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“La vida es silbar”, del local Fernando Pérez, se impuso a “El viento se llevó lo que”, de Alejandro Agresti, que obtuvo el segundo premio. |
 La película
cubana La vida es silbar, una sabrosa e incisiva comedia que enlaza un tema universal con
la realidad cubana actual, ganó ayer el Premio Coral en la categoría de ficción en el
Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. En la vigésima
edición de la más importante reunión del cine de América latina concursaron en
distintas secciones unos 300 films y videos, entre los que sobresalieron 50 largometrajes
que fueron vistos por cerca de 400.000 cubanos en 10 días. El segundo premio en ficción
correspondió a El viento se llevó lo que, del argentino Alejandro Agresti, mientras que
el tercero fue para La vendedora de rosas, del colombiano Víctor Gaviria.Los ganadores en las categorías de actuación correspondieron a la destacada actriz brasileña Fernanda Montenegro por Central do Brasil y al argentino Víctor Laplace por El viento se llevó lo que. Claudia Rojas, bailarina de la película cubana, ganó una categoría especial de actriz revelación. Otras categorías distinguidas fueron Mejor Opera Prima y Mejor Música (Leo Sujatovich) para La sonámbula, del director argentino Fernando Spiner. El mejor film de un realizador no latinoamericano sobre América latina fue para La ciudad, del estadounidense David Riker. Los tres primeros lugares entre los documentales correspondieron a Chile con Fernando ha vuelto, de Silvio Caiozzi; El último combate de Salvador Allende, de Patricio Henríquez, y Patio 29: Historias de silencio, de Esteban Larran. En animación, los tres primeros lugares lo alcanzaron Jonas y Lisa de Brasil, y Largo en el camino al cielo y Pronto saldremos del problema, de México. A pesar de su éxito en el festival, La vida es silbar, que además ganó el premio al mejor director (Fernando Pérez) y a la mejor fotografía (Raúl Pérez Ureta), fue duramente criticada por el periódico oficial del Partido Comunista Granma. El diario señaló como principal defecto el haberse quedado a medio camino en sus propósitos. “La película tiene el defecto de demorar demasiado su exposición hasta alcanzar un clima que en verdad acapare interés.” El film de Fernando Pérez aborda mediante el humor la búsqueda de la felicidad, en el marco de una serie de problemas morales y políticos que aquejan a la sociedad cubana de los años ‘90: la insatisfacción e incomprensión de las nuevas generaciones, la falta de solidaridad y la ausencia de coraje para encarar la verdad y las ideas de los otros. Historias de tres personajes se entrelazan para desembocar en La Habana actual, donde transeúntes asustadizos se desmayan constantemente al escuchar palabras tales como sexo, libertad, doble moral, oportunismo y verdad, entre otras. Pérez dijo a la prensa reunida en el festival que lo importante no sólo es el premio sino que la película se está moviendo, llega a los cines y la gente la ve y participa. “Yo no pensaba que iba a ser una película de gran público y sin embargo lo que está ocurriendo sobrepasa las expectativas que yo tenía”, opinó el director, el más premiado en la historia del Festival de La Habana. Clandestinos recibió el Coral a la mejor ópera prima en 1987, se segundo largo, Hello Hemingway obtuvo el Coral a la mejor película en 1990 y su mediometraje Madagascar se llevó en 1994 el premio especial del jurado.
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