Finalmente,
los palestinos cumplieron con lo que los israelíes les reclamaban, sólo que ahora los
israelíes reclaman más. El Consejo Central de la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP), reunido en Gaza, aprobó las enmiendas a la Constitución que suprimen
las exhortaciones a la lucha contra Israel, pero el premier Benjamin Netanyahu reclamó
una votación formal el lunes, lo que no estaba previsto en los acuerdos de Wye. La medida
palestina apunta a allanar el camino a la visita del presidente norteamericano Bill
Clinton, quien llega en un panorama sombrío, signado por conflictos callejeros
permanentes entre israelíes y palestinos en Cisjordania y por la hostilidad cada vez más
abierta de Israel a la visita que Clinton realizará al territorio autónomo palestino en
Gaza, que se ha expresado en carteles que dicen Clinton, go home.
De un total de 124 miembros, 101 miembros participaron en la reunión de ayer. 81 miembros
votaron a favor de la eliminación de las cláusulas antiisraelíes, mientras 7 lo
hicieron en contra, 7 se abstuvieron y 7 no participaron de la votación. El hecho se
produjo en cumplimiento de los acuerdos de Wye, que estipularon que Israel entregará a la
Autoridad Palestina un 13 por ciento del territorio que ocupa en Cisjordania. Israel
cumplió con la devolución de un 2 por ciento, pero luego suspendió los repliegues que
estaban pactados para más tarde acusando a la AP de ser la instigadora de los disturbios
que ocurren desde hace casi tres semanas en Cisjordania. Por su parte, los palestinos
afirman que Israel incumplió sus compromisos de liberar a presos palestinos, y Arafat
amenazó con proclamar unilateralmente el Estado Palestino el 4 de mayo de 1999, lo que a
su vez movió a Netanyahu a advertir que una decisión semejante implicaría el colapso de
todos los acuerdos ya existentes.
El objetivo del viaje de Clinton es tratar de cimentar los acuerdos de Wye, que ya parecen
seriamente amenazados, dado el rechazo de los elementos más derechistas del gobierno de
Israel a continuar el cronograma de repliegues, lo que podría dejar a Netanyahu sin
mayoría parlamentaria. Israel está recibiendo la visita con resquemores que se preocupa
en hacer cada vez más evidentes: ayer, por ejemplo, Aviv, Bushinsky, un portavoz de
Netanyahu, habló de graves divergencias de enfoque con respecto a la hora de
llegada de Clinton a Tel Aviv, la noche del próximo sábado. Nosotros pedimos que
se adelantase la hora de llegada para que la ceremonia pudiera ser transmitida por la
televisión en el noticiero de la noche, indicó. Pero la Casa Blanca se negó a
acceder a esta solicitud y mantuvo su programa, que prevé la llegada de Clinton a la 1
hora local.
En el fondo de la cuestión está la visita a Gaza primera de un presidente
norteamericano, donde Clinton llegará el lunes para pronunciar un mensaje ante el
Parlamento palestino. Israel preferiría que Clinton llegue al flamante aeropuerto
internacional de Gaza, que los palestinos consideran como un símbolo de la soberanía a
la que aspiran, a bordo de un helicóptero, y no de su avión Air Force One. De acuerdo
con la prensa israelí, más de la mitad de los 17 miembros del gabinete de Netanyahu
preferiría que la visita de Clinton fuera postergada. El primer ministro se apresuró a
afirmar ayer que Clinton es bienvenido, pero luego criticó declaraciones del
secretario de Comercio norteamericano William Daley, quien acompañará al presidente en
su visita y que, de acuerdo a la radio israelí, se habría manifestado a favor de
elecciones anticipadas en Israel para que se pueda expresar la aprobación de la
opinión pública a la paz. Netanyahu replicó que si es cierto que el
ministro norteamericano hizo estas afirmaciones, espero excusas formales. Esto es muy
grave.
Netanyahu también reclamó a los norteamericanos que den un nuevo impulso al proceso de
paz diciendo a los palestinos que ellos están violando el acuerdo de Wye,
firmado el 23 de octubre. En lugar de responder a esa solicitud, el enviado norteamericano
a la región Dennis Ross indicó ayer que comprendía el punto de vista de los
palestinos en el tema de laliberación de los presos. De los 250 liberados por Israel, 150
son delincuentes comunes, lo que mantiene viva la protesta en las calles.
DOS ESCRITORES ASESINADOS EN UNA SANGRIENTA
INTERNA
En Irán se tiran con muertos
La crisis
interna en Irán se está cobrando vidas en forma cada vez más frecuente. Dos escritores
iraníes, Mohammad Mojtari y Majid Sharif, fueron encontrados muertos, mientras un
tercero, Mohammad Pouyandeh, está desaparecido desde el miércoles, dijo ayer
una organización iraní de derechos humanos. Mojtari era ex secretario nacional de la
Asociación de Escritores Iraníes, organización prohibida por las autoridades de
Teherán, y Pouyandeh es colaborador de varias publicaciones laicas. Estos crímenes se
agregan al del líder del Partido Nacionalista iraní, Daryush Foruhar, ocurrido hace tres
semanas. Según la Federación de Escritores Iraníes en el Exilio, detrás de los
asesinatos está el ala dura del gobierno iraní, representada por el ayatola Alí
Jamenei.
Estos grupos, que utilizan la violencia como su política, deben saber que otros
responderán con mayor violencia aún, si la violencia se convierte en norma, dijo
ayer el presidente iraní Mohamed Jatami. Electo hace un año y medio con más del 70 por
ciento de los votos, favorable a una mayor participación de las mujeres y
fundamentalmente a un acercamiento al gobierno norteamericano, Jatami está sosteniendo un
combate por la hegemonía del gobierno con Jamenei, máximo líder espiritual de acuerdo
al régimen político impuesto por la Revolución Islámica de 1979.
El sector conservador de Jamenei tiene en su poder el Parlamento y los tribunales de
justicia, y desde allí ponen obstáculos a la política de acercamiento al Gran
Satán (como es llamado Estados Unidos en Irán) conducida por Jatami, en particular
a sus colaboradores más cercanos. Primero fue el alcalde de Teherán, Gholamhossein
Karbaschi, quien fue condenado a mediados de año por corrupción y posteriormente
liberado. Luego fue el turno del ministro del Interior, Abdullah Nuri, fue destituido por
una moción de censura del Parlamento. La medida, casualmente, ocurrió un día antes del
triunfo de la selección iraní de fútbol sobre la de Estados Unidos en el Mundial de
Francia.
Pero en los últimos dos meses el enfrentamiento dejó de ser institucional y salió a las
calles. Además de los asesinatos citados, un grupo de norteamericanos fue atacado hace
tres semanas y el canciller iraní, Kamal Jarazi, frecuentemente tiene que visitar el
Parlamento para explicar la presencia de empresarios occidentales en la capital iraní,
como la del magnate mediático australiano Rupert Murdoch.
Según un vocero de la presidencia de la Federación de Escritores Iraníes en el Exilio,
que pidió el anonimato, en Irán existiría una lista negra con 70 nombres de
intelectuales, escritores y personalidades religiosas. Este vocero aseguró que Jamenei
amenazó recientemente con golpes mortales contra todos los escritores y
periodistas críticos del régimen.
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