Sin poder
contener su exaltación ni ocultar su sonrisa, el ministro de Relaciones Exteriores, Guido
Di Tella, hizo público que festejó el levantamiento del embargo británico sobre la
venta de armas a la Argentina con su par de Defensa, Jorge Domínguez. Pero no
bailamos, aclaró ante un Domínguez incómodo por el desparpajo del canciller,
exultante por el replanteo de la prohibición vigente desde el 3 de abril de 1982, un día
después del inicio de la Guerra de Malvinas. Horas más tarde, el presidente Carlos Menem
se entusiasmó porque esa medida nos da la posibilidad de avanzar hacia la
soberanía que debemos ejercer sobre las Islas Malvinas, como realmente nos
corresponde. El gobierno británico fue mucho más cauto en sus términos. El
comunicado oficial no menciona el término levantamiento sino reemplazo
del embargo, advierte que se analizarán caso por caso las posibles
ventas y ratifica que no existe ningún cambio respecto de la decisión del gobierno
de proteger sus territorios en el Atlántico Sur.
El canciller británico, Robert Cook, destacó que las nuevas disposiciones serán
de vigencia inmediata, pero anticipó que se otorgarán licencias únicamente
para exportaciones que, según nuestro criterio, no pongan en riesgo ni ahora ni en un
futuro previsible nuestros territorios de ultramar en el Atlántico Sur o nuestras fuerzas
destacadas allí. El comunicado de la Embajada británica en Buenos Aires destaca
que en su reciente visita a Londres, Menem repudió el uso de la fuerza contra las
Islas Falklands, reiterando una vez más lo que ya había expresado en varias ocasiones en
Argentina. El primer ministro Tony Blair se mostró complacido ante la declaración y le
dijo a Menem que revisaría el embargo para buscar una salida más positiva, pero siempre
atento a las medidas de seguridad británicas.
Después de la reunión de gabinete, Di Tella y Domínguez hicieron coincidir el anuncio
en Buenos Aires con la difusión de la noticia en Londres. Esto es muy alentador, no
es un antes ni un después sino una suma y sigue, dijo el canciller y apeló a otro
de sus giros: en todo el problema del Atlántico Sur, la geopolítica está
sufriendo un cambio copernicano completo. Había una visión de que Chile y Gran Bretaña
tenían una alianza tácita contra la Argentina, que era el país enemigo de los dos.
Ahora, en cambio, se ve que la relación entre Argentina y Chile es bonísima, al mejor
nivel de la historia y que no somos enemigos de nadie, somos amigos de todos, sobre todo
de nuestros vecinos.
Fuentes de la Embajada británica explicaron que la decisión de su gobierno implica que
la Argentina ya no figura en la lista de países con embargo en la venta de armas, en la
que estaba junto a Irak, Irán y Bosnia. La resolución ubica ahora a la Argentina en la
nómina que integran los países de la Unión Europea y Estados Unidos. Los diplomáticos
aseguraron que en el Reino Unido no existe la venta libre de armas a ningún
país. El levantamiento del embargo beneficiaría a la Armada que cuenta con seis
buques de guerra británicos en su flota y que, desde 1982, necesitan repuestos para
reparar sus motores (ver opinión).
La oposición relativizó el anuncio. El diputado radical Marcelo Stubrin consideró que
el efecto de la medida es nulo. El socialista Guillermo Estévez Boero
señaló que se continúa en la coreografía conocida pero no se avanza en lo
realmente importante, que es la cuestión de la soberanía.
