|
Por Luis Vivori Nuestra idea fue recuperar a Agustín Tosco no desde la historia, sino desde la memoria, explica Cecilia Merchán, productora de Tosco, Grito de Piedra, un video documental realizado íntegramente en Córdoba. Luego de haber recibir el premio de $10.000 tras participar en un concurso de guiones del Incaa, Cecilia y su grupo, Los Ladrones de Gallinas, emprendieron la tarea de reunir la memoria viva de quienes compartieron junto al mítico dirigente sindical la revuelta popular de mayo del 69, conocida como el Cordobazo y considerada el principio del fin del período de dictadura de Juan Carlos Onganía. Ninguno de los realizadores había nacido cuando Tosco era la figura sindical más relevante de aquella otra Argentina, por lo cual el trabajo también les resultó un viaje hacia la historia de la identidad de la generación de sus padres. Priorizando lo emotivo, el documental deja el relato a cargo de los protagonistas de la época, quienes perfilan a Tosco tanto en su faceta de luchador sindical como en la de compañero de trabajo. Tosco murió en 1975, cuando estaba clandestino luego de haber intentado copar al frente de un grupo armado la sede del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, en el final de un largo proceso de enfrentamientos entre los sectores clasistas y los burocráticos. El sepelio del mítico dirigente fue disuelto a balazos por la policía cordobesa, cuenta la historia. Siempre le decíamos `Vos tenés que ser presidente, porque sos el único que defiende a los trabajadores y a los pobres, pero él sólo se reía, cuenta una de las llamadas mujeres de Tosco, una compañera de militancia en el gremio de Luz y Fuerza. Con imágenes de archivo inéditas, el video muestra, en paralelo a la historia del dirigente, todo el proceso histórico previo al Cordobazo (tanto la represión, como la organización estudiantil y sindical que lo sustentó). Mientras le cuenta a Página/12 la experiencia de realizar un video sobre un personaje relevante con tan poco dinero, Cecilia busca en Buenos Aires el modo de que el trabajo adquiera resonancia nacional. ¿Cómo se hace para realizar un documental con sólo diez mil pesos? En realidad fueron 9600: el Sindicato de Luz y Fuerza puso tres mil más, pero el resto del costo lo bancamos nosotros. Ganamos el premio al mejor proyecto sobre temas de la provincia entre otros cien presentados, pero es cierto, el dinero no nos alcanzó para mucho. De hecho, hubo material de archivo con imágenes del Cordobazo que tuvimos que pagar de nuestro bolsillo. El video finalmente costó $23.000. ¿Tenían experiencia como grupo? En realidad fue con este video que nos terminamos de afirmar como Los Ladrones de Gallinas. Somos todos comunicadores o estudiantes de cine. En Tosco, Adrián Jaime y Daniel Ribetti son los directores, Daniela Acacia es la camarógrafa y Leonardo Cavaller es el responsable de las animaciones. Antes de esto trabajamos en Canal 12 de Córdoba haciendo Las joyas de la abuela, un documental semanal en el que relacionábamos temas de ecología con la problemática de la gente del lugar. Era casi el mismo equipo. Todo fue con producción nuestra y con problemas técnicos por los pocos recursos. El documental muestra una mirada de Tosco en la que existe cierta exaltación por el personaje, sin grandes matices. ¿Fue algo buscado? Buscamos fundamentalmente gente del sindicato y por el tipo de narración que elegimos todo fue hecho en Córdoba, con una mirada muy local y de gente que tiene esa visión de él. Decidimos que lo central era contar a Tosco desde las vivencias, por eso no les ponemos nombres a los que hablan, ni hay una voz en off. No buscamos que tuviera rigor histórico. Sólo nos interesaba saber dónde lo conocieron y el lugar que ocuparon en su vida. Una de las mujeres de Luz y Fuerza le da todo un tinte de adulación, pero tiene que ver con su propia memoria. Respetamos eso entodos los testimonios. De hecho, cuando se enteraron de que estábamos en este trabajo muchos nos trajeron fotos o material que tenía que ver con la época, pero siempre motivados por la memoria. ¿Por eso no existe un mensaje ni un cierre? Exacto. La idea era que se contara solo y que sirviera como disparador. De hecho, cuando la exhibimos en Córdoba se dio así. La gente se iba llena de preguntas, especialmente los pibes. Además, usar imágenes de Ricardo Carpani y animarlas en el video fue todo un desafío, tomar dibujos de esa época, de la CGT de los Argentinos, de la Libertad por los Presos. El proyecto siempre fue combinar nuestra propia perspectiva teniendo en cuenta que no habíamos nacido cuando fue el Cordobazo, con la memoria de quienes estuvieron en aquel tiempo. ¿Qué imagen tiene de Tosco la sociedad actual? Lo más fuerte que quedó del tipo fue un pensamiento teórico muy importante. Como el tema del movimiento de liberación nacional y otras cuestiones. Además todo el mundo lo relaciona con el Cordobazo, es la figura de esa época. También se lo recuerda como un dirigente sindical que se jugó por sus trabajadores, que fue honesto. Cuando uno se toma un taxi en Córdoba y le dice al taxista que va al Sindicato de Luz y Fuerza, enseguida lo relacionan con Tosco y tira una frase típica: Como ése ya no hay.
|