Durante más de medio siglo, la empresa del tío Walt tuvo el monopolio del cine de animación. La compañía de Steven Spielberg y Warner se metieron en el negocio, y la cosa está que arde. El viernes 18 Dreamworks lanza otro desafío con el estreno de El príncipe de Egipto.
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Por Claire Armitstead La guerra de los dibujos animados está al rojo vivo y promete ponerse peor. Hormiguitaz, la primera película animada de Dreamworks, sobrepasó ya en Estados Unidos la marca de recaudación de 67 millones de dólares que ostentaba Beavis & Butthead do America, y así se convirtió en el film animado más exitoso de la historia... que no perteneciera a los omnipresentes estudios Disney. Antz es el primer disparo en una batalla que determinará si Disney puede mantener el monopolio que sostiene desde 1937, cuando Walt y compañía estrenaron Blancanieves y los siete enanitos. Para poner las cosas en claro temporariamente, la película de insectos de Disney, Bichos, llegó esta semana al primer puesto de recaudaciones en Estados Unidos. Pero la empresa de Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen prepara un nuevo golpe maestro llamado El príncipe de Egipto. La globalización deviene en que esta guerra del negocio estadounidense se convierta en internacional; en la Argentina coexisten en cartelera Hormiguitaz y Bichos cuyos responsables cruzan acusaciones de plagio, ya se estrenó Anastasia, del tercero en discordia, Warner, y al comenzar 1999 se estrenará El príncipe..., la biografía animada del profeta bíblico Moisés. Este film es un viejo sueño de Spielberg, que empezó su batalla personal contra el imperio hace ya muchos años, con los films del dinosaurio Pie Pequeño. Pero el hombre clave en el conflicto es Katzenberg, ejecutivo de Disney que en 1994 dejó los estudios en términos más que amargos y fundó con Sipelberg y Geffen la compañía que empezó la guerra. Disney dice que él robó la idea de Bichos, que derivó en Hormiguitaz. El dice que fue al revés: que Disney lo echó para quedarse con el proyecto. Los jefes de Dreamworks están encantados por el éxito de Antz, pero saben que la hora de la verdad comenzará a llegar el próximo viernes 18, cuando se estrene en Estados Unidos El príncipe de Egipto, que luego saltará al resto del mundo. Con un presupuesto estimado en 100 millones de dólares. La intención de Katzenberg fue conseguir que la película pareciera dibujada por Gustave Doré, el ilustrador francés del siglo XIX. Según el ejecutivo, la cuestión es simple: Disney hace dibujitos animados. Dreamworks hace películas animadas. Creo que El príncipe... no se parece a ninguna película animada que se haya hecho antes. Sesenta años atrás, Walt Disney tomó una técnica llamada animación y eligió contar, en largometraje, un cuento de hadas. Y porque él era el único usando la animación, hoy parece que esa técnica perteneciera exclusivamente al género cuentos de hadas para niños. La idea de tomar la técnica de la animación para contar cualquier tipo de historias, no sólo cuentos de hadas, sencillamente nunca había ocurrido antes, argumenta Katzenberg. Eso es bueno y malo. Lo bueno es que se puede llevar al público a lugares completamente nuevos, donde nunca estuvieron antes. Lo que asusta es que cuando uno trata de hacer algo diferente tiene que conseguir que la gente abra su mente, que entren al cine y vean una película de John Ford animada, una de David Lean, hasta una de Spielberg. Fue Spielberg, precisamente, quien tuvo la idea original para el film. El dijo: Por qué no hacemos Los diez mandamientos, y los tres dijimos que si empezábamos Dreamworks, ésa sería nuestra primera película animada. Era una historia poderosa, profunda, importante para la herencia y la tradición cultural de dos tercios de la población del planeta. Sin embargo, El príncipe de Egipto no es la historia más fácil de vender para el público de los noventa. Trivializar la narración y los personajes usando los lazos con cadenas de comidas rápidas que tradicionalmente ayudaron a vender películas infantiles no estaba en la mente de los productores. Esta historia