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Por Adriana Meyer El ex jefe de
operaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada, Jorge Perrén, había señalado al
dictador Emilio Massera como el responsable de todo lo que ocurría en ese centro
clandestino de detención, en su declaración testimonial ante la jueza María Servini de
Cubría. “Massera fue la autoridad que promulgó el Placintara 75 (Plan de
Capacidades Internas de la Armada de 1975), un conjunto de instrumentos escritos sobre
acciones operativas y logísticas por el cual el Grupo de Tareas 3.3.2 comprendía a toda
la ESMA.” El ex almirante –en cambio– dice que él no elaboró ese plan y
que la ESMA no estaba bajo su mando. Por eso Servini dispuso un careo para hoy al
mediodía entre ambos represores.El ex marino Alfredo Astiz fue el primero en mencionar a Perrén, cuando le preguntaron de quién recibía las órdenes en la ESMA. Por eso Servini lo citó y el 10 de noviembre declaró que “los comandantes en jefe de la Armada visitaban cada tanto la ESMA y ejercían conducción y supervisión”. Esto resultó suficiente para la jueza y decidió interrogar a Massera y procesarlo por las contradicciones que aparecieron en relación a lo dicho por Perrén, quien también reconoció que es posible que algún “delincuente” se haya quedado con un niño nacido en la ESMA, y que la “superioridad” tenía listas con los datos de los detenidos. El abogado de Massera, Miguel Arce Aggeo, había manifestado a este diario que la “normativa vigente” había sido elaborada por el fallecido almirante Rubén Chamorro, jefe de la ESMA y del Comando de Operaciones Navales. En un reportaje posterior a la declaración de Massera ante Servini, Arce Aggeo dijo a Página/12 que el ex almirante estaba “subordinado al Poder Constitucional” de la ex presidente Isabel Martínez de Perón. Pero esta vez aseguró que la ESMA no dependía de Massera sino del ex general Guillermo Suárez Mason, porque “el país estaba dividido en zonas operativas”. El argumento es que el dictador nunca supo que en ese centro clandestino sus subordinados se hayan apropiado de los hijos de las mujeres que dieron a luz allí, mientras estaban detenidas, y que –en definitiva– no era su responsabilidad. Si bien la declaración de Massera no tomó estado público, este diario pudo saber que ante la jueza optó por atribuir a los ex comandantes de Zona la aplicación del Placintara 75. Servini investiga la sustracción y supresión de identidad por parte del represor Jorge Vildoza del hijo de los desaparecidos Cecilia Viñas y Hugo Penino. Massera declaró el 3 de diciembre y la jueza ordenó su detención en Campo de Mayo, pero luego le concedió el beneficio del arresto domiciliario. Massera tiene 73 años y dice padecer una afección cardíaca. El 7 de diciembre se negó a declarar ante el juez Adolfo Bagnasco, quien lo había citado como imputado como autor mediato de un plan para la apropiación de menores durante la dictadura, en la causa iniciada hace dos años por seis Abuelas de Plaza de Mayo. El juez también ordenó su detención, que sigue cumpliendo en su departamento de la avenida Libertador. Massera había sido condenado por delitos de lesa humanidad a reclusión perpetua por la Cámara Federal tras el Juicio a las Juntas de 1985, pero fue indultado el 1990 por el presidente Carlos Menem. Mañana será la cuarta vez que se presenta en los Tribunales Federales durante este año.
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