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EL JUEZ GARZON REMITIO AYER A LONDRES EL PROCESAMIENTO DE PINOCHET
Un ex dictador procesado y congelado

Terrorismo de Estado, torturas y genocidio son los crímenes por los que el juez español Baltasar Garzón procesará a Pinochet según la resolución que envió ayer a la Justicia británica. Garzón también pidió congelar las cuentas bancarias en Suiza y Luxemburgo.

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Manifestaciones ante el Ministerio del Interior británico en un homenaje de Amnistía Internacional a las víctimas de Pinochet


Por Norberto Bermúdez desde Madrid

t.gif (67 bytes) En una resolución de 289 páginas, el juez Baltasar Garzón dictó ayer el procesamiento del ex dictador chileno Augusto Pinochet por los delitos de genocidio, terrorismo de Estado y torturas. Según ha podido saber Página/12, el magistrado español tiene nuevos elementos sobre el cobro de comisiones por venta de armas en los que habría tomado parte el senador vitalicio y que podría originar una investigación patrimonial (ver nota aparte). La resolución fue notificada ayer a todas las partes, y una copia remitida con suma urgencia al magistrado británico Graham Parkinson, quien hoy notificará al ex dictador el pedido de extradición que pesa en su contra.
En su dictamen, el juez español incluyó el delito de genocidio, a pesar de que el ministro del Interior británico, Jack Straw, no autorizó dicha tipificación en la orden de iniciar el proceso de extradición del ex dictador chileno a España. Según establece la Genocide Act que rige en el Reino Unido, el delito de genocidio sólo se concibe si fue cometido en territorio británico y no puede ser perseguido bajo el concepto de extraterritorialidad. Consultado por Página/12, Garzón explicó que el ministro del Interior británico, “si bien está legalmente impedido de tipificar ciertos hechos como intentos constitutivos de genocidio, resulta bastante claro que las conductas que, en Gran Bretaña fueron descriptas como intento de asesinato, conspiración para asesinar, conspiración para torturar, tormentos y secuestros de rehenes, son susceptibles de ser englobadas en España como delito de genocidio. Se trata de un tecnicismo, simplemente”.
La resolución adoptada ayer por el juez de la Audiencia Nacional confirma también la orden de prisión provisional incondicional que pesaba contra Pinochet desde el pasado 16 de octubre, así como el embargo de todos sus bienes, incluido el bloqueo de los depósitos y saldos que puedan existir en cuentas bancarias a nombre del senador vitalicio o a través de terceras personas en todo el mundo. Esto último estaba vigente desde el 19 de octubre último. Estados Unidos, cuyo gobierno volvió a abstenerse de formular declaraciones sobre la decisión de extraditar a Pinochet tomada por Straw, sostuvo ayer, por boca del vocero James Foley del Departamento de Estado, que las posibilidades españolas de congelar los bienes del ex dictador son limitadas, en lo que algunos interpretaron como un signo de que podría rechazar la solicitud pertinente.
En el auto de procesamiento se hace una descripción pormenorizada de los casos de eliminación sistemática de personas por razones étnicas, como lo acontecido con varios miembros de la comunidad mapuche en Chile. Asimismo, Garzón ha incluido aspectos del denominado “Archivo del Terror”, una documentación que fue recientemente enviada a Madrid por las autoridades paraguayas.
El magistrado también procede a la enumeración de todos y cada uno de los expedientes que constan en el informe producido por la Comisión Rettig y de los casos incluidos en la denominada Operación Cóndor, como los 94 chilenos desaparecidos en Argentina y otros 119, de los que no se tuvo más noticia tras ser secuestrados en Bolivia. Garzón, en un capítulo estremecedor, describe con detalle las sesiones de torturas a las que fueron sometidas unas treinta personas a manos de la DINA, la policía secreta que operaba a las órdenes directas de Augusto Pinochet.
Con referencia al caso del diplomático español Carmelo Soria, torturado y asesinado por miembros de la “Brigada Mulchen” de la DINA, Garzón sostiene que el régimen encabezado por Augusto Pinochet violó laConvención sobre Prevención y Castigo de Delitos contra Personas Internacionalmente Protegidas, suscripta por Chile el 29 de marzo de 1977.
Según el auto notificado ayer, Pinochet y Manuel Contreras, ex director de la DINA, aprovecharon su asistencia en Madrid a los funerales del dictador Francisco Franco para ponerse en contacto con organizaciones terroristas de España y Francia. Ese mismo año, agentes de la DINA se habrían trasladado a Francia con el fin de atentar contra el senador Carlos Altamirano, secretario general del Partido Socialista de Chile. Sin embargo, el plan fue abortado por la estrecha vigilancia de la que éste gozaba entonces.
El procesamiento del general es uno de los trámites más importantes del sumario instruido por Garzón y uno de los puntos culminantes de una investigación iniciada hace casi tres años, a raíz de una denuncia presentada en principio por los crímenes de la dictadura argentina (197683), pero que a través de la Operación Cóndor guardan relación con el régimen chileno.

