Por Diego Schurman
Carlos Menem
recibió ayer el respaldo de los gobernadores justicialistas para pelear por un tercer
mandato consecutivo. Apenas un día después del triunfo del PJ en Córdoba, el Presidente
fue considerado por los jefes provinciales como el mejor candidato del partido
para las elecciones de 1999. Y sin mencionar la palabra re-reelección dejaron en claro
que trabajarán para ella. Por ahora invitaron a Eduardo Duhalde a que desista de la pelea
que mantiene con Menem por el control del peronismo. Pero estudian la posibilidad de
realizar en febrero una presentación ante la Corte Suprema de Justicia para que habilite
al riojano a un nuevo período presidencial.
Los gobernadores hicieron llegar su respaldo a Menem en un almuerzo realizado en el
Ministerio del Interior. El dueño de casa, Carlos Corach, y el senador Eduardo Bauzá
habían pactado la cita dos viernes atrás, cuando arrastraron al Hotel Alvear a cinco
mandatarios que visitaban Buenos Aires como parte de su agenda de trabajo.
Las encuestas que manejaba Corach ya consignaban la segura consagración de José Manuel
de la Sota como gobernador electo de Córdoba. Sólo restaba, entonces, esperar el día
después de la elección. Algunos, sin embargo, no se contuvieron y empezaron a hablar de
re-reelección, como el gobernador riojano Angel Maza, que ayer hizo malabarismos para
negar que esa palabra haya salido de su boca.
A esa ardorosa tarea también se sumergió el resto de los mandatarios que ayer dijo
presente en la cumbre. El sanjuanino Jorge Escobar fue uno de los que se refirió a Menem
como el mejor candidato, un eufemismo que seguramente tomó prestado de las
usinas de la Casa Rosada.
De la Sota, invitado cantado a la reunión, devolvió el empuje que el Presidente dio a su
campaña, aun cuando los sondeos beneficiaban al radical Ramón Mestre por más de diez
puntos. Quiero realizar un agradecimiento especial a Menem, que alguna vez fuimos
adversarios. Es el único que entiende que hay que trabajar con el PJ unido, dijo en
lo que todos tradujeron como un tiro por elevación a Duhalde.
No fue casual que en la conferencia de prensa donde se anunciaron las resoluciones del
encuentro haya aparecido además de Escobar y el salteño Juan Carlos Romero
el entrerriano Jorge Busti, uno de los hombres que el gobernador bonaerense quería para
compañero de fórmula. Tras la prédica de unidad, le solicitaron a Duhalde,
el gran ausente de la jornada, que desista de su pelea judicial con Menem.
El bonaerense apeló recientemente un fallo judicial que habilitó el controvertido
congreso de Parque Norte. Se trata de una asamblea convocada por el menemismo en julio
pasado, donde el riojano no sólo consiguió el aval para extender su mandato como jefe
del partido hasta el 2002. También logró que los presentes se comprometieran a buscar
alternativas para alcanzar la re-reelección.
Hacemos un llamado para que se terminen todas las cuestiones judiciales en cuanto al
tema del Partido Justicialista, que rápidamente Menem pueda tomar la presidencia del
partido y de esa manera conducir el proceso para llevar a la victoria del justicialismo en
1999.
Aceptar la propuesta sería para Duhalde entregar su cabeza al menemismo. Si el Presidente
no consigue la habilitación judicial para un nuevo mandato buscará, como mínimo, tener
el control del partido, ya sea para acumular el poder de un futuro gobierno justicialista
o para convertirse en jefe de la oposición.
Nadie imagina a Duhalde, que basa su campaña en una diferenciación con el actual modelo,
recibiendo órdenes de Menem. En verdad, ni el propio Presidente desea la fórmula
Duhalde al gobierno, Menem al poder, aggiornando así una vieja estratagema de
Juan Domingo Perón cuando Héctor Cámpora se alzó con la presidencia en 1973.
En La Plata la reacción a la propuesta de los gobernadores fue cautelosa. Los duhaldistas
prefieren que la discusión sobre quién tiene elmando real se dirima en la interna por la
candidatura presidencial convocada para el 11 de abril. Sospechan que aunque Menem se
quede con la conducción del partido, si ese día Duhalde triunfa, el riojano comenzará
su despedida del poder.
