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Irak: el Zorro
dejó un Desierto
Estados Unidos y Gran Bretaña atacaron a Irak en la Operación “Zorro del
Desierto” por el incumplimiento de sus compromisos con la inspección de desarme de
la ONU. Al final de cuatro días de bombardeos, ambos países, que no contaron con el
apoyo de la ONU, proclamaron su “victoria”, después de lanzar el doble de
misiles que en la Guerra del Golfo de 1991.
Al Arab
La situación de Estados Unidos puede ser fácilmente comprendida desde su papel de
policía mundial a la cual le gusta quebrar el cuello de cualquier árabe que enfrente sus
planes de apropiarse del petróleo de la región (...) Pero lo que no puede ser digerido
es la actitud de Gran Bretaña (...) Parece que su gran motivación histórica es el
rencor histórico hacia la nación árabe, ya que fue el país que traicionó a la gran
revolución árabe, la que fracturó a la nación árabe en estados pigmeos, la que dejó
a los palestinos ante las milicias sionistas y la que atacó a Abdul Nasser en Egipto con
la colaboración de Israel. Gran Bretaña estuvo todo el siglo XX conspirando contra la
nación árabe en base a sus rencores históricos, a los cuales nosotros tenemos el
derecho de responder.
(Ahmed Mahmoud)
Süddeutsche Zeitung
¿Qué pasará después de las bombas? Saddam ya no podrá utilizar a los rusos, a los
chinos y a los franceses que le permitieron siempre hacer pie en la ONU. ¿De qué les
sirve a partir de ahora su ayuda si Estados Unidos e Inglaterra reaccionan unilateralmente
si lo necesitan? Cuánto más pequeña es la coalición más rápido va a tomar decisiones
y eventualmente actuar. En este nuevo contexto estratégico, Saddam deberá ser más
prudente. Hasta podría ser llevado a cambiar todos sus cálculos si constata que ya no
tiene capacidad de maniobra frente a las grandes potencias.
(Editorial)
Libération
El presidente de la comisión de la ONU para el desarme (UNSCOM), el australiano Richard
Butler, que tomó la iniciativa de retirar a sus expertos de Bagdad, se convirtió en el
símbolo del mal a los ojos de los irakíes. Hace un mes, el vice-primer ministro Tarik
Aziz lo había acusado de “provocación” y de “buscar un pretexto
artificial para justificar una agresión norteamericana”. La crisis había concluido
con la marcha atrás del gobierno iraquí. Y los métodos musculosos de Butler son, desde
hace meses, uno de los elementos que siempre hubo que tener en cuenta al enfrentar la
ecuación iraquí. Butler aspira a dirigir un día la diplomacia australiana. Pero muchos
en su país consideran que se inclina demasiado en favor de Estados Unidos, y que así
daña a la imagen nacional. Clinton: por el
camino de Nixon
La Cámara de Representantes resolvió el sábado iniciar un
proceso de destitución (impeachment) contra el presidente Bill Clinton por los cargos de
perjurio y obstrucción de justicia en el Sexgate. El proceso ahorapasará al Senado, que
podrá demorar entre tres meses y un año para declarar o no culpable a Clinton. El
presidente juró que no va a renunciar.
Christian Science
Monitor
La estrategia de la Casa Blanca ahora es de generar sentimientos de lástima con respecto
al presidente y convencer a la opinión pública que un prolongado proceso de destitución
conllevará más tormento del que el país pueda soportar. Esto es plausible si estamos
preparados a abandonar los principios democráticos en los que se basa nuestro país: es
decir, que nuestros líderes están sujetos a las mismas leyes que la gente común.
Asimismo, el “tormento” no es la responsabilidad del país sino de Clinton, y es
el quien debe sentirse culpable y avergonzado. Es su responsabilidad terminar el tormento,
y al hacerlo cerrar este lamentable capítulo en nuestra historia. El puede renunciar. Y
debería hacerlo.