Preocupaciones de Guido |
Las armas y la
Justicia
Tengo una sola alternativa, y es que voy a hacer todo
lo que la Justicia me pida porque es mi obligación, dijo ayer el canciller Guido Di
Tella al explicar su actitud si lo citan a declarar por la venta ilegal de armas a Croacia
y Ecuador. Di Tella no mostró la misma predisposición cuando se le preguntó si se
despojará de sus fueros o intentará retenerlos tal como hizo su par de gabinete Erman
González. Me parece irrelevante contestarle, dijo tajante el canciller. El
fiscal Carlos Stornelli le solicitó al juez Jorge Urso que le tome declaración
indagatoria al canciller por ocultar pruebas y por poner en peligro a la Nación,
por no tomar las medidas adecuadas cuando fue advertido del tráfico de armas. |
Los vuelos a Malvinas
El canciller Guido Di Tella consideró que en el marco de las
buenas relaciones con Gran Bretaña se puede visualizar que en un plazo razonable
los vuelos entre la Argentina y las islas Malvinas se vuelvan normales. En la Casa
Rosada trascendió que Di Tella mantendrá contactos con representantes de los isleños
para analizar esa posibilidad. Después de la guerra de 1982, ninguna empresa argentina
realizó ese recorrido. Sin embargo, la aerolínea cordobesa Southern Winds y la porteña
LAPA cuentan con aviones y tripulaciones no argentinos que les permitirían aterrizar en
la base aérea de Mount Peasant. Esta semana Lan Chile suspendió los vuelos a las islas
en repudio por la detención del dictador Augusto Pinochet en Londres. |
OPINION
Más política que militar
Por Rosendo Fraga* |
El
levantamiento del embargo británico a la venta de armas a la Argentina es una medida que
tiene más consecuencias políticas que militares.
Desde el punto de vista de los armamentos en sí, la Argentina no es un país que tenga
previsto reequiparse en el corto o mediano plazo, e incluso la llamada Ley de
Reestructuración Militar sancionada en marzo, que preveía un incremento del 3 por
ciento anual en el gasto militar destinado a reequipamiento, no se cumplirá en 1999.
En lo que hace a repuestos, la mayoría de los sistemas de armas de las Fuerzas Armadas
Argentinas no son de origen británico, con lo cual sólo dos fragatas de la Armada los
requieren de esta procedencia, los que por otra parte ya habían sido adquiridos, pese al
embargo.
En los hechos, ya se había flexibilizado, al autorizar el año pasado el
gobierno británico la venta de vehículos de transporte de tropas al contingente militar
argentino que junto con el británico cumple funciones en las fuerzas de paz de Chipre.
Pero la medida es importante en términos políticos, porque implica que Gran Bretaña ha
dejado de considerar a la Argentina como una amenaza potencial en términos militares.
En el terreno específicamente castrense, si bien la medida no tiene efectos concretos
relevantes en materia de adquisiciones de armamentos, sí los tiene en cuanto a la
posibilidad de realizar ejercicios militares binacionales entre los dos países.
La subsistencia del embargo creaba una situación política que impedía a las dos Fuerzas
Armadas efectuar este tipo de ejercicios, ya que su mantenimiento implicaba la
subsistencia de una amenaza potencial.
Es así como en el ámbito militar la consecuencia concreta de esta medida será la
realización de ejercicios conjuntos entre la Armada Argentina y la Royal Navy, como un
primer paso en la política tendiente a llevar al plano militar la política de
acercamiento que se está desarrollando. Cabe destacar que en estos primeros ejercicios no
está previsto que participen efectivos militares británicos de la guarnición de las
islas.
Hacia el futuro, la posibilidad de una reducción en los efectivos de las Malvinas puede
constituir una segunda señal en dirección a reconocer que la Argentina ha dejado de ser
una amenaza potencial desde el punto de vista militar.
Pero el levantamiento del embargo puede permitir en el futuro que se plantee la
posibilidad de cooperación entre las fuerzas británicas de la guarnición de Malvinas y
las Fuerzas Armadas Argentinas.
Esto aparece así, como una consecuencia concreta de la visita de Menem a Londres y tiene
más una significación política que estrictamente militar, permitiendo la realización
de ejercicios militares binacionales, antes que compras de armamentos.
* Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría. |
|