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 Los
pinochetistas gastaban ayer sus últimos cartuchos, en previsión de un fallo inminente de
Gran Bretaña en contra del ex dictador. Fuentes judiciales españolas dijeron ayer a
Página/12 en Francia que el gobierno británico ya habría resuelto confirmar la prisión
de Pinochet y que la decisión será anunciada mañana en lugar del viernes, como estaba
previsto. Al parecer, la Audiencia Nacional española habría pedido al ministro del
Interior británico Jack Straw que le avisara con dos días de anticipación sobre su
decisión, a fin de poder apelarla si el fallo era a favor del ex dictador, y la
confirmación –de acuerdo con este pedido– les habría llegado ayer.La presión de los pinochetistas se redobló ayer en Londres. Mientras unas 100 viudas y familiares de policías y soldados muertos en el golpe de Estado de 1976 marchaban a 10 Downing Street para entregar una carta con 200.000 firmas al gobierno británico reclamando la liberación de Pinochet, Pablo Longueira, presidente del partido derechista chileno UDI (Unión Democrática Independiente), denunció que Lord Hoffman, que inclinó la balanza de la decisión que negó inmunidad al ex dictador, es presidente de una subsidiaria de Amnesty International, lo que lo vuelve juez y parte en el proceso. Un portavoz de Amnesty confirmó que Hoffman es uno de los directores de Amnesty International Charity Information, pero estimó que “si el equipo de Pinochet saca a relucir esto, es señal de que están desesperados”. Coincidiendo con la llegada de la delegación de viudas y familiares, el diario The Guardian publicó ayer que Lord Hoffman preside desde hace años el fondo caritativo de Amnesty. El diario afirmó que la organización ha confirmado por escrito a los abogados de Pinochet que Hoffman es uno de los dos directores del organismo, pero puntualizó que la labor del magistrado nunca ha estado vinculada con la campaña por la extradición del general. Previamente, los abogados del ex dictador habían presentado una protesta al ministro del Interior Jack Straw por el hecho de que la esposa de Hoffman, Gillian, trabaja para Amnesty en Londres. Según The Guardian, los abogados de Pinochet quieren presentar en el proceso estos vínculos de Hoffman como prueba de que la decisión de la Cámara de los Lores del 25 de noviembre fue “ilegal”, debido a la presunta parcialidad del lord. El diario afirma que “si bien la organización insiste en que el trabajo de Lord Hoffman con la institución de beneficencia no tiene relación con su campaña para que Pinochet sea extraditado a España, las revelaciones no podrían venir en un peor momento”. Hoffman, emigrante sudafricano de 64 años, fue el magistrado que el mes pasado desempató la igualdad de 2 a 2 en el Comité Judicial de la Cámara a favor de desestimar la inmunidad al ex dictador. De acuerdo con expertos legales, esa decisión es ahora inapelable, pero la presentación de los pinochetistas parece más bien apuntada a sumar presiones políticas para que Straw libere al dictador. Los jueces británicos están comprometidos por ley a ser imparciales, pero no están obligados a develar actividades paralelas cuando éstas no son remuneradas y tienen carácter privado, como es el caso con Hoffman. Por otra parte, Amnesty informó que también Lord Bingham, quien había declarado la inmunidad de Pinochet que luego revirtieron los lores, colaboró con la organización, sin que eso lo inclinara en contra del ex dictador.
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