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EL MEJOR EQUIPO JUVENIL DE JOSE PEKERMAN
Aptos para todo público

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Cambiasso y Milito en el piso, el cuerpo técnico controla.

Los antecedentes obligan; losnombres ilusionan.  El Sub-20 tiene un plantel brillante que nutrirá a la selección mayor.

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José Pekerman rodeado de los pibes en el predio de Ezeiza.


Por Ariel Greco y Adrián de Benedictis

t.gif (67 bytes) Más allá de los títulos conseguidos por las versiones anteriores de los seleccionados Sub-20, el nuevo equipo que disputará el Sudamericano en Mar del Plata –comenzará el 5 de enero– despierta más expectativa que sus antecesores. Al reconocido trabajo de José Néstor Pekerman se le suma en esta oportunidad una generación de chicos que sienten el fútbol de la misma manera y que, a diferencia de los planteles anteriores que se mostraron en juveniles, cuenta con la ventaja de tener futbolistas con un camino recorrido en Primera División y en selecciones menores. A partir de esto, el público ya conoce las cualidades de cada jugador, y se entusiasma con el solo hecho de escuchar sus nombres. Apellidos como Cambiasso, Aimar, Peralta, Montenegro, La Paglia, Galletti... hacen soñar al más desentendido. “Acá se han juntado varios geniecitos y eso despierta mucha expectativa. Además, están Cambiasso y Aimar, que se salieron del molde”, se ilusiona José Pekerman.
“Con Dinamarca fue un partido muy duro que nos vino muy bien porque necesitábamos un examen serio y exigente que nos sirva para mejorar. Yo recuerdo el primer Sub-20 que participó del Mundial de Qatar, y salvo Leonardo Biagini que ya jugaba en Primera, el resto ni siquiera había pisado la reserva, eran de quinta y sexta división. Evidentemente, el panorama para esos chicos era diferente del de estos que ya tienen partidos en Primera y son reconocidos”, le confesó Pekerman a Líbero. El entrenador valora esta condición, aunque relativiza los beneficios que le puede otorgar a su equipo: “La experiencia puede dar estabilidad y seguridad externa, pero también puede traer un relajamiento, porque los chicos consiguen los objetivos demasiado rápido”.
Uno de los puntos a favor con los que cuenta el técnico es el conocimiento que posee del plantel, debido a que la gran mayoría de sus integrantes forman parte de este proceso desde hace un tiempo. “Este Sub-20 es un equipo que va a reunir dos grupos del Sub-17, el que jugó el Mundial de Ecuador y el de Egipto. En consecuencia, es algo que siempre fue pensado en el tiempo y que tuvo una creación que no empieza desde ahora. Esto tuvo un desarrollo de tres años”, reafirmó el técnico.
El funcionamiento que Pekerman pretende para esta selección no difiere de los anteriores. El respeto por la pelota, el juego de conjunto, toques, gambetas son las premisas que siempre impulsó en sus dirigidos. En comparación con los otros Sub-20, para Pekerman “los equipos son parecidos en la misma espontaneidad, en la misma forma de encarar el fútbol. Sin la presión que no les permita jugar libremente, pero con un ordenamiento para que se sientan fortificados cuando se necesiten consolidar como equipo. Uno busca siempre mostrar grandes jugadores, pero que puedan entenderse en forma colectiva”. Aunque en esta ocasión tendrá el valor agregado de poder juntar a sus “geniecitos”: “Sueño con que puedan jugar juntos, son los mismos sueños que tienen ellos. Es el fútbol que uno idealiza”.
Sin embargo, Pekerman encuentra un obstáculo en medio de tanta abundancia de talento. “No hemos tenido el tiempo suficiente como para poder ejercitar. Hubiera sido importante porque de esa forma uno puede memorizar cosas que ayuden a los chicos a integrarse, porque aun siendo grandes jugadores necesitan ese entendimiento que da el tiempo”. Claro que muchos de los entrenadores rivales quisieran tener el “problema” que tiene Pekerman.
Aunque este equipo jugó sólo dos encuentros amistosos (Hungría y Dinamarca) y apenas mostró parte de su potencial, las conquistas en Qatar y Malasia le otorga un plus de responsabilidad: tener que repetir el título en Nigeria. Lo que para unos sería una carga de obligaciones, para este cuerpo técnico es una prueba que los jugadores deben superar en su aprendizaje. “Siempre es una presión tener que ratificar los antecedentes. Pero esto es un desafío, porque en un mundo donde vivimos presionados permanentemente, ya sea porque todo sucede muy rápido o porque hay que dar muestras de éxito en forma permanente, los chicos tienen que aprender a demostrar que se puede jugar en esas circunstancias, y hacerlo bien”.
Más allá de que el objetivo sea el Sudamericano, Pekerman apuesta a que en el futuro, estos chicos puedan consolidarse en la selección mayor. Mar del Plata será la nueva meta. La ciudad contará con nueva atracciónturística que la gente podrá disfrutar. Los chicos de Pekerman volverán a seducir con su juego “distinto”. Como también querrá disfrutarlo su conductor. El mismo que imagina una conjunción inolvidable: “Es el sueño de cualquier entrenador contar con este grupo”.

