Por Maximiliano Montenegro
El Gobierno
difundirá mañana los datos más controvertidos de los últimos tiempos. Pese a que la
producción industrial sigue en el tobogán (ver aparte) y a que la crisis se siente en
los bolsillos, el Indec dará a conocer que la desocupación en octubre retrocedió al
12,4 por ciento. Más sorprendente aún será el anuncio de que en los últimos tres meses
se crearon 130 mil puestos y, si la comparación se extiende al último año, el saldo son
320 mil puestos de trabajo más.
En el Ministerio de Economía dicen que la mayoría de los nuevos empleos están en el
sector servicios y argumentan que ésta es una prueba de que el crecimiento no se frenó.
Sin embargo, los consultores aseguran que aumentaron los empleos informales e
inestables y que muchas suspensiones en la industria, a partir de enero, podrían
transformarse en despidos (ver aparte).
Con los números definitivos de la encuesta de hogares de octubre del Indec, en Economía
no saben si festejar o efectuar un nuevo relevamiento. Como había anticipado este diario,
la tasa de desocupación bajó, ubicándose en el 12,4 por ciento, frente al 13,2 por
ciento que marcó el termómetro en agosto y mayo y al 13,7 por ciento que indicaba en
octubre del año pasado. Además, como también informó este diario, la baja en la
desocupación no se concentra en el área metropolitana (Capital y Gran Buenos Aires) sino
que se repite en la mayoría de los 27 aglomerados urbanos del interior relevados por el
Indec, con excepción de algunas pocas excepciones como Bahía Blanca, Concordia y
Mendoza.
Pero lo que más entusiasma al equipo de Roque Fernández es el dato de creación de
empleos. De acuerdo con las cifras oficiales, que se divulgarán mañana, entre octubre y
agosto pasado se generaron 130 mil nuevos puestos de trabajo. Si la comparación se
realiza entre octubre y mayo, el resultado son 80 mil puestos más, ya que entre mayo y
agosto habían desaparecido unos 50 mil empleos. A su vez, en octubre había 320 mil
trabajos más que en octubre del año pasado.
Esos datos relativizan la idea de que la baja de la desocupación se deba exclusivamente a
que hay menos gente buscando empleo. Si bien es cierto que en octubre se retiraron
personas del mercado laboral (ver en el cuadro tasa de actividad), el aumento del empleo
explicaría, según el Indec, en buena medida la disminución en la desocupación.
Las cifras son por demás llamativas, dado que octubre fue el mes en que la crisis
internacional más golpeó sobre la producción y ventas de la industria, la
construcción, entre otros sectores. En los últimos días, técnicos del Indec y de la
Secretaría de Programación Económica, que comanda Rogelio Frigerio, se reunieron a
doble turno para encontrar una justificación creíble a las estadísticas que, hoy más
que nunca, están divorciadas con lo que se percibe en la calle. Entre los argumentos que
desplegarán en los próximos días se destacan los siguientes:
El grueso
de los nuevos empleos se creó en el sector de comercio, mayorista y minorista, y de
enseñanza. Esto último puede tener que ver con la reforma educativa en las
provincias, especuló un funcionario sin sonrojarse.
También
hay más empleos en otros servicios, como transporte y servicios personales,
agregó.
La
construcción y el sector automotor no despidieron personal durante la crisis,
concluyó. En ambos sectores, en cambio, a partir de octubre hubo suspensiones masivas de
personal. El Indec no las capta ya que considera desocupado a un trabajador que está
suspendido más de 3 meses.
LA PRODUCCION INDUSTRIAL BAJO MAS DEL 4%,
SEGUN FIEL
Pueden empezar los despidos
Por M.M.
La producción industrial
cayó, por lo menos, un 4 por ciento en noviembre, según un anticipo del índice de
producción industrial que difundirá hoy FIEL. En el sector automotor la baja supera el
30 por ciento con relación a noviembre del año pasado. Abel Viglione, el economista de
FIEL responsable de las cifras, le dijo a Página/12 que a partir de enero puede haber
despidos en varios sectores industriales si no se recupera el mercado brasileño y los
precios internacionales de los commodities industriales.
Tras la baja del 9,3 por ciento que sufrió la industria en octubre, la producción
volvió a caer en noviembre, siempre respecto de igual mes del año pasado (un 4 por
ciento), aunque el derrumbe podría ser aún mayor una vez que se terminen de procesar la
totalidad de los datos. Como en octubre del año pasado se había registrado un record de
producción, el número de noviembre es casi tan negativo como aquél. Con estas cifras,
la producción industrial en 1998 crecería apenas entre 1,7 y 1,8 por ciento, frente a
una expansión de más del 10 por ciento el año pasado.
En FIEL afirman que la recesión en la industria se explica por el derrumbe, por tercer
mes consecutivo, en la actividad del sector automotor: 30,3 por ciento menos con relación
a igual mes del 97 y 21,4 por ciento menos que en octubre pasado. Pero también por
el freno en otros rubros como cemento, ligado al parate en parte de la construcción,
bienes de consumo durable y bienes de capital. Son industrias que están sintiendo
la restricción del crédito, explicó Viglione.
La industria suspendió y no despidió personal hasta ahora, dijo el experto
de FIEL a Página/12. Sin embargo, pueden empezar los despidos en enero en sectores
tales como hierro y acero, si no se recuperan los precios internacionales, y automotor y
confecciones textiles, si no hay un repunte en la demanda brasileña, alertó.
También podría comenzar a sentirse, sobre todo en las economías regionales, el recorte
de puestos de trabajo de las petroleras, afectadas por una caída de más del 35 por
ciento en el precio del crudo en el último año. En el norte de Santa Cruz, sur de
Chubut y Mendoza puede haber despidos por el cierre de pozos, advirtió Viglione.
La encuesta de perspectivas de la demanda de FIEL no mostró casi cambios en
noviembre con relación a octubre: el 8 por ciento de los empresarios cree que mejorará,
el 10 por ciento dice que empeorará y el 82 por ciento restante la percibe estable. Claro
que éste es de por sí un dato negativo, ya que nadie avizora cambios en un contexto
recesivo.
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