
que no quiere que su gesto de aporte a la Alianza (y el crédito en materia de imagen que
ello le genere) se devalúe en un tira y afloje por candidaturas.
Melchor Posse habla de consensos pero dará la
batalla interna en la UCR
Soy precandidato a vicegobernador
Por Santiago Rodríguez
La derrota de Graciela
Fernández Meijide en la interna de la Alianza y su pase a Buenos Aires cortaron
abruptamente la carrera del radical Melchor Posse a la gobernación de esa provincia. El
intendente de San Isidro celebra, de todos modos, la victoria de la UCR que atribuye
a lo previsible que es Fernando de la Rúa y al aparato partidario y
sostiene que está en el tren de acompañar a la frepasista. Pero no se da por
vencido: ahora se lanzó para vicegobernador y se ofrece como candidato de
consenso del radicalismo. Que se presenten a la interna y lo
discutimos, retrucó ayer, cuando Página/12 le recordó que no cuenta con el apoyo
de todos sus correligionarios bonaerenses.
¿Por qué ganó De la Rúa?
Es más previsible y tiene detrás un partido de 108 años con estructura nacional.
A medida que se fue despertando el elefante extendido a lo largo de todo el país, los
militantes superaron a los dirigentes, a los dirigentes no les quedó otra alternativa que
ponerse al frente y De la Rúa ganó con una gran facilidad.
O sea que, en mayor medida, usted atribuye la victoria al peso del aparato radical.
A la militancia, que supo llevar no sólo a los propios, sino también a los
independientes.
¿Como vive el pase de Graciela a la provincia en vista de que usted pretendía ser
el candidato a gobernador bonaerense de la Alianza?
Aspirando a ser candidato a gobernador y aclaré con mucha anticipación que si
Fernández Meijide quería ser candidata a gobernadora, la iba a acompañar. Hoy estoy en
el tren de acompañarla y no tengo dudas de que voy a la elección interna del 25 de abril
como precandidato a vicegobernador. Me acompañan la mayor parte de los sectores y voy a
trabajar para que haya un consenso y luego enfrentar al que no esté de acuerdo con ese
consenso.
Para que quede claro, ¿qué es lo que propone concretamente: postularse usted para
vicegobernador o designar un candidato por consenso?
Estoy proponiéndome para ser el candidato por consenso, pero si no me aceptan como
tal, vamos a la elección interna.
Los sectores de Leopoldo Moreau y Federico Storani impulsan también un candidato de
consenso, pero quieren que sea del interior de la provincia.
El único consenso que existe es la decisión de los votantes. No existe dirigencia
por representación y, además, yo soy un hombre que ayudó a De la Rúa a ganar en toda
la provincia y el 50 por ciento del conurbano, porque el radicalismo se impuso en la
primera sección.
Quienes proponen que el candidato a vicegobernador no sea del conurbano, dicen que
ésa sería la forma asegurar los votos del interior.
Bueno, muy claro, no tengo problemas: que se presenten a la interna y lo discutimos.
¿Cree, entonces, que resultará necesario llegar a esa instancia?
No tengo dudas porque estoy trabajando con los dirigentes creíbles y serios,
tratando de encontrar puntos de coincidencia. Elegimos muchas cosas, como el presidente de
la Cámara de Diputados y del radicalismo bonaerense.
Si dice trabajar para el consenso, ¿por qué afirma que la interna será
inevitable?
En la UCR siempre debe haber internas. En el camino puede pasar, como con Fernando
De la Rúa y Rodolfo Terragno, que en la última etapa alguno de los candidatos se retire
y se haga la interna con uno sólo.
¿La fórmula De la RúaAlvarez es la mejor para la Alianza?
Mucho más fuerte era De la RúaFernández Meijide, pero con Chacho Alvarez
también es una fórmula muy fuerte.
¿Usted hubiera preferido, entonces, que Fernández Meijide no declinara la
candidatura a vicepresidenta? No, no. Prefiero que gane la Alianza porque me
interesa la gente. Lo planteé claramente durante toda la campaña: yo nací en un partido
por los desposeídos, los desposeídos de hoy son el 80 por ciento de los argentinos y,
por lo tanto, no voy a hacer un juego de intereses personales. Si con esto aseguramos la
Alianza y su triunfo, adelante.
¿Es necesario modificar el esquema de reparto de candidatos a diputados por Buenos
Aires a la luz de los resultados de la interna?
No creo que haya otra forma de hacerlo que cumpliendo los pactos.
Maestro y Verani ahora quieren hacer la
Alianza
Sorpresivamente los dos
gobernadores radicales reacios a formar la Alianza, que habían obtenido victorias
amplísimas en la interna, hicieron ofrecimientos concretos a los frepasistas de sus
provincias.
Carlos Maestro, gobernador de
Chubut, ganó la interna del domingo con el 65 por ciento de los votos.
Ha llegado la hora de concretar la Alianza en la provincia para concretar
el proyecto nacional. |
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Por J. N.
Aunque en un principio
muchos pensaron que, ante la aplastante victoria de la UCR en la interna de la Alianza, la
reacción podía ser la contraria, lo cierto es que a partir del resultado del domingo la
posibilidad de que se conforme la coalición en aquellos distritos en los que el
radicalismo es gobierno comenzó a consolidarse en los últimos días. Esta es la
situación en cada uno de ellos.
u Río Negro: el gobernador de esa provincia, el radical Pablo Verani, convocó ayer por
primera vez a los dirigentes del Frepaso local a analizar un programa común de
gobierno luego de que la UCR se impusiera un 67 por ciento contra un 31 del Frepaso.