 

“Para mis viejos”
Villarreal

Por ahí, en mi familia se comía un poco menos para que yo pudiera viajar desde Alta Gracia para entrenar”. El cordobés Javier Villarreal es uno de los jugadores más tímidos del plantel Sub-20. Junto con el delantero de Boca, Adrián Guillermo, integra el grupo de los más silenciosos, según lo definen sus propios compañeros. Tal vez por el profundo giro que dio su vida en los últimos dos años, ya que pasó de jugar en los torneos locales de Córdoba a integrar la Selección y a que Boca compre parte de su pase.
A los 17 Villarreal jugaba en las juveniles de Talleres y su ilusión pasaba por llegar a primera. “De pibe en Córdoba me imaginaba llegar a primera ya que debutar en Talleres era mi primer sueño. Lo había visto descender cuando estaba en inferiores y me había dolido mucho”. La oportunidad le llegó de la mano de Ricardo Gareca y el pibe no la desaprovechó. “Estoy muy contento por mi presente y que se dé a esta edad. A los 19 años he ganado un torneo de ascenso, estoy jugando en la primera de Talleres, me citaron para la selección juvenil y después que me compre Boca es un orgullo muy grande. Gracias a Dios esto viene por el trabajo y la humildad”, comenta con sencillez.
Pero la realidad que vive hoy contrasta con la dureza de su infancia junto a sus ocho hermanos y las privaciones que sufrieron sus padres para mantenerlos. “El agradecimiento es para mis viejos, que han estado siempre atrás mío y si no hubiera sido por el soporte de ellos no estaría viviendo este presente. Vengo de una familia humilde y ellos han hecho un sacrificio enorme para que yo sea jugador. A veces nos faltaban cosas y ellos se mataban para evitarlo. Lo mismo cuando tenía que viajar. Ese sacrificio es único y sólo los padres lo pueden hacer”.
Cada vez que se le plantearon pruebas en su carrera, Javier las superó con soltura, por lo que mira el futuro con optimismo. “En estos dos años me han pasado cosas muy lindas, pero a medida que se van cumpliendo las metas uno se pone objetivos más grandes. El próximo es quedar en lista definitiva y ganar este Sudamericano”, asegura. Claro que ya imagina el siguiente, que es compartir un mediocampo con su hermano Diego, quien juega de enganche en las inferiores de Talleres. “Tiene muchas condiciones. Ojalá podamos jugar juntos y que tenga misma la suerte que tuve yo”.


“No podemos traicionar el modo de entender el fútbol argentino”
La Paglia

Comparándolo con el anterior Sub-20 que integraste, ¿cómo ves a este equipo?
–Creo que tenemos más experiencia, cada uno fue creciendo en su club y eso nos va a servir mucho para afrontar el Sudamericano.
–¿Qué expectativas tenés para el torneo?
–Como primer objetivo quiero quedar en la lista definitiva para poder jugar el campeonato y, después, demostrar en la cancha que puedo formar parte de este equipo.
–¿Pueden jugar todos juntos futbolistas como vos, (Sixto) Peralta, (Daniel) Montenegro, (Esteban) Cambiasso y (Pablo) Aimar?
–Seguro. Creo que sería muy lindo. Si hacemos un poquito de esfuerzo en pasar la pelota, en recuperar, y en estar bien ubicados, no habrá ningún problema. Además, sería algo muy lindo para la gente porque se brindará un buen espectáculo.
–¿Te sentís más cómodo con esta clase de jugadores al lado?
–Sí. Pienso que todos los argentinos nos sentimos identificados con este fútbol, con jugadores de calidad. Este país está caracterizado por entender el fútbol de una sola manera y no podemos traicionarlos.
–¿Estás convencido de que ésa es la mejor manera de conseguir triunfos?
–No tengo ninguna duda. Es el mejor camino. A la larga, los equipos que alcanzaron cosas importantes siempre jugaron bien.
–¿Cuál de ustedes creés que será la sorpresa?
–Todo el grupo tiene capacidad para destacarse. Acá no hay una figura, somos todos iguales, y en cualquier momento puede sorprender cualquiera.


