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Durante los años setenta, la izquierda peronista reincide en la lectura tercerista de la historia. Ahora el tercerismo se expresa como Tercer Mundo. El peronismo es tercerista porque es uno de los movimientos de liberación nacional del Tercer Mundo. Es tercerista porque abre un camino autónomo entre "los dos imperialismos", el soviético y el norteamericano. Esa vieja Tercera Posición que (con su infalible olfato pragmático) había propuesto Perón se conjura pasional y belicosamente con el concepto antiimperialista de Tercer Mundo, que arrasaba en los setenta entre lecturas de Fanon, Giap y Mao. Surge así la fama de visionario de Perón. Todo ya lo había previsto el viejo general. ¡Había inventado el Tercer Mundo en los cuarenta! ¿O no era la Tercera Posición la prefiguración impecable del concepto de Tercer Mundo? Recordemos que en los setenta muchos libros llevaban en su título el concepto Tercer Mundo. Era así: salían libros que se llamaban Marx y el Tercer Mundo, Capitalismo y Tercer Mundo, Ser social y Tercer Mundo. Una célebre revista de la época se llamó Antropología del Tercer Mundo. Si uno quería ponerle un título a algo, sólo tenía que añadirle Tercer Mundo o Dependencia y ya estaba. (Los ejemplos con dependencia son tan abundantes como los ejemplos con Tercer Mundo. Recordemos uno: Las luchas nacionales contra la dependencia. Se escribieron decenas de artículos titulados Dependencia y Tercer Mundo.) Y todo lo había inventado Perón con su posición famosa, la tercera. Que no era esto ni aquello, sino otra cosa. Hoy, Duhalde nos dice que Perón inventó también a Tony Blair. Hoy,
la Tercera Posición se lee como Tercera Vía. Y es el argumento más poderoso que Duhalde
utilizará en su campaña. La Tercera Vía es el capitalismo humanizado que había
propuesto el General. (Como vemos, la Tercera Posición siempre se acercó más al
capitalismo que al comunismo, ya que Perón nunca propuso un comunismo humanizado). Hoy,
Duhalde se piensa apoderar de los cuadros peronistas de la Alianza (esos que militan en el
Frepaso y están, no sin motivos, al borde de un ataque de nervios ante la perspectiva de
votar por De la Rúa) con el viejo cántico de la Tercera Posición, tan maleable, tan
práctica, que ahora resulta que, lejos de ser el belicoso concepto de Tercer Mundo de los
setenta, es la dulce y paliativa Tercera Vía de Tony Blair. Sólo resta una pregunta: al
Tercer Milenio, ¿no lo habrá inventado también Perón? Pronto Duhalde dirá que sí que
al Tercer Milenio lo inventó Perón, que es una nueva forma de la Tercera Posición y
que, por eso, será peronista. Es decir, suyo. |