Verani explicó que no estaba formulando una invitación exclusivamente electoral, porque
primero hay que discutir si hay coincidencias en cuanto a lo programático. Si
bien sostuvo que antes hay que analizarlo con todo el partido, el titular del
Frepaso rionegrino, Omar Lehner, le contestó que no tenemos inconvenientes en
desarrollar esfuerzos para lograr puntos de acuerdo.
u Chubut: en la provincia que gobierna Carlos Maestro, en la que el radicalismo ganó con
un 65 por ciento, ocurrió algo similar. Ha llegado la hora de analizar la
posibilidad de concretar la Alianza en Chubut para acompañar el proyecto a nivel
nacional, dijo ayer Maestro.
u Capital Federal: es el único distrito en el que el Frepaso se impuso a la UCR, por 6
puntos de diferencia. Una vez superada la interna, radicales y frepasistas comenzaron a
pensar en la unificación de los bloques en la Legislatura y, recién después, en la
incorporación de dirigentes del Frepaso a la administración delarruista.
u Córdoba: las elecciones para renovar gobernador se realizarán el próximo 20 de
diciembre. El radical Ramón Mestre, uno de los más fervientes críticos de la Alianza,
aspira a ser reelecto y las encuestas le asignan una ventaja de apenas tres o cuatro
puntos más que el PJ. El Frepaso tiene fórmula propia: Humberto Volando-Horacio
Viqueira, que cuenta con no más del 10 por ciento de intención de voto. En los tres
últimos días, después de que el radicalismo casi triplicara al Frepaso en esa provincia
el domingo pasado, comenzó a cobrar fuerza la hipótesis de que Volando renuncie a su
candidatura para apoyar la de Mestre. Esta posibilidad fue descartada de manera tajante
por Volando. Sin embargo, la conducción del Frepaso confía en que la coalición se
integrará luego de la elección.
u Catamarca: la victoria de la UCR fue aplastante: 85 por ciento contra 13 del Frepaso. Lo
gobierna el radical Oscar Castillo, no sólo no está conformada la Alianza, sino que
además el radicalismo se encuentra inmerso en una importante crisis interna. Castillo,
que busca su reelección, descartó ayer la posibilidad de que el candidato a gobernador
se elija en elecciones primarias abiertas, como pretendía su adversario interno, el
intendente de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral.
u Chaco: la provincia que gobierna el radical Angel Rozas y que tiene a Elisa Carrió como
una de sus dirigentes más destacados fue el primer lugar en el que se constituyó la
Alianza. La interna del domingo terminó con casi un 90 por ciento a favor del
radicalismo.
OPINION
Cómo integrar fórmula sin
diluirse
Por Mario Wainfeld |
Un
hombre tuvo tres hijos: uno se enroló en la Legión Extranjera, otro se hizo monje
budista, el tercero fue vicepresidente de los Estados Unidos. Nunca volvió a saberse nada
de ninguno de los tres. El chiste, viejísimo, es contado por cuanto político o
analista norteamericano analice el rol del vicepresidente en el sistema político de ese
país que nuestro país ha calcado. Isabel Perón, Víctor Martínez, Alejandro Gómez
(¿el lector recuerda quién fue Alejandro Gómez o quién fue el candidato a
vicepresidente que acompañó a Horacio Massaccesi?). Nunca un vicepresidente argentino
tuvo poder en el gobierno, por decir poco.
¿Es suicida entonces la decisión de Carlos Chacho Alvarez? No lo parece, ya
que aspira a ser un vice como nunca hubo en un gobierno que tampoco tiene precedentes.
El radicalismo, hasta ahora, siempre fue renuente a integrar frentes electorales. El
peronismo siempre los formó pero con un marcado sesgo hegemónico. Uno de los precursores
de la Alianza, el fallecido dirigente frepasista Carlos Auyero, solía decir que un polo
mayoritario y dominante facilita la constitución de un frente: las minorías lo
engalanan, lo enriquecen y aún reciben réditos generosos en reparto de poder sin poner
en peligro la hegemonía del partido dominante. Un ejemplo histórico es el caso del
conservador Vicente Solano Lima, titular de un minúsculo partido quien fue premiado por
su adhesión al peronismo del 73 con un cargo simbólico... el de vicepresidente de
Cámpora.
La Alianza opositora es, desde el vamos, un intento diferente: el de dos fuerzas muy
asimétricas en estructura, características e historia pero con poder (y apetencias)
bastante similares. No los une el amor (un adhesivo muy poco eficaz en la política) sino
la necesidad mutua: ambos precisan del otro para ganar elecciones, como luego se
necesitarán para promover leyes en un congreso que les costará controlar.
Alvarez privilegia integrar la fórmula presidencial en vez de postularse como candidato a
la Jefatura de Gobierno porteño como quien se zambulle a una pileta: la de cogobernar con
el radicalismo. La decisión inversa hubiera generado un escenario monocolor del
radicalismo en el gobierno nacional y una apuesta del Frepaso a lavarse las manos de la
política nacional.
La opción del jefe del Frepaso es casi imposible de discutir si se aceptan sus propias
premisas, a partir de la conformación de la Alianza. Formar una coalición para llegar al
gobierno es sólo congruente con la decisión de gobernar. Eduardo Duhalde suele decir que
al cambiar peronismo por radicalismo los frepasistas y Alvarez mismo se divorciaron
de la esposa para casarse con la suegra. Parafraseándolo y discutiéndolo Alvarez
podría contestarle que asumir la decisión de formar la Alianza y luego sacarle el cuerpo
a la de gobernar es como escaparse del hogar conyugal con otra mujer y luego no hacer el
amor con ella. |
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