Por Maximiliano Montenegro
 En el Palacio de
Hacienda quieren reservarle a Carlos Menem al menos una alegría, tal vez la última que
reciba de Economía en lo que queda de su gobierno. Con tres cuartos de la encuesta del
INdEC de octubre procesada, la desocupación muestra un retroceso que podría llegar al
12,5 por ciento, del 13,2 por ciento que registró en agosto pasado. A diferencia de lo
que se esperaba, no se explica principalmente por qué haya menos gente buscando empleo
sino que, según los datos, se crearon puestos de trabajo. La baja de la tasa es fuerte en
el Gran Buenos Aires, Santa Fe, Mar del Plata, La Rioja, Corrientes, Salta y Tucumán,
entre otras ciudades. De confirmarse la tendencia, Roque propone dejarle el anuncio de las
cifras definitivas al presidente Menem. Como octubre fue el mes en que la crisis
internacional más golpeó a la economía argentina, las cifras del INdEC contradicen el
sentido común. Por eso, en Economía trabajan para darle una explicación razonable a las
estadísticas.
El martes pasado, el director del INdEC, Héctor Montero, envió un memo secreto al
secretario de Programación Económica, Rogelio Frigerio, con las últimas cifras de
desocupación, de la encuesta de hogares de octubre, procesadas por el organismo oficial.
Computado el 75 por ciento de los aglomerados interior y el 70 por ciento de la encuesta
del Gran Buenos Aires, la desocupación en el nivel nacional se ubica entre 12,6 y 12,5
por ciento, frente al 13,2 por ciento de agosto y mayo último.
El memorándum, al que accedió Página/12, contiene un cuadro con tres columnas, con las
cifras de desocupación de octubre del ‘97, mayo del ‘98 y octubre del ‘98,
estas últimas todavía provisorias (ver cuadro). Montero obvió expresamente incluir la
encuesta de agosto pasado, ya que en el INdEC consideran que por haber sido la primera vez
que se realizó no es comparable con las ondas tradicionales de mayo y octubre.
Del documento oficial se desprende que también hay una disminución importante de la
desocupación en 13 de los 17 aglomerados urbanos con suficiente información procesada
hasta el momento. En el Gran Buenos Aires (Capital y partidos del conurbano) la baja es
bastante mayor a la que arrojaban cifras preliminares: del 14 por ciento en mayo a 13,4
por ciento en octubre. La localidad con la mayor caída de los índices fue Mar del Plata,
con 2,2 puntos menos de desocupación en relación a mayo y 4,8 puntos comparado con
octubre del año pasado. Para doble júbilo de Menem, también desciende fuerte en La
Rioja: más de 2 puntos porcentuales. Y no son despreciables las bajas en Santa Fe,
Corrientes, Tucumán, Salta y Río Cuarto. En el Gran La Plata y en Córdoba la tasa
aumenta levemente en relación a mayo, pero retrocede frente a octubre del año pasado. En
cambio, hubo incrementos de la tasa en Bahía Blanca, Concordia, Mendoza y Rosario.
Página/12 informó el 18 de noviembre pasado que el primer informe recibido por Economía
sobre los datos de octubre para el Gran Buenos Aires, ya anticipaba una leve baja de la
desocupación. Entonces, en el Ministerio estaban convencidos de que la misma se explicaba
porque había menos gente buscando empleo, desalentada por las escasas oportunidades de
hallarlo, en especial en medio de la crisis. Sin embargo, Montero sorprendió cuando
notificó que a nivel global no habría una reducción de la gente que sale a buscar
empleo (la tasa de actividad estaría apenas una décima arriba del último registro) y
que la tasa de empleo habría aumentado. Es decir, a diferencia de lo que ocurrió en
agosto, habría una creación neta de puestos de trabajo.
El miércoles, mientras Roque participaba de la gira de Menem a Japón, Frigerio se
comunicó telefónicamente con su jefe para contarle la buena nueva. El ministro no dudó:
“Si esto se confirma, hay que dejar que los datos los anuncie el Presidente”,
afirmó. Pero “aseguráte de encontrar una explicación lógica para el aumento del
empleo”, ordenó. El jueves, Frigerio mantuvo una reunión con la plana mayor del
INdEC y un selecto grupo de técnicos para intentar develar lo inexplicable: cómo es
posible que haya habido más empleo en octubre, justo el peor mes de la crisis, a juzgar
por los indicadores de producción industrial, ventas y créditos. Allí se escucharon, de
boca de los expertos, los más diversos argumentos, algunos por demás curiosos:
u “Pese a las dificultades, La construcción y el sector automotor no expulsaron mano
de obra”, aseguraron. Los encuestadores del INdEC preguntan si la persona buscó
empleo “activamente” en la última semana. Si el encuestado responde
negativamente, no es considerado un desocupado. Y por lo tanto, las estadísticas del
organismo no registran un hecho elemental como ser: las 25 mil suspensiones anunciadas por
el sector de terminales automotrices y autopartistas en los últimos meses.
u “La tasa de actividad disminuyó más en las ciudades del interior del país, en
las que se redujo la desocupación, que en el Gran Buenos Aires, que por su peso es
determinante en los datos del total del país”.
u Sobre este dato, incluso, se llegó a esbozar una interpretación optimista: “Es
posible que haya más jefes de hogar empleados, y entonces los perceptores secundarios del
ingreso (cónyugues e hijos) se retiren del mercado laboral”, comentó un técnico.
u La interpretación que más podría ajustarse a la realidad la comentó al pasar el
propio Montero: “Mirá el caso de Santiago del Estero. Después de tantos años de no
hallar trabajo mucha gente ni siquiera sale a buscar”, dijo, mirando a Frigerio.
