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Por Miguel Angel Villena desde Madrid ![]() Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939) está persuadido de que el caudillismo forma parte de la tradición cultural y política de América latina. En ese sentido comenta Fidel es un déspota ilustrado, es decir, alguien que se siente imprescindible para ilustrar a las masas. Castro participa sin duda alguna de esa mística del caudillo emancipador que arranca en Simón Bolívar. Al hilo de esa argumentación, Vázquez Montalbán cuyos libros, por cierto, no se han publicado en Cuba, contempla con bastante escepticismo la posibilidad de una transición democrática en Cuba antes de la muerte de Castro. Sólo el levantamiento total del embargo o del bloqueo abriría la puerta a que Fidel permitiera una transición, señala el escritor barcelonés. Tras subrayar que las últimas medidas económicas del régimen castrista dividieron la sociedad cubana en dos clases, los que tienen dólares y los que no, el padre literario del célebre Pepe Carvalho observó que muchos dirigentes apuestan por una transición. Pero al mismo tiempo aclara nadie quiere desmarcarse del discurso oficial, nadie desea quemarse políticamente antes de la hora. En cualquier caso, la solución vendrá desde dentro de Cuba. Ahora bien, el régimen atraviesa una etapa de desconcierto tras el derrumbe del campo socialista. Nadie sabe a qué se refiere cuando habla de la revolución. Por las setecientas páginas del libro de este prolífico autor catalán desfilan muchos nombres españoles, desde políticos a diplomáticos, desde empresarios a figuras históricas. A partir de la constatación de que amplios sectores españoles siguen sintiendo fascinación por Cuba, el autor del libro afirma: A muchos españoles nos ha pasado lo mismo que a esas parejas sin descendencia que deciden adoptar un niño. Así, la historia no nos ha dado una revolución a los españoles, y por eso hemos adoptado la cubana. A su juicio, la persistencia de Estados Unidos en el mantenimiento del embargo permitió que Cuba disfrute todavía de esa condición de país de referencia. Al ensayista no le cabe duda de que la revolución cubana se ha basado tanto en el nacionalismo como en el comunismo. Tras una etapa de marxismo-leninismo furibundo, Castro ha vuelto a las esencias de José Martí y su independentismo. Creo que Fidel Castro empezó en Martí y acabará en Martí. Por otra parte, el escritor cree que la visita del papa Juan Pablo II significó un éxito para Castro, porque demostró su control social y rompió el bloqueo de su imagen en Estados Unidos. Para la Iglesia Católica agrega fue una inversión a futuro, porque la santería y las religiones evangélicas le están disputando seriamente la influencia entre los fieles.
LOS PREMIOS MTV 1998
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