Ausentes cuando se trata de votar
En las últimas elecciones estudiantiles de la UBA, sólo se presentó a votar el 34 por ciento de los 217 mil alumnos. Los dirigentes hacen su autocrítica y arriesgan explicaciones. |
Por Marina Caporale La política no está entre las preferencias de los estudiantes. A pesar del despliegue de afiches y panfletos que esgrimen las agrupaciones, cuando se trata de elegir a sus representantes los alumnos dicen "ausente". En la UBA, las recientes elecciones para centros de estudiantes --que son optativas-- revelaron bajísimos niveles de participación: sólo votó el 34 por ciento de los 217 mil alumnos. ¿Falta de representatividad? Según los dirigentes estudiantiles, incredulidad generalizada hacia la política. En 1986, el 11 por ciento de la población de la universidad porteña participaba en los centros estudiantiles; diez años después la cifra cayó al 1,8 por ciento, de acuerdo con una investigación de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Desde los nuevos centros de estudiantes, los presidentes hacen un mea culpa: "Está en nosotros poder recuperar el interés de los alumnos. Tenemos que incentivar la movilización". Un virtual ranking de participación entre las unidades académicas de la UBA posiciona a Exactas, con apenas un 21,6 por ciento de votantes, en el último puesto. Le sigue Ingeniería, con el 27 por ciento. Incluso Ciencias Sociales y Filosofía y Letras, consideradas entre las más politizadas, apenas alcanzaron índices del 32 y 33 por ciento, respectivamente. El record de participación --el 62 por ciento-- le correspondió a Odontología. "Todos los partidos dicen lo mismo y uno no sabe a quién creerle", protesta Cecilia Guerín, alumna de Filosofía. Ella no votó porque "los supuestos representantes estudiantiles no estudian y los que estudiamos no tenemos tiempo de participar". Pablo De Ferrari, a punto de terminar Diseño Gráfico, todavía tiene esperanza: "Yo siempre voto. En algún momento va a ganar alguien que realmente haga lo que promete". El diputado Guillermo Estévez Boero, titular de la FUA en los años `50, sostiene: "El énfasis del debate universitario está puesto en la utilidad de una carrera como chapa para obtener un mejor sueldo. Y eso no moviliza a los jóvenes". Para intentar explicar el desencanto, sobran los argumentos. "Los funcionarios ignoran los reclamos de los ciudadanos y eso desprestigia la política. La franja juvenil es la que menos confianza tiene. Cree que nada va a cambiar", afirma Diego Berardo, de Psicología, donde votó el 31 por ciento de los 14 mil alumnos, 21 puntos menos que en 1996. Desde la presidencia del centro de Ciencias Sociales, Alejandro Macció coincide: "Después de tanto menemismo y repugnancia, la gente se alejó de la política. Hay desmovilización y cada vez cuesta más hacer una actividad masiva", reconoce. "La diferencia entre el país y una universidad es que, si se organizan actividades concretas, más allá de cualquier ideología, los estudiantes apoyan las iniciativas", arriesga Patricia Ceriani, desde Arquitectura. En esta facultad, la participación alcanzó al 40 por ciento. "Muchas veces los chicos están haciendo la cola para votar y cuando se enteran de que no son obligatorias se van", cuenta Adrián Arimay, reelegido titular del centro de Farmacia, donde votó el 40 por ciento del padrón, aunque sólo se presentó la Alianza, al igual que en Odontología. "Esta facultad es muy apolítica, pero logramos que los alumnos se interesen más que otras veces", dice Sebastián Sturno Schmidt, el nuevo presidente. El caso de Derecho parece contradictorio. Según Mariano Heller, a cargo del centro, "los alumnos están bastante comprometidos con la política". Pero únicamente votó el 52 por ciento de los 30 mil alumnos. Para Emiliano Yacobitti, de Ciencias Económicas, el secreto está en la campaña electoral. Su lema fue: "Votá a cualquiera, pero por lo menos votá". Si bien se logró el porcentaje más alto de votos desde el `83, apenas participó el 34 por ciento del padrón. Agronomía y Veterinaria comparten el antepenúltimo puesto, con un 28 por ciento de votantes. Y Medicina sólo las superó por seis puntos. (Informe: Paula Sarandría)
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