Alguien comentó, en tono de broma, que justo éste no era el ejemplo más feliz, dada la
fama de haraganes que se endilga a los santiagueños en el interior.
Ninguna de las interpretaciones convence a Frigerio. Por eso, fijó una prioridad en su
Secretaría: encontrar una justificación a los números, para que no suene tan grosera la
contradicción con la realidad que percibe la gente.
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indiscreta |
Eran las 2 de la tarde del martes 24 de noviembre. El dictador Emilio Massera
estaba terminando su declaración ante la jueza María Servini de Cubría. La magistrada
interrumpió el interrogatorio, salió de su despacho y bajó un piso. Fue vista
ingresando a la oficina de Luisa Riva Aramayo, la camarista más cercana al Gobierno de
ese tribunal. Cuando volvió frente al ex almirante, la “Chuchi”, como le dicen
a la magistrada en el Palacio de Justicia, comunicó que la declaración había pasado a
ser indagatoria y que iba a quedar detenido. 
Hace varios días que Eduardo Duhalde juega a los acertijos
con el nombre del político que lo acompañará en la fórmula a precandidato
presidencial. Pero un colaborador suyo lo dejó pagando durante el acto que el gobernador
justicialista realizó hace unos días en Salta junto a su par Juan Carlos Romero. Fue
cuando marcó presurosamente el celular y blanqueó a quien estaba del otro lado de la
línea los deseos de su jefe. “Por favor, decile al Lole que nos llame urgente”,
dijo todo colorado al darse cuenta que a menos de un metro se encontraba el enviado
especial de Página/12. Carlos Reutemann por ahora sigue manteniendo un riguroso silencio
de radio.
Se lo vio lo más campante alojado en el Metropol, uno de los
hoteles más recomendados de San Miguel de Tucumán. Dice que fue a interiorizarse de una
causa de su cliente, el gobernador Domingo Bussi, señalado por la desaparición de una
nena y por la posesión de cuentas en Suiza. Pero no fue la única tarea que realizó
Pedro Bianchi en esa provincia del norte. El abogado preferido de los represores y quien
defendió al nazi Eric Priebke también visitó a Jorge Miguel. Se trata de uno de los
camaristas que se encargaría de revisar las causas que involucran a Bussi. Bianchi, de
todos modos, tiene su coartada. Se presentará como el abogado defensor del hijo de
Miguel, Andrés, quien está detenido acusado de asesinato.
El Grupo de los Cinco ya había terminado su conferencia de
prensa del jueves pasado en el hotel Bauen y Rodolfo Terragno comía un tostado con una
gaseosa dietética junto a dos colaboradores mientras insistía en la necesidad de parar
la ofensiva del Gobierno por comprometer el presupuesto más allá del ‘99. El tema
lo tenía preocupado a tal nivel que la noche anterior ya había sufrido un pico de
presión cuando lo debatía en la Cámara de Diputados. Sigilosamente, entonces, entraron
en el restaurante del hotel el jefe de campaña del orteguismo, el diputado Mario Das
Neves, y el sindicalista Saúl Ubaldini, compañero de fórmula para la gobernación de
Osvaldo Mércuri. Los dos fueron derecho hacia un salón apartado, pero Ubaldini, de
llamativa campera verde, vio a Terragno y su amabilidad pudo más que las ganas de pasar
desapercibido. “¿Cómo te sentís?”, le preguntó al radical. “Muy bien,
gracias por preocuparte”, respondió Terragno. “No, por favor, para cualquier
cosa que necesites”, se ofreció Ubaldini antes de volver a su reservada reunión,
lejos de las miradas indiscretas.
El joven abogado del dictador Emilio Massera, Miguel Arce
Aggeo, no parece tener una buena imagen de los jueces del fuero federal, entre los que se
encuentran dos que deben juzgar a su defendido por el robo de bebés durante la dictadura.
Además de un recorte de diario con la primera foto que se publicó de él, debajo del
vidrio de su escritorio –en su estudio del barrio de Congreso– tiene un
cartelito que dice: “El primo Juan José (sic) tiene un piso en Barrio Norte, un
coche último modelo, viaja frecuentemente, no paga impuesto a las ganancias. El es...
JUEZ FEDERAL”.
