Vacaciones forzosas
En la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), diez mil alumnos no podrán optar por cursar materias durante el verano por una decisión del consejo directivo. Bronca entre los estudiantes. |
Por Javier Lorca Por más ganas que tengan, diez mil estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) no podrán estudiar este verano. Quiero cursar una materia pero no me dejan se indignó Valeria, una de las que se quedaron sin la habitual oferta académica estival. Contaba con el curso de verano para ponerme al día con la carrera y ahora que los sacaron no sé qué hacer, protestó parada en medio de un pasillo, con una mueca poco amistosa y rodeada por un coro de quejas y resoplidos. En una medida que desató la bronca de muchos alumnos que anoche realizaron una asamblea para canalizar su reclamo, el consejo directivo de la facultad resolvió que durante febrero y marzo sólo podrán dictarse materias optativas y no las más importantes, las obligatorias. Pero las carreras de Ciencias de la Comunicación y Sociología (las más populosas) se quedaron sin ofrecer ninguna asignatura. Mientras las autoridades de Ciencias Sociales y los directores de las carreras se acusan mutuamente, el ojo de la tormenta aloja a los alumnos. Estamos bastante calientes, reconoció el presidente del centro de estudiantes, Alejandro Macció (Alianza). Todos contábamos con cursar algo y ponernos al día con las correlatividades, dijo. En diálogo con Página/12, el decano Fortunato Mallimaci explicó: Tomamos una serie de medidas para mejorar la calidad académica y la de los cursos de verano es una más (ver aparte). Hasta ahora, si un profesor daba clases en verano, no daba en el primero o el segundo cuatrimestre. Entonces, ese docente no le rendía a la facultad, porque durante el año hay una demanda de muchos más estudiantes. El problema de fondo es que la UBA no dispone de partidas especiales para pagar los cursos veraniegos y, por eso, los profesores que los dictaban después se tomaban unos meses sabáticos. Para que todos los alumnos tengan la misma posibilidad de tener clases, el consejo directivo decidió que las materias obligatorias sólo se ofrecieran en verano si también se las ofrecía durante todo el año. Y que se aprovechara esta época para dar los seminarios optativos, agregó Mallimaci. Tras esta medida, de las cinco carreras de la facultad, solamente Relaciones de Trabajo, Ciencia Política y Trabajo Social ofrecieron unas pocas materias. Desde la dirección de Ciencias de la Comunicación la carrera más poblada de Sociales, con 6500 alumnos, el secretario académico Guillermo Mastrini dijo: Con la resolución que se tomó, los docentes terminarían trabajando durante tres cuatrimestres por el precio de dos. Por eso, ahora nos quedamos sin los cursos de verano. Los estudiantes se están quejando muchísimo, pero la carrera no tiene autonomía para tomar decisiones. Mastrini aclaró también que la facultad perjudicó especialmente a Ciencias de la Comunicación. La currícula de nuestra carrera no incluye materias optativas, son todas obligatorias. Por falta de atención, no se contempló su especificidad y no pudimos ofrecer ninguna materia. Sin embargo, el decano aseguró que el consejo directivo rechazó las asignaturas ofertadas por Ciencias de la Comunicación. La dirección de la carrera presentó algunas materias pero con cuerpos docentes integrados sólo por auxiliares y jefes de trabajos prácticos dijo. Si las alternativas que bajan desde las carreras no son de excelencia, no pueden sumarse a la oferta académica de la facultad. Los 3500 alumnos de Sociología tampoco podrán acercarse a las aulas hasta abril próximo. Siempre fue difícil conseguir docentes para dar los cursos de verano y con esta resolución del consejo se complicó todo, comentó a Página/12 el director de la carrera, Lucas Rubinich. Y el secretario académico, Fabián Nievas, aclaró: A pesar de todo, buscamos y conseguimos dos cátedras. Pero el consejo directivo se negó a considerar a una y, como el titular de la otra se jubilará en marzo, decidió que tampoco podía dar un curso en febrero. Y se lamentó: Este tipo demedidas intempestivas sólo sirven para entorpecer el funcionamiento de la facultad. Las autoridades de la facultad y las de las carreras fueron muy inflexibles en la aplicación de esa resolución. Ahora se tiran la pelota entre ellos y, en el medio, quedamos los estudiantes, que luchamos bastante para tener los cursos de verano, se quejó Macció, titular del centro. Pero la oposición estudiantil también le adjudica culpas a la Alianza (Franja Morada y el Moves): Ellos votaron a favor en el consejo directivo. Ahora se hacen las víctimas y piden que se solucione el problema, dijo un militante del Ficso. En una asamblea realizada anoche, los estudiantes decidieron dar por perdida la batalla aunque no la guerra. Se resolvió exigir a los directores de carreras que garanticen la continuidad de los cursos veraniegos a partir del siglo XXI.
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