Por Alejandra Dandan
Nada de autos
cargados hasta el reventón y largas horas de viaje para llegar a destino. Ni compra de
pasajes de micros o aviones. A los porteños les alcanzará, en poco tiempo más, con
tomarse un colectivo para ir a la playa. O, a lo sumo, un taxi. Un proyecto que comenzó a
tomar cuerpo en el gobierno porteño al que tuvo acceso exclusivo este diario
estudia el emplazamiento de alrededor de diez lugares a lo largo de la costa porteña para
tomar sol tirado en la arena. El agua del río seguirá por ahora tan contaminada como de
costumbre. Pero a cambio habrá duchas playeras para no morirse deshidratado durante el
veraneo costero en la ciudad.
Aunque todo el proyecto está en discusión, la idea es traer arena del Uruguay. Las
playas tendrían unos 200 metros de largo. Aunque en algún caso podría llegar a los dos
kilómetros de extensión.
Si se aprueban los estudios que a partir del 99 desarrollará el Programa Buenos
Aires y el Río, el viejo Coconor, la zona de Ciudad Universitaria y el Club Cubas serán
los sectores elegidos para iniciar los estudios de factibilidad. En el sur, dos
kilómetros de la ribera de la Reserva Ecológica podrían convertirse en un balneario.
También en la laguna de Los Coipos se podría incorporar otro remanso de arena. Algunos
expertos estimaron en cuatro meses el plazo de obra para poner en funcionamiento estas
playas, en los puntos donde no sean necesarios trabajos de infraestructura mayor.
Algunos expertos consultados por Página/12 aseguraron que económicamente el
proyecto es viable. Así, si planos y costos se aprueban en el 2000, los porteños
podrán patear arena en la costanera. Son tres las variables que se toman en cuenta para
definir los puntos del proyecto playas. Desagües, proximidad de los canales de
navegación y si los bancos de arena soportarán la configuración por la erosión del
viento. El proyecto prevé dos tipos de playas: abiertas al río e interiores. Estas
últimas se formarían cerrando lagunas sobre las cuales es posible el tratamiento del
agua. Allí sí existiría la chance de darse un baño.
La idea de emplazar balnearios comenzó ya hace un año y medio. A cargo de la Dirección
del Programa Buenos Aires y el Río, José María Oliver pidió un estudio sobre defensa
de las costas. Los expertos me dijeron que las playas son la mejor defensa en
cualquier lugar del mundo, cuenta ahora. La sugerencia de los especialistas fue
aprovechar el dragado de los arroyos que permitirá una futura y eventual limpieza
del agua del río para iniciar evaluaciones y empezar a pensar la existencia,
localización, mantenimiento y costos de playas en los nuevos parques proyectados sobre la
costanera.
Sobre la costa norte hay cuatro parques diseñados por Buenos Aires y el Río. En tres de
ellos ya se está incorporando el proyecto playa: uno nuevo Parque de los Niños
(ver aparte) y, hacia el sur, otros tres: el Mirador, Ciudad Universitaria y la
transformación de Coconor. Las playas estarían añadidas en los extremos de estos tres
últimos. Los bancos de arena quedarán metidos entre dos puntos considerados
conflictivos: el arroyo Maldonado, de un lado, y el Vega por el otro. Dos cauces sobre los
que en el 99 se harán tareas de drenaje. También se piensa como probable playa el
sector lindero a Puerto Nuevo y, al sur, la ribera de la Reserva y Laguna de Los Coipos.
Después de advertir que es necesario no generar una expectativa mayor a la
debida, Oliver adelantó que a partir del año próximo se dedicará a estudiar en
principio sólo dos o tres puntos, entre los que incluyó Coconor, Cubas y la Ribera sur.
Buenos Aires tuvo playa, pero se extinguieron. El río vuelve a decir
Oliver se las llevó, por eso es necesario analizar si serán necesarios murallones
para preservarlas. Las escolleras harán falta en sitios expuestos a sudestadas y
será uno de los motivos que extiendan el plazo de obra evaluado en cuatro meses. Nadie
podrá prever aún dimensiones como lasde la costa atlántica. Aunque no es posible
determinar con anticipación la extensión de cada una, algunos de los expertos que están
trabajando en el proyecto aseguran que las playas de la costa norte podrían tener entre
unos 50 a 80 metros de ancho por 200 de largo. Sobre este aspecto, Oliver prefiere pensar
en variaciones de amplitud entre las distintas playas: Coconor tiene una base de
sustentación para playa bastante más chica que, por ejemplo, la que puede tener Puerto
Norte. A lo mejor, la necesidad de poner murallas de defensa haga conveniente la
extensión de la superficie. La orilla de la reserva ecológica podría permitir, en
cambio, caminatas más largas: en total unos dos kilómetros de playa.
El suelo es otra de las variables de análisis. Uruguay sería uno de los sitios de
procedencia de la arena dado que su granulometría es la indicada para estas costas. En
algunos puntos se tendrá que elevar el nivel del suelo con una primera capa de escombros
para evitar el baño del río.
Voces a favor y en contra El tema de las playas públicas es controvertido, porque al no poder
hacerse un uso del agua, por la contaminación del río, se cae en una
contradicción, opinó el urbanista Carlos del Franco. Para el especialista, el
problema se origina en que la limpieza del Riachuelo, el Río de la Plata y los
arroyos afluentes es una asignatura pendiente, no sólo del Gobierno de la Ciudad, sino de
la Nación y la provincia de Buenos Aires, ya que allí están instaladas muchas fábricas
que contaminan los ríos.