Pero el círculo áulico del Presidente se preocupó por no dejar lugar a esa posibilidad
cierta de derrota. En el último mes dio varias señales que apuntan a garantizar la
permanencia de Menem en el poder:
u El mismo día de la interna de la Alianza se propuso la eliminación del voto
obligatorio. El objetivo encubierto era impulsar una nueva reforma de la Constitución
la única manera de hacer caer la obligatoriedad del voto y así colar la
re-reelección.
u Apenas conocido el triunfo de De la Sota, se echó su nombre al ruedo como precandidato
a presidente, una propuesta que más que enaltecer la figura del cordobés busca mellar
las posibilidades de Duhalde.
u Con el mismo objetivo se mencionó a Carlos Reutemann como otro potencial precandidato.
El Lole es uno de los hombres con mejor imagen y por él ya se pelearon, y aún lo siguen
disputando, menemistas, duhaldistas y hasta miembros de la Alianza.
u En una demostración de fuerza se lo mostró a Menem junto a la CGT y Alberto Pierri.
Los sindicalistas fueron los que de candidato natural terminaron hablando de
Duhalde como un candidato más. Pierri es un ex ladero del gobernador al que
la interna justicialista bonaerense terminó acercando a la Casa Rosada.
De todos modo, el broche de oro de todas estas movidas se conocería en febrero. Los
gobernadores estudian elevar una solicitud a la Corte Suprema para que habilite a Menem a
presentarse como candidato del PJ, según consignaron a Página/12 altas fuentes
gubernamentales.
De conseguir el objetivo, la interna justicialista convocada pa-ra el 11 de abril
terminaría poniendo frente a frente a Menem y a Duhalde. Aunque, como contrapartida,
significará un alto cos- to político para el máximo tribunal.
En la Casa Rosada sostienen como atenuante que no se trata de un pedido de un particular,
como el realizado tiempo atrás por el afiliado Juan Carlos Ortiz Almonacid, sino de una
demanda de casi todo el partido justicialista con la excepción de
Duhalde, a quien le proscriben a su principal candidato.
Claves
* El triunfo de José Manuel de la Sota en Córdoba dio el empujón que faltaba al
proyecto reeleccionista de Carlos Menem.
* Los planes del Presidente incluyen una presentación de los gobernadores ante la Corte
pidiendo la habilitación para un tercer mandato consecutivo.
* Los mandatarios provinciales evitaron hablar de re-reelección, pero se comprometieron a
trabajar para ella.
* La primera señal la dieron ayer al solicitarle públicamente a Duhalde que desista de
competirle a Menem el liderazgo del partido.
* El duhaldismo no dio una respuesta oficial pero sus voceros aseguran que su principal
interés son las internas para presidente de abril del 99 y que están dispuestos a
permitir que Menem asuma en el PJ.
* Pero los dirigentes duhaldistas están desconcertados y convencidos de que el resultado
del domingo y el acto pierrista del sábado han vuelto a debilitarlos en su pulseada
interna con el menemismo.
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EL DUHALDISMO REITERA QUE QUIERE INTERNAS EN
ABRIL
Como bonaerenses en la neblina
Por Felipe Yapur
Si (el presidente
Carlos) Menem quiere la presidencia del Partido Justicialista se la damos. Lo único que
pretendemos es que las internas se realicen el 11 de abril porque estamos convencidos de
que es allí donde Eduardo Duhalde le demostrará que es el candidato a presidente de los
argentinos, aseguró a Página/12 uno de los más cercanos operadores del gobernador
bonaerense, esperando transmitir seguridad a las huestes del duhaldismo. Pero no lucen muy
convencidos. Desde el domingo, tienen la inquietante sensación de que la victoria de
José Manuel de la Sota es un retroceso en la pulseada con el riojano.
La estrategia de los hombres de Duhalde es, por ahora, no desesperar y asegurar que los
que quieren negociar son los menemistas. Ellos son los que quieren que Duhalde
retire las impugnaciones judiciales en contra del congreso de Parque Norte del 17 de julio
pasado. Ellos lo piden, nosotros no fuimos. Así que no sé de qué debilidad se puede
hablar, continuó el operador del bonaerense al tiempo que jura que Duhalde
mantendrá personalmente conversaciones con cada uno de los gobernadores peronistas que
ayer le pidieron abandonar los recursos legales en contra del congreso justicialista,
siempre y cuando se mantenga la fecha de las internas del 11 de abril.
