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Por Rosendo Fraga * |
 El rotundo
triunfo del PJ en Córdoba confirma la importancia de las coaliciones electorales para el
cambio político. Sucedió a la inversa de lo que tiene lugar a nivel nacional. La
oposición en 1995 fue derrotada al estar dividida, en 1997 ganó la elección legislativa
al constituir la Alianza y el domingo fue derrotada cuando las dos fuerzas opositoras
concurren por separado. A su vez, el PJ que en 1995 obtuvo un rotundo triunfo al
establecer una coalición con los sectores independientes de centro-derecha, fue derrotado
en las elecciones legislativas al perder el apoyo de estos sectores y reconstruyó ahora
esta coalición. De la Sota estableció una alianza formal con la UCeDé, llevando en la
fórmula a Germán Kammerath, líder del liberalismo cordobés y planteando la propuesta
de bajar los impuestos, que le permitió sumar a sectores medios, históricamente
contrarios al justicialismo cordobés.Si bien el resultado mejora el ánimo del PJ para las elecciones presidenciales, no puede proyectarse a los comicios presidenciales. Los acontecimientos políticos transcurren muy rápidamente en la Argentina. El rotundo triunfo de De la Rúa hace tres semanas, hoy parece un hecho muy lejano y lo mismo puede suceder con el resultado de Córdoba de ayer, en dos o tres semanas más. Pero el resultado sí muestra el camino de la victoria posible para el PJ: la reconstrucción de la coalición con los sectores independientes de centro-derecha, es decir la coalición con la cual Menem gobernó entre 1989 y 1996. El bajo resultado obtenido en Córdoba por el partido de Domingo Cavallo muestra que más de la mitad de quienes votaron por este partido en la elección legislativa del año pasado votaron ahora por el PJ. Asimismo, entre el PJ y la UCR y el Frepaso, fuerzas que apoyan las bases del modelo económico, obtuvieron aproximadamente el 95 por ciento de los votos, mientras las fuerzas de izquierda que lo cuestionan (Izquierda Unida, PO, etc.) en conjunto suman el 3 por ciento. El resultado tiene consecuencias más trascendentes en la lucha interna del PJ. En los últimos diez días, Menem se ha visto fortalecido en la pugna que mantiene con Duhalde por el liderazgo partidario, con tres hechos: a) El triunfo en La Pampa del gobernador Rubén Marín por 19 puntos sobre la Alianza en la elección de Constituyentes. Marín está alineado con Menem y es su “operador” con los gobernadores oficialistas. b) La virtual fractura del peronismo bonaerense que implicó el lanzamiento de la candidatura de Alberto Pierri a gobernador en La Matanza, con la presencia de Menem y la ausencia de Duhalde. c) El rotundo triunfo del PJ en Córdoba que fortalece a Menem y debilita a Duhalde, dada la oposición “menemista” del candidato ganador. En este marco, sectores del menemismo insistirán con el “Menem ‘99” con la intención de debilitar aún más a Duhalde y mantener el liderazgo partidario en manos de Menem todo el primer semestre del año próximo. * Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
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