Los actos fallidos pueden filtrarse hasta en el más iracundo
de los reclamos. Por lo menos eso es lo que parece haberle sucedido a Antonio Erman
González al escribir el texto de la carta documento que envió a Domingo Cavallo el
pasado 30 de noviembre, protestando por los “agravios” recurrentemente
proferidos por el ex ministro y diputado respecto de la responsabilidad que le cabría al
actual ministro de Trabajo por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. “Implica
de su parte una exceso grave al límite de la inmunidad de expresión contenida en el
artículo 68 de la Constitución Nacional por cuanto esa ofensa no tuvo su origen en el
marco de su actividad como diputado sino durante el acto de su campaña política como
futuro presidente y desde la provincia de Córdoba”, afirma el texto de la carta.
Cavallo se debe haber alegrado con el “reclamo”. |
| Claves El
director del INdEC envió al Ministerio de Economía un memo secreto, al que accedió
Página/12, con los últimos datos de desocupación procesados por el INdEC,
correspondientes a la encuesta de hogares de octubre.
Revela una baja en la tasa en 13 de los 17 aglomerados urbanos
en los que se cuenta hasta el momento con suficiente información.
Hay bajas importantes en Gran Buenos Aires, Mar del Plata,
Santa Fe, Tucumán, Corrientes, Salta, La Rioja y Río Cuarto, entre otros.
Las cifras, según el INdEC, no se explican sólo porque hay
menos gente buscando trabajo sino también porque aumentó el empleo. En Economía quieren
trabajar contra reloj para encontrar una justificación razonable a los números.
Enojo con el mensajero
Preocupados por cuidar que el anuncio de la baja de la
desocupación no fuera empañado, en el Ministerio de Economía se molestaron cuando
Página/12 publicó el sábado que los últimos datos de distribución del ingreso
muestran que la concentración es cada vez más notoria. Según las cifras del INdEC,
correspondientes la encuesta de agosto, hoy el décimo más rico de la población se
apropia del 37,3 por ciento de la torta del ingreso, frente al mísero 1,5 por ciento que
recibe el décimo más pobre. Así se marcó un record en la concentración nunca visto
desde que se elabora esta estadística a principios de los años setenta. Las iras se
dirigen al director de publicaciones del organismo, Néstor Kwasyna, quien sólo cumplió
con su deber de poner a disposición del público una estadística que no es secreta. El
problema es que Economía no había recibido ningún informe previo con las cifras. |
SUBRAYADO
Roque, Ruete y el paquete
Por Julio Nudler |
El ultraliberal Consejo
Empresario Argentino tiene un vicepresidente (y ex presidente) que desdeña a Roque
Fernández por ser “un técnico sin capacidad política”. Enrique Ruete Aguirre,
uno de los lobistas que más cerca estuvo siempre de Carlos Menem, reivindicó, también
días pasados, a Domingo Cavallo porque, en contraste, “tenía más fuerza para mover
las cosas”. Cualquiera recuerda aquella vez en que el cordobés trató públicamente
de “chupamedias” a Ruete, y cualquiera sabe que éste es la máxima figura de un
grupo, el Roberts, vendido a un banco chino como parte de la generalizada
extranjerización financiera.
El triunfo de Fernando de la Rúa en la interna de la Alianza atenuará la presión del
establishment sobre el menemismo agonizante porque reduce su ansiedad por atarle las manos
al futuro gobierno. No obstante, esa presión no desaparecerá, ya que se trata de
reasegurar negocios a veces a medio atar. Es el caso del reclamo de Ruete por una ley de
obras sociales. Teniendo en el grupo una prepaga como Docthos y una supuesta obra social
de empresa como OSDO, desde hace dos años el Roberts busca ingresar como sea al negocio
de la salud masiva para capturar los aportes salariales. Como suele ocurrir, los planteos
de política económica suelen arropar negocios muy concretos que se desea atrapar.
Para estrechar el cerco sobre los políticos se recurre como de costumbre al Fondo
Monetario Internacional, que estos días monitorea las cuentas de Hacienda. Buscando
quitarle margen de maniobra al actual, pero sobre todo al próximo gobierno, se impulsa la
imposición de la “convertibilidad fiscal”, una expresión que en sí misma
carece de sentido y que en realidad consiste en el conocido principio de caja, ya vigente
para la seguridad social. A la prohibición de emitir pesos sin contrapartida de dólares
se le quiere añadir la prohibición de gastar sin contrapartida de ingresos tributarios,
lo que se traduce en una veda a la emisión de deuda adicional.
Este corsé les interesa a los acreedores para asegurarse la solvencia del país, pero
está contraindicado en casos de recesión, cuando es preciso que el fisco inyecte
recursos extra a la economía para estimularla. De lo contrario puede caerse en un
círculo vicioso de descenso en la actividad y consiguiente merma en la recaudación de
impuestos, como está ocurriendo ahora precisamente. Que el fisco no pueda actuar
contracíclicamente agrava la dependencia respecto de los caprichosos movimientos de
capitales, de lo que sólo sus operadores salen ganando. |
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