Por Raúl Kollmann
La iraní Nasrim
Mohtari sigue negando todo, aunque por primera vez aceptó que conoce al brasileño Wilson
Dos Santos. Al finalizar la tercera y última de las jornadas de la indagatoria, la mujer
deja la pelota en el campo de los investigadores: ellos tendrán que probar que Mohtari
tiene alguna relación con los atentados o que por lo menos tenía vinculación con el
grupo que los hizo. La clave ahora estará en lo que diga el brasileño Wilson Dos Santos,
quien va a ser interrogado en Brasilia la semana próxima. Las contradicciones y las
acusaciones cruzadas son la esperanza fundamental del secretario de la Corte, Esteban
Canevari, y el juez Juan José Galeano que investigan respectivamente el primero y segundo
atentado.
Anoche corrieron algunos rumores de que Mohtari quedará en libertad por falta de mérito
en relación con la causa del atentado contra la embajada de Israel. Sin embargo, según
señalaron fuentes judiciales a este diario, lo más probable es que la mujer quede entre
rejas por un buen tiempo. Todo indica que dentro de unos días será conducida ante el
juez Galeano, que la interrogará por su supuesta vinculación con el ataque contra la
AMIA, recién después va a declarar su ex amante, posteriormente se hará una
confrontación de ambas declaraciones y al final de todo ese proceso se va a tomar una
decisión.
Ayer, Mohtari aceptó identificar unas 20 fotos, pero respecto de las pocas personas que
reconoció sólo dijo que eran amigos o conocidos de cuando estuvo en la Argentina entre
1987 y 1992. Sobre el atentado o el grupo terrorista dijo que no sabe nada de nada.
El centro de la escena se trasladará ahora al trámite iniciado para interrogar al ex
amante de la mujer, el brasileño Wilson Dos Santos. Este taxy-boy es una pieza clave de
toda la trama porque concurrió a los consulados de Argentina, Brasil e Israel en Milán
para avisar de la posibilidad de que se produzca un segundo atentado. El ataque
efectivamente se produjo 15 días después, cuando un coche-bomba provocó 86 muertos en
la AMIA. Dos Santos estaba relacionado con Mohtari e incluso se dice que seguían
conviviendo en Milán cuando el brasileño dio la voz de alerta sobre el atentado contra
la AMIA. En sus primeras declaraciones, Mohtari ni siquiera reconoció claramente su
vinculación con Dos Santos pero según lo que se informa en el país vecino, el
brasileño va a ratificar lo que dijo en 1994, es decir que era amante de Nasrim, que
ésta le contó su vinculación con los terroristas y le mostró una valija con tres
millones de dólares destinados a pagar el segundo atentado. Pese a este anticipo, lo
cierto es que las autoridades de Brasilia todavía no se comunicaron con el juez Galeano
para avisarle que puede viajar a hacer el interrogatorio. Están dando muchas
vueltas. Parece que quieren ver qué dijo Mohtari aquí y recién después permitirán que
le hagamos preguntas a Dos Santos, protestaba anoche un hombre de los tribunales de
Comodoro Py.
La SIDE la había matado
Por R.K.
La causa AMIA tiene un expediente paralelo poco
conocido: se llama el Legajo Tres, y agrupa todo lo que tiene que ver con Nasrim Mohtari y
su ex amante, el brasileño Wilson Dos Santos. En los cuerpos de ese expediente hay un
informe llamativo, realizado por la SIDE. El paper indica que la iraní Nasrim Mohtari
murió en 1996 en un enfrentamiento con hombres de la Policía Bonaerense en Mar del
Plata. Cuando se creó la Unidad Antiterrorista (UA), que conduce el comisario Jorge
Palacios, éste decidió investigar los hechos. Una comisión viajó a Mar del Plata y
allí se determinó que no hubo tiroteo alguno y que no murió nadie. Se trató de
un informe falso del principio al fin, explicó a este diario un hombre de la UA. La
mayor de las ironías es que la SIDE, que informó que Nasrim estaba muerta, fue la que
después trajo a la iraní al país.
¿Pero seguro que esta mujer, la que está declarando ante la Corte, es Nasrim
Mohtari? le preguntó Página/12 a uno de los investigadores.
Seguro, se lo prometo .-respondió ruborizado el funcionario judicial. |
Conclusiones forenses sobre Cattáneo
El
forense de parte de la familia de Marcelo Cattáneo entregó a la Justicia sus
conclusiones finales, en las que ratifica que la muerte del empresario se produjo por
ahorcamiento.
El estudio difundido anoche por el noticiero 24 horas de Canal 9
no precisa si se trató de un suicidio, pero afirma indirectamente esta hipótesis a
través de dos datos. El primero es la confirmación de que no fue drogado antes de su
muerte, el otro que en sus manos se encontraron rastros de plomo y cromo en proporciones
similares a la pintura antióxido que recubre la antena en la que apareció colgado. Estos
puntos permitirían inferir que Cattáneo trepó a la antena por sí mismo y que no fue
trasladado ni colgado por terceras personas.
La pericia parte estuvo a cargo del médico forense Jaime de La Parra, y fue entregada
ayer al juez en lo penal Roberto Ponce. El estudio sostiene que en las radiografías
realizadas al cuerpo del empresario se observa un trazo de fractura sobre el hueso
hioides compatible con el mecanismo de muerte detallado. También que del examen de
las vísceras surgen elementos para sostener que la muerte se produjo por asfixia por
estrangulamiento.
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