 


 

EL TRAFICO ES LA CLAVE DE LAS CUENTAS SUIZAS
Una piraña comprando armas

Por N. B. desde Madrid

t.gif (862 bytes) El juez Baltasar Garzón parece haber encontrado la clave para descifrar el origen de los fondos que el ex dictador chileno Augusto Pinochet podría ocultar en Suiza. Después del golpe de Estado de septiembre de 1973, el gobierno suizo prohibió las ventas de armas al régimen de Pinochet, pero no impidió la transferencia de licencias de fabricación, el asesoramiento técnico ni la exportación a terceros países. Entre 1978 y 1979, la empresa Mowag, de Zürich, negoció con el Ejército chileno la venta de la licencia para la fabricación del temible anfibio blindado para transporte de personal Piraña, en sus versiones 6x6 y 4x4.
El diputado socialista del cantón de Ginebra, Jean Ziegler, ha detectado que durante aquellos años Augusto Pinochet viajó tres veces a Suiza, para cerrar la operación. En representación de Mowag participaba en las negociaciones un íntimo amigo del actual senador vitalicio, el húngaro Carlos Huntik, quien pudo haber sido la persona que –dada la naturaleza de una transacción que bordeaba la ilegalidad– haya depositado suculentas comisiones en secretas cuentas suizas. En julio de 1979, el ministro de Defensa chileno, general Ernesto Carlos Forestier Haensgen, firmó los contratos de la licencia para fabricar el Piraña. Pocos meses después, Forestier renunciaría al cargo y pasaría a retiro como militar, pero no sin integrarse a una sociedad muy conocida en Chile: Explosivos Cardoen Ltda.
Según la carta notarial del 5 de octubre de 1981, el brigadier general Jorge Berríos Bustos, en nombre de la Dirección de Logística del Ejército chileno, firmaría un contrato con el empresario Carlos Cardoen Cornejo, por medio del cual le entregó “a título de adelanto del precio, entre otros valores, la suma de 4.615.000 dólares”. Dicha suma correspondía al 20 por ciento del total del contrato para la construcción de 143 carros blindados Piraña, que serían colocados posteriormente en Taiwán. Cardoen cobraría un total de 23.075.000 dólares por fabricar los vehículos militares bajo licencia de la suiza Mowag. La carrocería del Piraña sería fabricada en la Fábrica y Maestranza del Ejército (FAMAE) a razón de 25.000 dólares.
Sin embargo nunca se aclaró de dónde sacó dinero Carlos Cardoen, entre 1979 y 1981, para comprar los terrenos donde se construyó la gigantesca planta industrial Macul. Dos años antes de recibir el 20 por ciento de adelanto para construir los Piraña. Cardoen montó otra planta en Iquique y compró los despachos de la calle Providencia 2237 de Santiago, sede de su empresa. En 1979, el capital de Explosivos Cardoen Ltda. era exactamente de 25.641 dólares, según consta en la página 54 del Diario Oficial de Comercio del 6 de agosto de 1979. En marzo de 1981, es decir, seis meses antes de firmarse el contrato para la fabricación de los 143 Piraña bajo licencia suiza, el capital de Cardoen trepa de golpe a 21 millones de dólares.
El juez Garzón tiene interesadas dos comisiones rogatorias a Luxemburgo y Suiza, que en el caso helvético completará próximamente con más datos y documentación. La red recién empieza a ser explorada, pero parece claro –especialmente en vista del congelamiento de fondos solicitado ayer– habrá bastante para ver.

 


 

Pinochet irá a la cárcel hoy (a
declarar) pero intentan que zafe

La defensa de Pinochet  empieza a contraatacar, mientras él se prepara a  comparecer ante la Justicia por primera vez.

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Vista aérea de la prisión de Belmarsh, al sudeste de Londres, construida inicialmente para albergar a terroristas del IRA.
En este lugar paradójico, el ex dictador deberá contestar hoy las preguntas de los jueces británicos de extradición.

