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Por Javier Lorca La carencia de recursos dentro de la UBA estalló en la Facultad de Psicología. Y los profesores, las primeras víctimas del recorte de gastos previsto por el consejo directivo de esa unidad académica, sacaron las uñas y amenazan con suspender una fecha de exámenes finales si no se revisa la determinación. "La variable de ajuste para las autoridades son los docentes auxiliares. Ya se cerró un programa de investigación y se produjeron cuatro despidos. Así, van a destruir la calidad académica que tanto costó conseguir en esta facultad", protestó una profesora titular de la carrera de Psicología. "En una sesión extraordinaria, entre gallos y medianoche, el consejo decidió eliminar dedicaciones exclusivas y semiexclusivas, bajar el número de jefes de trabajos prácticos y no renovar muchos concursos de profesores regulares", se indignó otra docente titular, que también prefirió mantener su nombre en reserva. Pese a que las autoridades aseguran que no hubo ni habrá despidos --aunque sí reasignación de funciones-- y que sólo se inició una redistribución de recursos para afrontar la deuda de doce millones de pesos que el Gobierno tiene con la UBA, hoy, a las 20, en la sede de Independencia al 3000, un nutrido grupo de profesores convocó también a estudiantes, graduados y no docentes a realizar una asamblea para elaborar una estrategia de defensa. Raúl Courel, decano de Psicología, dijo a Página/12 que las denuncias son falsas: "Esta gente está sacando conclusiones apresuradas; son lecturas fragmentarias que no contemplan al conjunto de la facultad". Y la presidenta del centro de estudiantes, Jimena Lusa, arriesgó que el reclamo se debe a que "a algunos les tocaron la quintita y se enojaron". Además, Courel aclaró: "Psicología gasta más de lo presupuestado. Por eso, se decidió generar un reparto más justo y equitativo de nuestros fondos. Y la resolución fue tomada por unanimidad por los tres claustros". El decano aseguró también que el llamado a concursos se está realizando normalmente, pero reconoció la posible baja de algunas designaciones docentes. "Frente a las exigencias de autoajuste que bajaron desde el Rectorado de la UBA, a la conducción de la facultad sólo se le ocurrió reducir la cantidad de investigadores. Acá parece que lo único importante es que haya suficientes docentes para hacerse cargo de la cada vez mayor cantidad de alumnos. Pero, sin investigación, la universidad no puede producir nuevos conocimientos", comentaron dos investigadoras que se consideran cesanteadas. De hecho, el secretario general del consejo directivo, Jorge Biglieri, admitió que el objetivo es "revisar las dedicaciones docentes para que nadie se quede sin hacer docencia: aparte de investigar o desarrollar tareas de extensión, todos tienen que dar clases para poder atender a los doce mil alumnos de la facultad, sin contar a los cuatro mil que van a llegar del CBC". Y añadió: "En el caso de algunas cátedras que se dictan un cuatrimestre sí y otro no, se resolvió pagarles sólo cuando dan clases y no todo el año, como se hacía hasta ahora". "Había otras alternativas al ajuste, como lo demostró con dignidad la Facultad de Ciencias Exactas", insistió una docente. En esa sede se declaró el estado de emergencia presupuestaria y se anunció que no se usará el dinero de los sueldos del personal para pagar gastos y servicios. El decano Courel argumentó que "es un dislate comparar ambas facultades". Pero los criterios esgrimidos ante la escasez de recursos exhiben disidencias políticas: el decano de Exactas, Pablo Jacovkis, no forma parte del brazo shuberoffista de la UBA. Raúl Courel, sí. "El déficit lo estamos pagando únicamente los docentes. Sobre recortar los sueldos de los directivos de la facultad nadie dice nada", se enojó una profesora. Sin embargo, Biglieri prometió que "el próximo lunes se va a presentar ante el consejo un proyecto de ajuste salarial para la actual gestión y las diferentes secretarías. Se organizó un cronograma de recortes y recién se están dando los primeros pasos". Informe: Cecilia Sosa.
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