Por Adrián De Benedictis
El juez civil
Víctor Perrotta decidió ayer suspender toda la actividad del fútbol de ascenso
organizada por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). A raíz de los graves
incidentes ocurridos en el encuentro jugado entre Chacarita y Morón se registraron
decenas de heridos y 300 detenidos el martes pasado en San Martín, el magistrado
determinó no renovar la autorización provisoria que venía otorgando a los certámenes
de Primera B Nacional, Primera B, Primera C y Primera D, por lo que la actividad volvió a
quedar paralizada como ocurrió en el mes de noviembre. La decisión del juez se condice
además con la presentación del abogado Romano Duffau de la Fundación Fair Play,
que preside Sergio Ramírez Chagra en la que se pide el levantamiento de la medida
de habilitación provisoria para esos torneos y la reanudación de la suspensión.
En realidad, la temática de todo esto siempre pasó por un par de clubes. De todas
maneras, la medida ya fue apelada en su oportunidad; a partir de ahora la AFA y el Comité
de Seguridad tendrán que decidir, le explicó Perrotta a Página/12. Además, el
juez remarcó: No me voy a mover mucho para ayudarlos (por la AFA y el Comité); ya
me cansé, que se ocupen ellos. Cuando quise luchar contra todo esto, no me dieron
bolilla. Teniendo en cuenta que durante el mes de enero habrá feria judicial en los
Tribunales, Perrotta dio a entender que el fútbol de ascenso puede quedar inconcluso:
Y sí... puede quedar ahí.
Sin embargo, el presidente de la AFA, Julio Grondona, se mostró en contra de la nueva
suspensión de los torneos de ascenso. La suspensión o la no programación de los
partidos para este fin de semana me parece que es un tema que merece un análisis más
profundo. Es un tanto apresurada. A su vez, el Comité de Seguridad Deportiva que se
reunió ayer por la tarde resolvió suspender las canchas de Chacarita ya había
sido clausurada a principios de noviembre, la de Deportivo Morón y la de Defensores
de Belgrano. Por su parte, Romano Duffau, al ser consultado acerca de si observó
complicidad de parte de los dirigentes del fútbol para no llegar a encontrar
soluciones, señaló: Yo no diría complicidad, que es un término muy fuerte, pero
sí diría inactividad. Asimismo, el secretario del juez Perrotta, Eduardo Gorris,
confirmó que la causa sobre la violencia en el fútbol se cerrará la semana próxima.
Por otro lado, el vicepresidente de Chacarita, Armando Capriotti, le dijo textualmente a
este diario: Luis (Barrionuevo) me dijo que quiere renunciar. Está podrido de todo
esto. En principio, vamos a tratar de que continúe, pero la situación es insostenible; a
mí también me indignan estas cosas.
LAS BARRAS DE CHACARITA Y MORON YA TIENEN SU HISTORIA |
Barrionuevo los
controla
Por G.V.
Mario Gallina es comisario de la Policía de la Provincia
de Buenos Aires y ex árbitro de fútbol profesional. Este funcionario conoce muy bien la
cuestionada relación que existe entre las barras bravas y los dirigentes de diferente
extracción. A la pregunta de si le consta algún vínculo entre los violentos que habitan
las tribunas y la política, de inmediato, responde: Sí, una relación de este tipo
es la que mantiene Barrionuevo con los hinchas de Chacarita (...) Gallina considera
que el titular de la institución futbolística de San Martín, les dio trabajo y
colaboran para él políticamente. Que los usa es cierto. Porque, por lo menos, está
sobre la menta de ellos. Aunque a mí no me interesaba si los empleaba para otros fines.
Sí me preocupaba que Chacarita cambiara la imagen.
Durante un extenso diálogo fue posible conocer otros detalles de la coexistencia
pacífica entre el gastronómico y la hinchada: Un día que yo le había pedido
arreglar las condiciones de seguridad en la cancha, estaban laburando todos los de la
barra. Pintaban, colocaban alambrados, ponían fierros. Barrionuevo inventó un aparato
para hacer un parapeto inferior en las tribunas. Era evidente que todos esos materiales
los debía haber comprado él, porque en el club no hay un mango. Tuvo que aparecer un
dirigente político para enseñarme cómo se maneja una barra brava.
En San Martín se tejen habladurías sobre cómo hizo el hombre fuerte del distrito para
controlar a los muchachos de la popular. Una anécdota que se cita a menudo habla de cómo
algunos guardaespaldas de Barrionuevo habrían disuadido al jefe de la hinchada,
Muchinga, para que no continuara reivindicando a un director muy querido en el
club: el veterano Juan Manuel Guerra, de quien el directivo quiso desprenderse en cierto
momento. Dicen que al jefe le dispararon en el amplio patio que está ubicado detrás de
la tribuna cabecera local. Y que debió ser hospitalizado para su recuperación posterior.