Por Marcelo Justo desde Londres

t.gif (862 bytes) La defensa de Pinochet lanzó el primer contraataque para neutralizar el proceso judicial de extradición del general a España. A un día de la histórica decisión del ministro del Interior británico, Jack Straw, de autorizar dicho proceso, los abogados del general presentaron un recurso ante la Cámara de los Lores, en el que impugnan el dictamen de la última instancia de la justicia inglesa que negó inmunidad soberana al general el pasado 25 de noviembre. El exclusivísimo buffet de Kingsley Mapley basó el recurso en la presunta parcialidad de uno de los cinco lores, Lord Hoffman, quien pertenece al directorio de una organización humanitaria hermana de Amnesty International. Mientras tanto, la policía reforzó las medidas de seguridad para la audiencia que se celebrará hoy a las 14 hora local (11 hora argentina) en el juzgado de alta seguridad de Belmash, al sudeeste de Londres, donde el general deberá comparecer a menos que su defensa presente antes una solicitud de revisión judicial de la decisión de Straw.
Un panel de tres lores considerará el martes de la semana próxima el recurso de la defensa de general Pinochet. Según Kingsley Mapley, habría una posibilidad de parcialidad en el dictamen de los cinco “law lords”, dado que Lord Hoffman es miembro ad honórem del directorio de Amnesty International Charity Ltd., una organización humanitaria vinculada a la organización de derechos humanos. El hecho de que la esposa de Hoffman es empleada administrativa de Amnistía Internacional forma también parte del recurso de la defensa. Dado que en una medida sin precedentes los cinco lores autorizaron que Amnesty International participara del proceso de apelación que culminó el pasado 25 de noviembre, la defensa pinochetista acusa a Hoffman de ser parte y juez de dicho proceso.
El caso saltó a la palestra un día antes de la decisión de Jack Straw. Amnesty admitió que Lord Hoffman forma parte del directorio desde hace siete años pero aclaró que en ningún momento participó en la campaña de la organización contra el general Pinochet. La conducta de Hoffman en casos anteriores demuestra además que sus vínculos con Amnistía no han impedido que siguiera su propio criterio en diferentes juicios. En el caso de un asesino convicto en el Caribe, Trevor Fisher, cuya apelación llegó al Privy Council, última instancia de apelación para los países de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) que mantuvieron este vínculo judicial con la metrópoli tras la independencia, Hoffman dictaminó a favor de la ejecución de Fischer a pesar de que Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte. Poco después del fallo Fischer fue ejecutado.
Las relaciones de Amnesty con el mundo legal y en especial con el caso Pinochet demostraron ser variadas. La Kingsley Mapley, defensora de Pinochet, ha sido contribuyente de Amnesty International. El abogado Colin Nicols, hermano mellizo de Clive Nicols que llevó adelante la defensa del general, es también miembro de la organización defensora de los derechos humanos. Otro contribuyente es la autoridad máxima de la instancia previa a los lores, Lord Bingham, que falló a favor de Pinochet cuando el caso llegó al Real Tribunal Superior de Londres en octubre pasado.
Los abogados del general admiten que la apelación ante los lores tiene sus complicaciones. Más que disputar la imparcialidad de Hoffman, los abogados enfatizarán que existe la posibilidad de que sea percibido como parcial. Una revocación de un dictamen de los lores no tendría precedentes y parece a primera vista altamente improbable. Pero todo el proceso se ha caracterizado por romper con los precedentes. Se consideraba igualmenteimprobable que los lores revocaran el fallo de la instancia previa, el Real Tribunal Superior, y sin embargo fallaron 3 a 2 a favor de la fiscalía. En este caso las escasas posibilidades que tiene la defensa de prosperar en su apelación se basan enteramente en la necesidad que pueda sentir la justicia británica de demostrar su imparcialidad en un caso tan delicado.
Mientras tanto, de no mediar una solicitud de revisión judicial de último momento esta misma mañana, el general Pinochet debería comparecer ante el magistrado de Belmarsh, vecino a la prisión de máxima seguridad del mismo nombre. La prisión está custodiada por una unidad especial armada de la Scotland Yard. Una portavoz de la policía confirmó a Página/12 que montarían un fuerte dispositivo de seguridad tanto alrededor del magistrado como en el operativo de traslado del general de la mansión que alquila en Surrey. Pero la portavoz se negó a confirmar si habría personal armado entre la policía (que en Gran Bretaña no porta armas a menos de que esté especialmente autorizada para hacerlo) o si los desplazamientos de la caravana serían seguidos por un helicóptero.

 

Pitos y matracas para apoyar al “Tata”

Notoria y original forma de apoyar a su “Tata”. Unos 200 partidarios del ex dictador chileno Augusto Pinochet dieron ayer por la mañana una vuelta por Londres a bordo de los autobuses de dos pisos británicos con techo descubierto, generalmente reservados para los turistas. En el marco de un viaje organizado por la Fundación Pinochet, los derechistas, vestidos con camisetas en las que rezaba el lema “Pinochet, I love Chile”, hicieron sonar pitos por la capital británica y gritaron por altavoces consignas para la liberación de su líder. También entregaron una petición con 100.000 firmas en el número 10 de Downing Street (domicilio del premier Tony Blair) y en la sede del Ministerio del Interior.

 

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