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FINAL AMARGO PARA CLINTON EN ISRAEL
Portazo en la cumbre

La intransigencia de Israel causó que Yasser Arafat abandonara la cumbre con Benjamin Netanyahu y Bill Clinton, que se fue de regreso a casa con las manos vacías. En Israel ya se habla de elecciones.

Netanyahu, Clinton y Arafat, juntos en la cumbre que no fue.
Israel se negó a seguir la evacuación y presentó una lista de demandas.

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Por David Sharrock desde Jerusalén

t.gif (67 bytes) El presidente Bill Clinton terminó ayer su visita de tres días a Oriente Medio en un mal clima, luego de que fracasara en el intento de persuadir al premier israelí Benjamin Netanyahu para que mantenga en marcha del acuerdo de Wye con los palestinos de tierra a cambio de seguridad. Clinton puso buena cara al mal tiempo en su reunión tripartita de la mañana de ayer con Netanyahu y con el líder palestino Yasser Arafat, que terminó abruptamente cuando Arafat se retiró en protesta por la negativa de Netanyahu a continuar con la implementación de Wye, ya que no se espera que Israel cumpla con el plazo del este viernes para la segunda etapa de su retiro de Cisjordania.
“He logrado lo que vine a lograr”, dijo Clinton, agregando que esperaba que el cronograma de Wye no empezara a estirarse. Pero Netanyahu criticó a Clinton por trazar una comparación entre los niños de los prisioneros palestinos y los de israelíes asesinados, y produjo una nueva lista de supuestas violaciones palestinas del acuerdo de Wye. “No estamos de acuerdo con este balance, esta comparación”, dijo. “No sé qué es lo que el presidente quiso decir, pero pareció como si hubiera alguna comparación posible entre el sufrimiento de los hijos de los asesinos y el de los hijos de los asesinados.” Netanyahu reafirmó su política de rehusarse a liberar palestinos “con sangre en las manos”. “Ninguna cantidad de presiones va a forzarnos a liberar asesinos terroristas... ninguna cantidad de presiones va a forzarnos a hacer retiradas militares cuando los palestinos no cumplan con su parte del acuerdo”. Más tarde, un importante miembro de las fuerzas de defensa israelíes predijo que el tema de los prisioneros podría encender más disturbios serios en Cisjordania a menos que se resolviera pronto.
Netanyahu enfrenta ahora un voto de no confianza programado para el lunes. Muchos comentaristas creen que su rudo manejo del presidente norteamericano solamente ha empeorado su precaria posición. Bajo presión de sus partidarios de ultraderecha, Netanyahu sólo parece poder sobrevivir si abandona el acuerdo de Wye. Su principal asesor anunció ayer que era inminente una decisión sobre elecciones.
En un día dominado por la tensión por la negativa de Netanyahu a responder más generosamente a la votación del Parlamento palestino que renunció formalmente al objetivo de destruir Israel, Arafat rehusó hacer comentario alguno sobre la cumbre, que se disolvió sin fotografías ni declaraciones conjuntas. Pero el negociador palestino Nabil Shaath acusó a Netanyahu de buscar cualquier excusa para demorar la devolución de tierras. “(Los israelíes) vinieron a la cumbre con la absoluta intención de destruirla como oportunidad de salvar el proceso de paz”, afirmó. “Los palestinos hemos cumplido con todos los compromisos que se requerían de nosotros... Creo que los israelíes deberían hacer lo mismo.”
Dentro de la lista de supuestas violaciones al acuerdo de Wye citadas por Israel está el reiterado anuncio de Arafat en el sentido de que se propone declarar un Estado palestino en mayo próximo, cuando expiran los acuerdos de ínterin de cinco años de Oslo. Pero el asesor de seguridad nacional norteamericano Sandy Berger afirmó: “En el acuerdo de Wye no hay ninguna obligación para que Arafat renuncie a sus esperanzas y aspiraciones”.
Los diarios israelíes fueron unánimes en afirmar que Netanyahu había manejado mal la visita de Clinton. Nahum Barnea, escribiendo en Yedioth Ahronoth, dijo que el discurso de Clinton en Gaza, cuando igualó los sufrimientos, temores y aspiraciones de los palestinos con aquellos de losisraelíes, les quitó a estos últimos “la percepción de superioridad moral que tenían. Una cosa es entregar territorio para no tener que gobernar a un pueblo extranjero, pero otra presentar la lucha entre los dos pueblos en el mismo plano moral. Necesario tal vez, pero no fácil”.

 

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