Ahora hay muchos pendejos en la hinchada. A los viejos los tienen un poco
controlados porque van a la guita, a la transa ... Pero a estos pibes no. Van dados vuelta
a la cancha. No les importa nada. Los que hacen paraavalancha son todos así,
explicó un asiduo concurrente al estadio de San Martín. |
La saga del Gordo Cadena
Por G.V.
Máximo Manuel Zurita ingresó con el número de legajo
79.269 en la Municipalidad de Morón. Era un empleado ñoqui con cierta antigüedad que
cobraba un sueldo que superaba holgadamente los 1000 pesos en el sector de Servicios
Públicos de la comuna. Percibía esa suma gracias a los buenos oficios del secretario del
área, quien no es otro que Néstor Achinelli, un ex presidente del club Deportivo Morón;
además, contaba con el respaldo inestimable del entonces concejal Alejandro Scarafía,
quien alguna vez firmó un memorándum solicitando más horas extras para el voluminoso
trabajador municipal. Este ex edil y actual asesor del intendente es cuñado
de José Alberto Samid, símbolo del entorno menemista más cuestionado en tiempos de
campaña electoral y matarife con decenas de causas en la Justicia, que van desde estafas
reiteradas a evasión fiscal.
Zurita adquirió fama de personaje temible en el oeste del Gran Buenos Aires cuando un
día, él solo, le hizo frente en su propia cancha a la barra brava del club Laferrere y a
la policía. Desde entonces, irrumpió el violento ambiente del fútbol bajo el seudónimo
de El Gordo Cadena.
Pero le costó mantener latente la reputación del individuo capaz de hacer huir
despavoridos a sus ocasionales adversarios de la popular. Aun cuando abandonó los
paravaalanchas de las tribunas por los más apacibles pasillos de la platea, infunde un
respeto rayano en el miedo.
Cuentan los biógrafos del tablón, que durante una mañana en la que se medían el
Deportivo Morón y Atlético Rafaela, antepuso su cuerpo gigantesco a las balas de goma
con que la policía reprimía el ataque que él encabezaba de la barra brava
local a un camión de exteriores de Canal 9. Zurita es un hombre osado más allá de las
cuestiones de peso y tamaño. Aunque no lo necesite pocos se atreverían a pedirle
el carnet o una entrada en el Deportivo Morón, en ocasiones, él ha utilizado una
credencial de prensa para ingresar en el estadio. El poder de persuasión que ejerce sobre
los jugadores del equipo de sus desvelos es elocuente (...). El Gráfico sostuvo en 1995
que "mediante increíbles apretadas"echó del club a los futbolistas Rolando
Mannarino, Adrián Alvarez y Daniel "Coquito"Rodríguez. |
Toma y obliga El secretario de Seguridad de la Nación, Miguel Angel Toma, opinó ayer que
la violencia en el fútbol no tendrá solución en tanto no se generen sanciones muy
claras y duras. El funcionario señaló: Ya es hora; los que realizan
escándalos en las canchas, poniendo en riesgo la vida y la tranquilidad de los que
quieren ir a disfrutar de un partido, deben ser sacados de circulación, y a
continuación vaticinó que lamentablemente, cuando la gente vea que en democracia
no se le solucionan los problemas, va a echar mano a los autoritarios de siempre.
Además, Toma agregó: Se ha intentado hacer muchísimo, pero sin una legislación
adecuada y sin predisposición de quienes tienen que ver en el tema será muy difícil
seguir. En este momento, los mismos garantistas son la vía más rápida al
autoritarismo.
Designaron a Víctor Groupierre
El ministro de Gobierno bonaerense, José María Díaz
Bancalari, designó en forma interina al presidente del Instituto Bonaerense del Deporte,
mayor Víctor Sergio Groupierre, como director de Seguridad Deportiva de la provincia de
Buenos Aires. Díaz Bancalari explicó que hasta tanto se designe al nuevo titular de esa
dependencia, Groupierre asumirá la conducción de esa área que tiene a su cargo la
aplicación de la ley 11.929 de Seguridad en los Espectáculos Deportivos. Hasta el
momento y luego que el comisario Mario Gallina presentara su renuncia, se encontraba al
frente de Seguridad Deportiva Rubén Nolli, quien se desempeñaba como subdirector del
área. Groupierre, además, es coordinador general de los Torneos Juveniles Bonaerenses. |
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