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Por Maximiliano Montenegro Dos fiscales federales solicitaron en los últimos días, ante el juzgado de Gustavo Litteras, se tome declaración indagatoria al ministro de Economía, Roque Fernández, y al presidente del Banco Central, Pedro Pou, por el delito de defraudación en perjuicio de la administración pública y violación de los deberes de funcionario público. Los fiscales los consideran responsables de haber otorgado redescuentos por 60 millones de pesos al desaparecido Banco Medefín-UNB, que contaba con un único edificio y un reducido listado de clientes, sin las garantías adecuadas. Y estiman que el perjuicio para el fisco podría alcanzar los 30 millones de pesos. En la historia del caso Medefín se mezclan favores oficiales, cuentas en negro y extraños movimientos de fondos off-shore. A fines de febrero de este año el Medefín-UNB cerró sus puertas, cuando el grupo suizo español Socimer, que había tomado control de la entidad a mediados del 96, se negó a capitalizarlo en medio de acusaciones cruzadas contra Pedro Pou (ver aparte). Entonces, empezó a develarse una oscura trama de negocios de alcance internacional. Y pudo comprobarse una serie de llamativas coincidencias: u Entre 1995 y 1996, el Banco Central favoreció al Medefín-UNB con más de 58 millones de dólares en redescuentos. Una magnitud de recursos desproporcionada si se considera que el banco contaba con una única casa (sin sucursales) y un selecto grupo de clientes: a mediados del 97, según datos oficiales, registraba tan sólo 253 cuentas corrientes, 330 cajas de ahorro, 696 plazos fijo y 3900 préstamos. u Descontados los créditos y depósitos de empresas vinculadas del grupo, que el Central nunca investigó, el número de clientes es todavía bastante menor. Además, se sospecha que buena parte de dichas cuentas eran dinero en negro. Curiosamente, pese a los manejos poco claros que envolvieron a la caída de banco, hay solo un particular damnificado que efectuó una denuncia ante la Justicia. Se trata de un empresario vinculado a Terrabusi, al cual le desaparecieron 2 millones de dólares de su caja de ahorro. u El apoyo oficial fue gestionado por Fernando Mayorga, directivo de la entidad y amigo personal de Pedro Pou, por entonces vicepresidente del BCRA, cuando su titular era Roque Fernández. u Sorprende que el Banco Central no haya realizado ninguna querella penal contra los directivos del Medefín, rompiendo una regla de oro. Todos los directorios de bancos que cayeron en los últimos cuatro años fueron querellados posteriormente por el cuerpo de abogados de la autoridad monetaria como una forma de deslindar responsabilidades. u El Medefín es el segundo banco privado que más prestó al Grupo Yoma y también sirvió para canalizar fondos del Banco Nación hacia la curtiembre de la familia presidencial. Los fiscales Guillermo Montenegro (ninguna relación con el autor de esta nota) y Paulo Starc aseguran, en el escrito presentado ante el juez Litteras, que el otorgamiento de redescuentos al Medefín-UNB siguió una complicada operación financiera, de la cual surge con claridad el fin defraudatorio de la maniobra en la que actuaron los que son llamados a prestar declaración indagatoria. Se permitió que Socimer Bahamas comprara títulos provinciales, sin cotización, que luego vendió a su controlada, el Banco Medefín, para finalmente garantizar mediante un fideicomiso los créditos dados por el Central, que los aceptó a su valor nominal mientras su valor de mercado era inferior a la mitad. Según los fiscales, aún si el banco continuara operando, habría logrado cancelar su deuda pagando a largos plazos aproximadamente la mitad de lo que le fuera entregado en carácter de redescuentos (casi 60 millones de pesos). Y dicen que este tipo de operación desvirtuó totalmente la naturaleza de los redescuentos de liquidez que, como su nombre lo indica,tienden a paliar una situación transitoria de iliquidez de una entidad financiera y no préstamos de fondeo de larguísimo plazo. Si Litteras hace lugar al pedido, después de la feria judicial, desfilarán por Tribunales Roque, Pou y buena parte del actual equipo económico (como el viceministro, Pablo Guidotti), quienes comandaban el Banco Central al momento de otorgarse los redescuentos. También deberán comparecer ante el juez los directivos del Medefín-UNB, entre los que se destacan Mayorga y Vicente Gallo, hermano del secretario de Obras Públicas de De la Rúa. LA INMUNIDAD LEGAL PARA EL DIRECTORIO DEL BCRA Por M. M.
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