Por Cledis Candelaresi
El Comando de
Regiones Aéreas reconoció en una carta enviada a la Cámara de Diputados que las
dificultades para renovar y mantener equipos debido a la escasez de fondos afectó
la confiabilidad de los sistemas que brindan seguridad aérea. En una de las misivas
dirigidas a los legisladores, a la que accedió Página/12, los aviadores subrayan además
que con los recursos previstos en el Presupuesto 1999 aprobado el lunes
pasado, aquella dependencia militar sólo podría cubrir gastos en personal y
escasamente de funcionamiento y conservación. El Senado dio curso al proyecto de
Presupuesto para el año próximo, aumentando las partidas para las Fuerzas Armadas, pero
sin prever un solo peso de los 130 millones que el Comando de Regiones Aéreas reclamó
disponer para equiparse durante 1999. Según el Gobierno, esos fondos deberían provenir
del canon a pagar por el concesionario de los aeropuertos, grupo liderado por Eduardo
Eurnekian.
El CRA es el organismo encargado de vigilar la seguridad de los vuelos y, desde su
creación, se financió con el cobro de tasas aeroportuarias, más aportes del Tesoro. A
partir de la privatización de los aeropuertos, sus fuentes de financiamiento se
redujeron: sólo cobrará dos de las varias tasas que recaudaba antes. Para equilibrar
esos ingresos depende ahora del canon que pague Aeropuertos Argentina 2000, grupo
concesionario que preside Eurnekian.
En el año en curso, y después de sufrir algunos recortes (como el de 6,29 millones de
pesos que fueron transferidos para financiar al Organo Regulador del Sistema Nacional de
los Aeropuertos, que preside Rodolfo Barra) el presupuesto del CRA fue de 94,32 millones
de pesos, contra 116 millones de 1997. Para el año próximo, Economía previó que sus
ingresos se reducirán a 87 millones, de los cuales para equipamiento sólo se prevé 301
mil pesos.
Esta situación fue expuesta por el titular del Comando, brigadier Enrique Dutra, durante
una reunión de la Comisión de Transporte que preside el justicialista Telmo Pérez.
Días después de ese encuentro, el militar sintetizó sus planteos en una carta dirigida
a la secretaria de aquel cuerpo parlamentario, la frepasista Alicia Castro. La
legisladora, también dirigente del gremio de las azafatas, fue quien se mostró más
permeable a las advertencias del CRA.
Durante una entrevista que Dutra concedió a Página/12 hace dos semanas, Dutra minimizó
los problemas presupuestarios y las posibles consecuencias en el control del tráfico
aéreo. Sin embargo, en la carta girada al Parlamento el 19 de noviembre pasado, el
militar describió un panorama mucho más alarmante:
Los 16 millones
de pesos que se le recortó durante 1998 al presupuesto del CRA dificultan la
atención del sistema de radioayuda, comunicaciones y mantenimiento meteorológico
lo que, al igual que recortes anteriores, afectó la confiabilidad de estos
sistemas.
Con
motivo del nuevo cuadro tarifario (con la privatización, el grueso de las tasas las cobra
el consorcio de Eurnekian) la Fuerza Aérea registró una disminución más que
significativa en sus recursos, siendo que sus responsabilidades sólo transfirieron en una
mínima parte los gastos.
Las
erogaciones normales de mantenimiento que no se pueden atender por escasa disponibilidad
crediticia... aceleran más las deficiencias en la seguridad de las operaciones
aéreas.
A pesar
de que la Fuerza Aérea realizó anualmente ingentes esfuerzos para mantener los
sistemas... la mayor demanda de servicios... imposibilitaron la renovación equilibrada
del equipamiento. Este hecho se repetirá para 1999 de no mediar financiamiento ajeno a
las tasas a cobrar por la Fuerza Aérea. Esos recursos, según le explicaron a
Economía a los militares, deberían ser aportados por el ente regulador. El Orsna, a su
vez, tendría que recaudarlos cobrándole el canon a Aeropuertos Argentina 2000. Pero el
cumplimiento de esta obligación de parte del concesionario está en duda, entre otras
cosas, porque aún no se sabe siquiera cómo y cuándo Eurnekian podrá desarrollar la
megaestación de Ezeiza, punto neurálgico del plan de inversiones y principal fuente de
ingresos del concesionario.