La posición de fuerza que verbalizan los operadores del gobernador bonaerense contrasta
con la indisimulable desorientación que mostraron algunos dirigentes de la provincia de
Buenos Aires. Algunos de ellos sostienen que Duhalde perdió el centro de la escena, que
desde hace unas semanas sólo responde a los ataques del menemismo y que perdió la
iniciativa que demostró en julio pasado al convocar a un plebiscito en contra de la
re-reelección del presidente Menem. Hasta el 17 de octubre Duhalde lo tenía en
jaque al riojano, pero después se cayó. No hay políticas ni discurso ni línea para
bajar a la gente o a los militantes que intentan retornar, se quejó un operador de
un ministerio bonaerense.
Otra es la situación de los que hasta hace poco compartían la mesa chica del duhaldismo.
Los voceros del titular de la Cámara baja, Alberto Pierri, son contundentes y disimulan
poco la alegría que les producen los nuevos bríos de Menem: Duhalde está
equivocado y no deja de cometer errores. Se va a Córdoba para festejar el triunfo de De
la Sota y no participa del acto de Pierri en La Matanza donde la gente enronqueció
vivando al Presidente. Entonces que no se queje si después lo acuestan, él tiene que
saber que no puede pretender un peronismo sin Menem porque éste es el conductor
indiscutido del justicialismo.
Por lo pronto, la próxima maniobra de Duhalde es reunir el próximo lunes al Congreso
Justicialista de Buenos Aires. En ese encuentro el gobernador quiere ratificar el 11 de
abril como la fecha elegida para determinar quiénes ocuparán los cargos partidarios y
electivos y, de paso, ratificar su candidatura a presidente. Todo esto quedó establecido
en una reunión que ayer presidió el mismísimo gobernador bonaerense y que contó con la
participación de Alberto Pierri.
En definitiva Duhalde y su gente juran y recontra juran que están fuertes pero saben que
lo poco que habían anudado con algunos gobernadores justicialistas se
desarmó con el alineamiento que ayer mostraron casi todos tras una reunión en la Casa
Rosada con el Presidente. Para colmo de males, los duhaldistas ven que el gobernador
Néstor Kirchner aparece cada vez menos por San Vicente y hasta tienen que salir a frenar
los cientos de rumores que comenzaron a rodar el fin de semana que pasó como el que
decía que Eduardo Duhalde estaba a punto de bajar su candidatura presidencial.
Lo que planteó De la Sota fue un plan
Cavallo
Para Cavallo, la pobre elección
de su
partido en Córdoba se debió a la claridad del candidato peronista y a la
polarización. |
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Por Santiago Rodríguez
Lo que De la Sota
planteó es un plan Cavallo. Así, Domingo Cavallo se atribuyó la paternidad de la
victoria peronista en Córdoba y relativizó la lectura triunfalista que los menemistas
hacen del resultado de las elecciones en esa provincia. Hay un ingrediente que, en
todo caso, es negativo para el menemismo y es que los cordobeses votaron por un cambio; si
a nivel nacional se vota del mismo modo, el perjudicado será el menemismo, razonó
el ex ministro de Economía, que atribuyó el pobre desempeño de su partido en los
comicios del último domingo a la polarización del electorado cordobés.
¿Qué conclusión saca el resultado de las elecciones en Córdoba?
Básicamente perdió el radicalismo porque el último gobierno de (Eduardo) Angeloz
y el de (Ramón) Mestre fueron malos. La gente quería un cambio y (José Manuel) De la
Sota acertó en cuanto a su discurso, hizo una campaña muy eficaz y bien planteada y
convenció a los cordobeses de que él podía ganarle a Mestre. Nosotros, que habíamos
empezado con un discurso muy parecido al de De la Sota, no logramos mostrar una imagen
ganadora y, al quedar terceros, fuimos perdiendo votos porque lo que la gente quería era
sacarlo a Mestre y votó a quien podía derrotarlo.
Acción por la República terminó así sacando la mitad de los votos que
esperaba...
En realidad esperábamos más del 10 por ciento de los votos, porque en las
encuestas iniciales estábamos en alrededor de 20 puntos y muy parejos con De la Sota.
Perdimos muchísimo con respecto a lo que era la intención de voto original.
¿Y a qué lo atribuye?
A la precisión del discurso de De la Sota, que resultó más entendible para la
gente, aun cuando el nuestro era muy parecido en cuanto a la temática e, incluso, más
creíble en boca de (el candidato a gobernador por Acción por la República Guillermo)
Johnson.
¿Por qué?
Por el respaldo que Johnson tenía del mismo equipo que a mí me acompañó a nivel
nacional, porque lo que De la Sota plantea es un plan Cavallo con un gran énfasis, por
ejemplo, en la reducción de impuestos y el único período en el gobierno de Menem en que
se redujeron impuestos fue mientras yo fui ministro. Apenas yo dejé el ministerio se han
dedicado a crear nuevos tributos.