(Editorial)
The New York
Times
El esfuerzo de los republicanos por darle la apariencia de constitucionalismo a su
enemistad partidista puede alterar el hecho ineludible que el delito del presidente
Clinton no amerita de ninguna manera su destitución. Un legislador expresó
elocuentemente el sentimiento prevalente en la nación: “su alma está dolida, y su
espíritu está alicaído”. La reconciliación parece ahora fuera del alcance de la
Cámara de Representantes. Pero no estará fuera del alcance del Senado o de la nación.
Las heridas inflingidas al país por Clinton y por sus vengativos oponentes podrá ser
sanada sólo si el asunto se resuelve rápidamente con la censura del presidente.
(Editorial)
Washington Post
El debate el sábado sobre el “impeachment” en la Cámara de Representantes
sólo tenía una relación parcial con la destitución. Tenía en gran medida que ver con
el rencor. Por ahora, al menos, es bastante claro que el consenso del que dependía la
vida política nacional está perdido, y esto no es saludable. La pobreza –por no
decir la hipocresía– del debate es extraordinaria. Todos piensan que el juicio
político en el Senado será terrible, pero los republicanos intentan culpar al presidente
por no evitarlo al renunciar. Ellos arguyen que su voto en la Cámara Baja tendría que
ser suficiente para enviarlo al retiro, y que no importa que la votación haya sido
abiertamente partidista. Esta lógica no es la correcta.
(Editorial)Pinochet: más
sorpresas
El Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores británica resolvió anular el fallo
de los law lords que revocaba la inmunidad del ex dictador chileno Augusto Pinochet por
considerar que Lord Hoffmann, el juez que definió la votación, podría haber sido
parcial por su participación en Amnesty International Charity. La inmunidad será
reconsiderada el 18 de enero.
Le Monde
Las tribulaciones actuales de tres personas políticas de primer plano -Saddam Hussein,
Bill Clinton y Augusto Pinochet– prueban hasta qué punto creemos en la justicia
natural. Pinochet mereció ser considerado como el hombre viviente más malvado (perdón,
Saddam). El principio de la responsabilidad universal hace que el hecho de que haya
ocupado los puestos más altos no lo excuse por haber cometido los crímenes más atroces.
Si ésto resulta ahora indiscutible, es porque todos compartimos la misma naturaleza
humana. Es lo que nos permite a la mayoría de nosotros perdonar sus faltas a Bill
Clinton, lo que nos prohíbe pensar que el bombardeo de iraquíes inocentes sea la mejor
manera de castigar a Saddam, lo que nos incita a desear que juzguen a Pinochet. Un mundo
que le arrojara a Clinton a los perros y no juzgara a Pinochet sería un mundo al revés.
(Salman Rushdie, escritor británico condenado a muerte por Irán)
El Mercurio
La detención del ex presidente Pinochet no es, como se ha postulado eufemísticamente, un
mero caso judicial (...) Se trata, en todas estas instancias, de decisiones políticas que
significan desconocer la jurisdicción del Estado chileno y, con ello, su condición
soberana y su derecho a la autodeterminación. No han podido los gobiernos español y
británico invocar tratado alguno que haga excepción al principio de la territorialidad.
Existe, por tanto, una violación al Derecho Internacional (...) Y significa una afrenta
no sólo a nuestra dignidad soberana, sino un desconocimiento absolutamente explícito del
Estado de Derecho vigente en Chile.
(Editorial)
La Tercera
Es notable observar cómo los pronósticos de lo que va a suceder a futuro están cada vez
más erráticos. Es hora que empecemos a entender que las situaciones que van aconteciendo
ya escapan mucho a nuestras propias predicciones y que tenemos la gran limitación de
prever medianamente los acontecimientos futuros, los cuales se unen con una dinámica
increíble, conformando nuevos escenarios inimaginables (...) Los principios ya están
superando a coaliciones, concertaciones y partidos, como lo estamos viendo, por lo cual,
sabiendo ya quién es quién, debemos esperar que las decisiones las tome la gente con
verdadera perspectiva de estabilidad y para ello, conozca y valore nuestra realidad.
(Miguel Angel Poduje) |
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