Tampoco es seguro que la recaudación por tasas aeroportuarias sea tan sustanciosa como
previó en el Presupuesto. Las compañías aéreas, encargadas de pagarlas, sostienen un
duro conflicto con el concesionario porque éste subió las tarifas que les cobra por el
uso del espacio aéreo. El instrumento de presión que encontraron las aerolíneas fue,
precisamente, retenerle las tasas que cobran a los pasajeros en nombre de AA 2000 (por
ejemplo, la de embarque) o demorar el pago de las que les corresponden a ellas (por
ejemplo, la de aterrizaje).
Eurnekian no paga El recorte del presupuesto para la seguridad aeroportuaria no fue la única
preocupación del Parlamento que Barra dejó sin despejar. También tenía que dar cuenta
de las razones que lo llevaron a comunicar a Economía que Aeropuertos Argentina 2000 no
pagará el canon estipulado de 106,8 millones de pesos. Este monto, cuyo destinatario era
parte para la Fuerza Aérea, estaba estipulado en el contrato de concesión para financiar
obras de seguridad. Además, el titular del Orsna debía responder ante los diputados por
el excesivo presupuesto de 32 millones asignado a su propio organismo. Por otra parte, la
diputada Castro agregó a las demandas que quedaron sin respuesta la explicación de
en que ha invertido el dinero el consorcio privado porque hasta el momento no ha
habido mejora alguna en las instalaciones. |
EN 1999, EN ARGENTINA LLEGARIA AL 15,5 POR
CIENTO
La OIT prevé más desempleo
La tasa
de desempleo en América latina aumentaría del 8,4 por ciento en 1998 a 9,5 por ciento en
1999, superando la registrada durante el peor momento de la crisis de la deuda externa en
la pasada década, de acuerdo al Informe Anual de la Organización Internacional del
Trabajo. Las perspectivas de la OIT para Argentina señalan que la desocupación
ascendería al 15,5 por ciento durante el primer semestre del año entrante y se
reduciría al 15 por ciento en el segundo.
La desaceleración del crecimiento (a entre 0 y 1 por ciento en toda la región, y al 2
por ciento en Argentina, según las proyecciones de la OIT) explica, en todos los casos,
la caída esperada en el nivel de empleo. Una encuesta realizada por la Organización
entre dirigentes empresarios, líderes sindicales, altos funcionarios de gobierno y
analistas económicos y laborales en nueve países (incluido Argentina) revela que,
además de un aumento de la desocupación, se espera para 1999 una crecimiento de la
informalidad en el empleo.
Sin embargo, se señala que el aumento del desempleo será moderado y se considera,
quizás con demasiado optimismo (apunta el informe de la OIT), que no alcanzará en modo
alguno las magnitudes a que llegó durante la crisis de la deuda externa. Según el
análisis de la propia OIT, esos niveles ya habrían sido superados en 1998. La
mayoría también prevé que se producirá un aumento de la subcontratación de
trabajadores, indica la OIT.
El problema de la creciente informalidad (trabajo en negro) en toda América Latina estuvo
acompañada por un proceso de precarización de los contratos laborales, por el uso
creciente del empleo temporal en la mayoría de los países de la región. Además, se
observa un crecimiento de la inseguridad en el empleo: para los desempleados, se amplían
los plazos de espera para encontrar ocupación y en las familias pobres se empieza a dar
la existencia de más de un integrante desocupado. Por otra parte, se registra una elevada
incertidumbre entre los ocupados con contratos temporales y aun de los de empleo fijo, por
la ampliación de las posibilidades de despido por las políticas empresarias de ajuste
facilitadas por la legislación laboral.
De cada 10 nuevos empleos creados en 1998 en Latinoamérica, 9 han sido informales,
consigna la OIT. A su vez, el 80 por ciento de los nuevos empleos informales creados en
1998 se generó en microempresas. En Argentina, en particular, las micro contribuyeron con
el 35 por ciento de los nuevos empleos informales.
El informe revela además que, en general, en los países en los que el desempleo se
reduce, los más beneficiados son los varones, en tanto que en los que el desempleo
aumentó, las más afectadas son las mujeres, incluso en mayor medida que los jóvenes. En
Argentina, la tasa de desempleo entre las mujeres es 1,2 veces la de los hombres, mientras
que la desocupación entre los jóvenes es 1,5 veces la de los hombres.
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