Por Romina Calderaro
Los integrantes de
la Comisión de Acuerdos del Senado resolvieron no tratar hoy los pliegos de ascenso de 28
militares cuestionados por los organismos de derechos humanos por haber estado
involucrados al terrorismo de Estado. Esos ascensos fueron solicitados por el Ejército y
avalados por el Poder Ejecutivo. En su edición del domingo, Página/12 publicó que entre
los propuestos se encuentra el teniente coronel Aldo Héctor Martínez Segón, quien fue
señalado como uno de los partícipes en la denominada Masacre de Margarita Belén, en la
cual entre trece y veintiún presos políticos fueron asesinados en 1976 pretextando un
intento de fuga. Además, señaló a dos oficiales que participaron de los alzamientos
carapintadas de la década del ochenta: Horacio Losito y Enrique Guillermo Rivas.
Ayer, los senadores prometieron estudiar en profundidad los casos que
recibieron objeciones y posponer su decisión hasta entonces. Hoy vamos a tratar el
ascenso de aquellos militares que no fueron señalados por los organismos. Para los otros
vamos a esperar hasta estudiar a fondo los legajos, explicó el radical Leopoldo
Moreau, integrante de la comisión.
Los ascensos que la comisión va a evaluar hoy, y que no fueron cuestionados, son 86. Un
total de 28 pliegos recibieron objeciones de diferentes organismos de derechos humanos (el
Centro de Estudios Legales y Sociales, la Subsecretaría de Derechos Humanos). Este diario
publicó los antecedentes de algunos de estos hombres: además de Martínez Segón, Losito
y Rivas, en la lista figura el teniente coronel Julio César Navone. Un hombre con ese
apellido, pero sin el nombre, figura en el legajo 3623 del la CONADEP. Se solicitó
también el ascenso de Oscar Nicolás Quiroga, quien fue imputado (aunque luego
desafectado) en la causa en la investigación por el estallido de la Fábrica Militar de
Río Tercero. Quiroga era el subdirector, y estaba a cargo del edificio en el momento de
la explosión.
La lista continúa, ya que la nómina que el Ejecutivo envió al Senado comprende a varios
tenientes coroneles que a principios de la década del 70 realizaron cursos en la Escuela
de las Américas, donde recibieron entrenamiento muchos futuros dictadores y torturadores
de distintos países.
No vamos a tratar los casos objetados, dijo el justicialista Omar Vaquir, y
agregó que van a estudiar caso por caso los antecedentes de los militares
cuestionados. Lo que vamos a tratar hoy son los pliegos de aquellos que ya hayan
sido ascendidos al menos una vez desde que en el país se reinstaló la democracia, en
1983, finalizó.
El radical José Genoud, también integrante de la Comisión de Acuerdos, explicó que la
Alianza y el PJ se pusieron de acuerdo para no tratar los casos problemáticos
y aventuró que no cree que se vuelva a hablar del tema hasta marzo del año próximo.
Aclaró, como el resto, que todavía no hemos podido estudiar en profundidad sus
antecedentes. Lo que ninguno dijo es que entre los asesores de la Comisión de
Acuerdos hay otro acusado por la masacre de Margarita Belén, el coronel (R) Amado Hornos.
HOY ES LA MARCHA ORGANIZADA POR LAS MADRES
Un día para la resistencia
Contra la impunidad y la falta de trabajo, combate y resistencia. Esta será
la consigna de la 18ª Marcha de la Resistencia que comenzará hoy a las 18 en la Plaza de
Mayo. Hasta mañana a la misma hora, la Pirámide estará rodeada de pañuelos blancos y
jóvenes con pancartas pidiendo cárcel perpetua para todos los responsables de
violaciones a los derechos humanos. En la Plaza vamos a estar los que creemos que la
revolución es el camino para recuperarse, aseguró la presidenta de la Asociación
de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Como todos los años a principios de diciembre, los organismos de derechos humanos
coparán la Plaza por un día. Una murga, un grupo de teatro, cientos de
velas, siluetas recortadas en papel y fotos de los desaparecidos sorprenderán el jueves a
los oficinistas del centro. Este año hay más pobreza, más hambre y más
desocupación, por eso va a ir más gente, aseguró Bonafini. Este año, además, la
marcha se realizará en un contexto distinto. La detención de los dictadores Emilio
Eduardo Massera, Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochet seguramente no pasará inadvertida
por los asistentes a la movilización.
Para Bonafini decir que los dictadores están presos es hipócrita, porque,
según afirma, todo es un arreglo para que se queden en su casa tranquilos y para
obstruir el trabajo de Garzón. Esta marcha puede ser distinta porque se está
empezando a ver la punta del ovillo de la justicia acá y en el extranjero, afirmó
Mabel Gutiérrez, de Familiares de Desaparecidos, aunque también relativizó que Videla y
Massera estén realmente presos. Carlos Perro Santillán; Hugo Basile,
representante de HIJOS del Alto Valle y Neuquén; Ligia Centurión, ex diputada paraguaya
y Bonafini hablarán el jueves en el cierre.
El ritual de la marcha de la Resistencia se inició en 1981. Al año siguiente la policía
no permitió que los manifestantes entraran en la Plaza, pero la marcha se hizo igual.
Fue gloriosa, por la cantidad de gente que fue, recordó Gutiérrez. La
tercera se hizo pocos días antes de la asunción de Raúl Alfonsín. Fue muy
especial porque había mucha alegría pero después la gente se bajoneó mucho,
aseguró. En la época de Alfonsín estuvimos bastante solas porque la gente se
creyó que la cosa estaba arreglada pero cuando se dieron cuenta de lo que pasaba
volvieron con las Madres, afirmó Bonafini. Para Gutiérrez, desde la aparición de
Adolfo Scilingo hubo un repunte en la convocatoria en torno de los derechos humanos.
Se pensaba que el tema estaba acabado pero no era así, está muy instalado.
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