no es nuestra, enfatiza Katzenberg. No tenemos el derecho como contadores de historias de hacerlo de cualquiermanera. Walt Disney tomó estos cuentos y los rearmó para convertirlos en cuentos de hadas con final feliz. Yo hice La Sirenita con Disney. En el original era una historia horrible, depresiva. Katzenberg reconoce que hay mucha preocupación por el éxito o el fracaso de El príncipe.... No es todo o nada para Dreamworks. Tiene implicaciones financieras, pero es más importante desde el punto de vista emocional, porque fueron cuatro años de pasión y trabajo duro. Va a ser devastador si no funciona. Pero es posible: es una película muy arriesgada. Cuando entré a Disney en 1984, el estudio tenía una tradición de 60 años, edificios, tecnología y cientos de artistas. Dreamworks empezó con nada, ni siquiera con un lápiz. Por eso, precisamente, Hormiguitaz anticipó a El príncipe de Egipto en los cines. Katzenberg quería que la liviana y simpática historia de las hormigas saliera antes. El problema es que Disney asegura que Katzenberg robó la idea cuando dejó sus estudios. Para Steve Jobs, cofundador de Apple Computers y uno de los socios de Pixar Animation que hizo Bichos en coproducción con Disney, todo es muy claro. Jeffrey sabía todo sobre Bichos cuando se fue de Disney. Además, Disney insiste en que Katzenberg no cumplió su contrato cuando se fue en agosto de 1994, después de que el presidente de la compañía, Michael Eisner, le negara el segundo puesto en los estudios. En los diez años de Katzenberg en el estudio, transformó las operaciones cinematográficas llevándolas de 244 millones de dólares de ganancias en 1984 a la increíble cifra de 4,8 billones en 1994, gracias a éxitos como Aladdin y El Rey León, la película más taquillera que se haya hecho. El contrato de Katzenberg incluía una cláusula que lo hace acreedor del 2% de los beneficios. Pero Disney dice que no le corresponden, porque abandonó la compañía dos años antes de que expirara el vínculo. Aunque el asunto está en tribunales, Katzenberg asegura que él es la parte perjudicada. Tenía un contrato, quise cumplirlo y ellos me prometieron que recibiría lo que merezco, dice. Necesitaba el dinero, porque los primeros 100 millones de dólares de los 2 billones de costos que se necesitaban para empezar Dreamworks vinieron de los tres fundadores. Conseguir 33 millones no fue un problema para Spielberg o Geffen (que de manager de Crosby, Stills & Nash en los 60 pasó a tener su propia discográfica). Pero era difícil para Katzenberg. La disputa tuvo mucho impacto en la comunidad de los animadores de Hollywood. Antes compartían ideas y se ayudaban entre sí, pero ahora ocultan sus proyectos celosamente. Al mismo tiempo, Dreamworks reclutó a los mejores hombres de Disney y los salarios subieron vertiginosamente. Construir un lugar de trabajo tan importante como el de Dreamworks en sólo cuatro años era algo destacable, establecer el primer estudio nuevo de Hollywood en 59 años era un proyecto increíble. No estoy seguro de que el resto del mundo entienda lo que estamos tratando de hacer, lo ambicioso que es tratar de empezar un estudio, se ríe Katzenberg. La compañía está rodeada de rumores que indican que están escasos de fondos. Pero Rescatando al soldado Ryan y Hormiguitaz consiguieron el dinero para sobrevivir. Katzenberg admite que al principio las expectativas eran demasiado altas. Vamos a presentar menos productos de los que pensábamos, pero estamos orgullosos de nuestra producción. El pacificador recaudó 130 millones alrededor del mundo. Un ratoncito duro de cazar 140 millones, y Amistad bastante más. No son películas que destruyantaquillas, pero me siento estúpido pidiendo disculpas por no hacer películas que cuestan 100 millones de dólares. Geffen es uno de los tipos más emprendedores de Hollywood. Sin duda Steven es el soñador más grande de nuestro tiempo y yo soy un constructor, es lo que hice toda mi vida. Steven lo explica mejor que yo. Dice la mejor promesa para Dreamworks es que cada uno hace que el otro sea un poco mejor. Y creo que eso es cierto.
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