Chacho Alvarez envió a Córdoba a su principal operador, Alberto Flamarique, para convencer al candidato a gobernador por el Frepaso, Humberto Volando, de que abandone la lucha. Pero la decisión se tomó sobre la hora, por lo que el legislador no consiguió pasaje en avión y tuvo que recorrer los 700 kilómetros en micro. Además, salió tan apurado que ni siquiera tuvo tiempo para almorzar. El radical Rafael Pascual, que lo esperaba en Córdoba, se encontró con un Flamarique cansado y, sobre todo, muerto de hambre. Para colmo, Volando decidió mantener su candidatura.
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