¿Usted parece dudar de que De la Sota vaya a cumplir lo que prometió?
No, pero la cuestión es que al mismo tiempo que decidan rebajas de impuestos tienen
que hacer una lucha frontal contra la evasión, la burocracia y la corrupción. De lo
contrario, no van a tener posibilidad de destinar más recursos a la promoción del
empleo, la educación y la salud, que es el otro complemento de su programa. Yo espero que
lo hagan y no va a ser para nada un programa equivalente al del gobierno nacional en los
últimos tres años.
¿En qué cambia el escenario político nacional a partir del triunfo de De la Sota?
No creo que cambie mucho porque el fenómeno es más bien local. Además, trasladado
a la política nacional, hay un ingrediente que, en todo caso, es negativo para el
menemismo y es que los cordobeses votaron por un cambio; si a nivel nacional se vota del
mismo modo, el perjudicado será el menemismo. También hay una demostración respecto de
la Alianza y es que el Frepaso y el radicalismo son fuerzas bastante heterogéneas;
primero por decisión de Mestre y después por falta de disciplina interna dentro del
Frepaso no lograron formar la Alianza en la provincia.
¿Piensa que el menemismo insistirá ahora con la re-reelección?
Espero que no porque sería distraer la atención alrededor de un tema totalmente
inconducente, cuando lo mejor para el país sería que la campaña electoral tratara de
imitar a la de Córdoba, en el sentido de que se discutan propuestas que le interesan a la
gente.
Más allá de lo que espera, ¿qué cree que harán los menemistas?
Espero que no impulsen la re-reelección, pero no quiero hacer ningún pronóstico.
¿El bajo porcentaje de votos que sacó Acción por la República no diluye el papel
de árbitro que a usted le auguraban para las presidenciales del 99?
No, porque la elección del 99 va a ser con ballottage y simultáneamente se
van a elegir legisladores. Si nosotros no entramos en la segunda vuelta, vamos a dejar de
todas maneras un bloque de diputados que sí va a jugar un papel importante. Además, creo
que si yo no entro en la segunda vuelta, lo que diga respecto a quién votar no va a tener
tanta influencia porque la gente, por más que me haya votado a mí, va a decidir por sí
misma.
OTRAS VOCES |
Jorge Yoma
(Senador por el PJ)
Hubo una campaña impecable de José Manuel de la Sota, un hombre que adquirió con
los años una gran envergadura política. Y un componente determinante fue el apoyo, la
presencia y el protagonismo que tuvo Menem en toda la campaña.
Julio Aurelio
(Consultor del PJ)
Se produjo una gran polarización que arrastró hacia el postulante del PJ los votos
del Frepaso, fuerza que perdió asidero y credibilidad cuando sus máximos referentes
nacionales, Graciela Fernández Meijide y Carlos Chacho Alvarez, convocaron a
votar por el gobernador radical.
Carlos Corach
(Ministro del Interior)
A partir de ahora, los dirigentes de la Alianza se mostrarán menos soberbios,
porque la suerte política no la tiene atada nadie: hay que ganársela permanentemente.
Fue un voto castigo, pero para el conjunto de la coalición.
Eduardo Duhalde
(Gobernador de Buenos Aires)
Esta elección es una inyección de optimismo para el justicialismo, y va a tener
incidencia en la política nacional. Esto plantea que el PJ, cuando se trata de elegir
cargos ejecutivos, recibe el apoyo de la gente.
Antonio Cafiero
(Senador nacional, PJ)
El triunfo en Córdoba ha dado vuelta el panorama político del país, como
esperábamos, y seguramente ésto es la antesala del triunfo de octubre, y de los que van
a venir de ahora en más.
Eduardo Menem
(Senador nacional, PJ)
Ganó el justicialismo y dentro del justicialismo, desde luego, las figura central,
la del Presidente de la Nación, como presidente del Partido Justicialista. O sea que, en
gran medida, el voto de Córdoba también ha sido un voto de confianza y de ratificación
de la política nacional.
Alberto Pierri
(Presidente de la Cámara de Diputados)
Este triunfo nos marca un punto de partida distinto al que teníamos desde no hace
mucho tiempo. Desde la Alianza, todos los días le decían a la gente cómo se iba a
distribuir el poder en el año 2000, y creo que ésto a todos los partidos nos llama un
poco a la reflexión: no está todo dicho.
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