Por Ferran Sales desde Jerusalén
Cuando faltan sólo
10 días para que el presidente norteamericano Bill Clinton llegue a Israel para impulsar
el proceso de paz, manifestantes palestinos apalearon ayer miércoles a un soldado
israelí, horas después de que un palestino, Ossama Abu Ayshe, muriera apuñalado por un
extremista judío. Así se incrementaron las habituales tensiones existentes entre el
primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional
Palestina, Yasser Arafat. El incidente se produjo mientras los dos políticos mantienen
una guerra verbal en la que se acusan mutuamente de incumplir los acuerdos firmados el 23
de octubre en Wye Plantation, Maryland. Israel anunció que suspenderá el retiro de
tropas de Cisjordania, el territorio que según el acuerdo de tierras por paz
debe ceder a los palestinos.
El militar fue apaleado ayer por la mañana, en las cercanías de la ciudad cisjordana de
Ramala, donde tres centenares de estudiantes universitarios palestinos se manifestaban
reclamando la liberación de los presos políticos pactada en los acuerdos de Wye
Plantation. El coche del soldado, bloqueado en medio de la manifestación, fue apedreado y
su conductor desalojado a golpes, al tiempo que uno de los jóvenes manifestantes le
robaba el fusil de reglamento. Fue rescatado finalmente del lugar por un convoy del
ejército israelí, que salvó asimismo a un colono cuando estaba a punto de ser linchado.
El incidente provocó de inmediato una nota de protesta del ejército israelí, que ha
reclamado enérgicamente a la Autoridad Nacional Palestina la devolución del arma y la
apertura de una investigación que permita establecer exactamente lo sucedido. Este
episodio, en una carretera controlada por el ejército israelí, tuvo lugar pocas horas
después de que un palestino de 41 años, padre de seis hijos, fuera asesinado en el
barrio judeo-árabe de Abu Tor, en Jerusalén. Según la policía israelí, el autor del
asesinato podría ser un ortodoxo judío, responsable de al menos otras seis muertes de
ciudadanos árabes perpetradas en diferentes puntos de Jerusalén en los últimos ocho
meses. En el entierro del palestino asesinado se produjeron numerosos incidentes y seis
árabes resultaron heridos por el ejército israelí.
Netanyahu ha enviado en las últimas horas una carta al presidente Bill Clinton en la que
responsabiliza formalmente a Arafat de infringir los pactos firmados en Washington el
pasado 23 de octubre. Al afirmar que quiere proclamar unilateralmente un Estado
palestino el próximo 4 de mayo, Yasser Arafat incumple los Acuerdos de Oslo, en los que
se establece que el estatuto final de Cisjordania y Gaza debe ser definido por un acuerdo
negociado, asegura el jefe del gobierno israelí en la carta remitida al presidente
Clinton. Netanyahu denuncia también la falta de voluntad de la Autoridad Nacional
Palestina para convocar el Consejo Nacional (Parlamento) Palestino y anular en esta
asamblea las 29 referencias que la Carta palestina, o Constitución, hace a la lucha
armada contra Israel, tal y como se pactó en Wye Plantation. La carta lamenta por último
las continuas llamadas a la violencia que las autoridades palestinas están efectuando con
absoluto desprecio de los acuerdos de Washington, en los que se acordó el establecimiento
de un comité de vigilancia al respecto.
Por su parte, el ministro palestino de Planificación, Nabil Saath, manifestó que el
enviado especial de EE.UU. para la zona, Dennis Ross, va a regresar la próxima semana
para intentar solucionar el asunto de los prisioneros antes de la llegada de Clinton.
RUSIA PASARA EL INVIERNO SIN RECIBIR DINERO
DEL FMI
Primakov se quedó sin su aguinaldo
El
director del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus, anunció ayer al gobierno de
Yevgueni Primakov que su organización no liberará los 7700 millones de dólares que
Rusia pedía para entrar mínimamente solvente a 1999. Esto es un duro golpe para el
premier Primakov, quien contaba con esta suma para comenzar a redimir al menos
parcialmente la enorme deuda pública externa e interna. Camdessus admitió que la
suspensión se basaba en su falta de confianza en el compromiso ruso a la austeridad
económica, y subrayó que las condiciones básicas para el préstamo son un
presupuesto muy riguroso y una política fiscal dura para el año próximo.
No se puede medir la visita de Camdessus por la cantidad de dinero que trajo en la
valija, se consoló Primakov. Pero en realidad no obtuvo ni un solo kopek. El
premier reconoció que en las conversaciones no se discutió ninguna suma
específica para un préstamo. El Fondo ya había descartado de antemano cualquier
desbloqueo parcial del préstamo de 12.500 millones de dólares que el FMI le había
concedido a Rusia en junio pero que congeló por la devaluación del rublo de
septiembre. Esta negativa es extremadamente seria ya que Rusia necesitaba un
crédito mínimo para pagar los 4600 millones de dólares de intereses que ya le debe al
propio FMI. Sin embargo, los organismos internacionales no se convencen de la voluntad de
la dirigencia de Moscú de implementar economías rigurosas en su gasto
público.
El Fondo desconfía del presupuesto para 1999 que actualmente estudia la Duma (Cámara
Baja del parlamento ruso). Trascendió que se prevé un aumento del gasto público para
saldar las deudas (que llegan a más de 150.000 millones de dólares) del sector estatal.
Esto supondría un aumento de la emisión de papel moneda que podría acabar en una ola
inflacionaria. Como alternativa, el FMI exige una política de absoluta austeridad para
poder llegar a un acuerdo duradero. Ante las quejas Primakov de que no
podremos reestructurar la deuda ni obtener ningún otro crédito, Camdessus sólo
pudo responder que esperaba que 1999 fuera un año espléndido.
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