“Tengo que estar eternamente agradecido a Pekerman”
Aimar

Cerrás el ’98 de la mejor manera? –La verdad que sí, esta convocatoria me llega en el primer año que jugué en Primera y eso significa mucho. Crecer y jugar al lado de grandes jugadores que han ganado todo en River tiene un valor incalculable.
–Y por lo visto, (José) Pekerman sigue confiando en vos a pesar de la floja campaña de River.
–Yo le estaré agradecido eternamente a José. Puede ser que haya tenido buenas actuaciones a lo largo del año, pero no sé si sirve de mucho. No recuerdo que se hable de alguien en particular cuando el equipo no anduvo bien. Ahora espero ser parte del plantel que viajará a Mar del Plata.
–Y particularmente, ¿a qué aspirás?
–Sueño con jugar en un buen nivel. No soy de llenarme la cabeza con muchas cosas, espero que mi juego le sirva al equipo para clasificar para el Mundial. A partir de ahí, me plantearé un nuevo objetivo.
–¿Este grupo lleva más ventaja por tener varios jugadores afianzandos en Primera?
–Es importante la experiencia que logramos en los clubes y en los seleccionados juveniles. Pero todo eso tendremos que demostrarlo también en este equipo. Nadie juega con el apellido.
–¿Esta es la clase de equipos en donde más te gusta jugar?
–Con el fútbol que pregona José me identifico plenamente. La categoría de los jugadores que hay en este equipo hacen soñar a cualquiera. La mayoría de nosotros nos sentimos cómodos con ese fútbol.
–¿Este es el mejor Sub-20?
–No sé, los otros lograron cosas importantes, y éste recién se está formando. En este caso, los menos reconocidos están a la altura de los que sí lo son. Seguramente la gente se sorprenderá con algunos jugadores.


“Esto no debe ser un trampolín”
Cambiasso

Por los jugadores que se juntaron, ¿hay que esperar un fútbol de alto vuelo?
–Sí, da para soñar. En general, todo lo que arma José es para ilusionarse. Acá lo lindo es que la mayoría estamos juntos desde hace cuatro años y es muy difícil encontrar un grupo como éste en el cual todos están dispuestos a dejar algo por su compañero.
–Por los nombres no se puede rescatar una sola figura.
–Mejor. A veces que haya una o dos figuras termina desgastando a un grupo. Al ser todos de un mismo nivel, tenemos la posibilidad de convivir, de que nadie quiera sobresalir. Y somos muy conscientes de que tenemos un mismo objetivo y que nos necesitamos todos.
–¿Cómo influye que la mayoría ya esté jugando en Primera y tenga uno o dos mundiales disputados?
–Sin duda que todo lo que sea experiencia sirve para que un jugador crezca. Seguramente que tener un campeonato del mundo jugado influye, pero puede haber chicos que debuten y la rompan. Algunos pueden tener menos nombre, pero tengo la esperanza de que en febrero se hable de todos los que fueron porque lo bueno de este grupo es que nadie quiere crecer solo sino en conjunto.
–Bielsa dejó abierta la posibilidad de convocar alguno de ustedes luego del torneo. ¿Lo toma como un trampolín para la Mayor?
–Si alguno de los jugadores toma el Sudamericano como trampolín, se caería. Acá tenemos que ser conscientes de la importancia de este torneo para el fútbol argentino. Si después se da la mayor para alguno de nosotros, nos va a poner muy contentos.


“Sólo me piden que juegue tranquilo”
Montenegro

La ilusión del público le exige a este equipo que gane y guste.
–Sí, pero hay que ir de a poco, todavía nos tenemos que ir conociendo. Se conformó un grupo bárbaro con chicos que juegan bien al fútbol y eso a uno lo hace sentirse bien. Aunque recién jugamos dos amistosos.
–¿Cambia tu forma de jugar en Huracán y en la Selección?
–Sí, la presión y los objetivos son distintos. Acá la meta está puesta en ganar el Sudamericano y luego cumplir un buen papel en el Mundial.
–¿Te exigen cosas diferentes?
–En realidad, en la Selección me piden que juegue, que esté más tranquilo para juntarme con mis compañeros, y allá te exigen más para tratar de ganar como sea. Pero está claro que en los dos lugares tenés que darle con todo para lograr un lugar.


“Estar acá es tener un gran aprendizaje”
Peralta

Qué es lo que más rescata de este plantel?
–Hay muchos jugadores que tienen buen manejo, que les gusta jugar al fútbol de la misma manera, tanto de mitad de cancha para arriba como atrás. Se habla de los de adelante, pero en el fondo también hay chicos que tratan muy bien la pelota.
–¿El objetivo principal es repetir los títulos de los Sub-20 anteriores?
–Primero hay que pensar en el Sudamericano. Seguramente que una vez lograda la clasificación para el Mundial, la ilusión de todos va a ser jugar un buen torneo y salir campeón, pero todavía falta mucho para eso. En lo personal, la motivación pasa por tratar de integrar este plantel, que está compuesto por chicos con grandes condiciones.
–¿Por qué los juveniles juegan distinto de los mayores?
–Son dos realidades muy diferentes, pero que a nosotros, como aprendizaje, nos sirve mucho y nos va a dejar experiencias muy buenas. La predisposición es la misma porque uno entra en la cancha o va a entrenar con todas las ganas y se mentaliza de la mejor manera.

 

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