Si el agua está tratada agregó Del Franco, puede ser utilizada.
Además deben tomarse ciertas medidas cautelares como tener un cierto control del acceso,
o que sólo pueda usarse el borde cercano a la Costanera y no el de la reserva ecológica,
para evitar que la multitud no interfiera en los hábitos de los animales.
Para el arquitecto Julio Keselman, la creación de playas públicas en la Costanera
constituye una política urbana positiva. Con este proyecto se piensa en
volver a integrar el río a la vida de la ciudad. En devolver espacios que han sido
salvajemente sacados, robados a la comunidad por parte de diferentes autoridades, por
motivos políticos, elogió.
En la Costanera Norte puso como ejemplo, Costa Salguero, Punta Carrasco,
son terrenos que han sido privatizados de forma tal que se les cobra un absurdo canon
mensual. Y así, empresas privadas se encuentran lucrando con tierras públicas.
Con respecto a la preservación de la Laguna de los Coipos, no veo un problema en
que sea en un balneario público agregó Keselman. Para evitar la
contaminación, hay que crearle a la gente la cultura urbana: hay que educarla, poniendo
cuidadores que les digan dónde tirar la basura. |
EN SEIS MESES HABRA UN NUEVO ESPACIO VERDE EN
COSTANERA NORTE
Un lugar para los chicos junto al río
Por A.D.
Fue llamado Parque
de los Niños porque será el lugar donde los chicos de las escuelas irán a plantar
árboles, explica Ezequiel Martínez, integrante del equipo del programa Buenos
Aires y el Río. Se trata de un nuevo parque de 18 hectáreas, ubicado en la península
conocida como Triángulo del Este, en el extremo norte de la Costanera, en el límite con
Vicente López. Las primeras diez hectáreas que quedarán habilitadas a mitad del año
próximo. Además de árboles, habrá dos sectores de juegos interactivos dedicados a los
chicos. Son construcciones en madera, algunas de las cuales semejan barcos, y que
los chicos podrán recorrer, describe Martínez. Serán tres las áreas de juego y
una pendiente funcionará como anfiteatro natural para recitales y espectáculos con
capacidad para quince o veinte mil personas.
Las 18 hectáreas de parque estarán cruzadas por una red de bicisendas de tres
kilómetros. Dentro de los objetivos de este programa se busca recuperar zonas que
fueron hasta ahora espacios privados dice Luis Cossalter, integrante del
proyecto. La cultura del río ha desaparecido porque la ciudad está de espaldas al
río.
Esta península fue hasta ahora un espacio inaccesible para el público. A diferencia de
los trabajos en Costanera Norte (ver aparte), que se hacen para reconvertir o modernizar
sectores conocidos, éste es un espacio nuevo en la ciudad. Hasta ahora fue monte y tierra
ganada al río. Una calle recién abierta volvió penetrable ese extremo pegado a Vicente
López. El corredor asfaltado permitirá la circulación de tránsito vehicular en doble
mano y destinará un sector al tráfico de bicicletas.
En este momento se están haciendo trabajos de infraestructura vial. Sobre el futuro, los
proyectistas aseguraron que la movilidad de los automovilistas que al ingresar
tendrán a su disposición 1100 cocheras-será restringida. Sólo en casos de emergencia,
tanto autos como carros de bomberos podrán acceder por la rambla. Las rutas de acceso
ocuparán el extremo opuesto a la costa, hasta donde se llegará caminando. En este mismo
sector se construyen pisos de cemento para tres áreas de recreación y picnic. La
forestación y un talud verde formarán el resto.
La segunda etapa que entrará en licitación en los próximos días estará
lista a mediados del año próximo. Incluirá equipamiento de servicios, baterías de
baños y dos locales para expendio de comidas al paso. Edificios de administración y
primeros auxilios integrarán el resto. Este sector quedará emplazado en la franja
contigua al área de picnic. Por ser un parque de esas dimensiones, sabemos que
tenemos que dotarlo de servicios y comestibles, porque no existe la posibilidad de acceder
fácilmente a algún otro lado, dice Martínez. La inauguración de este sector
está prevista para junio próximo, mientras que el resto del parque permanecerá vallado
por otros seis meses.
La defensa de costas es la tercera etapa del programa y es considerada la más compleja.
Un muro metálico y cabezal de hormigón formarán la barrera que rodeará el parque para
protegerlo de la crecida. Una vez terminado se rellenará el borde costero hacia el muro
para formar una rambla. Este gran piso, tal como lo definen los expertos, estará
forestado, tendrá iluminación, bancos, puestos sanitarios y comestibles. Pensamos
que tiene que haber detalla Martínez venta de carnada, alquiler de cañas, o
sea todo lo que tiene que ver con la actividad del pescador.
Esculturas, una acequia y una pendiente cubierta de césped que, además de facilitar el
drenaje, permitirá organizar recitales para 15 o 20 mil personas, formarán el montaje
final. De poco más de 6 millones es el presupuesto disponible para todo el proyecto, que
cuenta con la financiación del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.Los
cánones que pagarán las concesionarias gastronómicas y de ventas de productos
permitirán el mantenimiento.
ENTRE LOS CARRITOS Y LA CIUDAD UNIVERSITARIA
Espigón para pescadores
Justo iba a poner un cartel de prohibido pisar el césped y me encuentro con las
sombrillas. El funcionario habla del espigón Abanico de los Pescadores en la
Costanera Norte, próximo a ser inaugurado. Está ubicado en el tramo extendido entre
Ciudad Universitaria y la zona de los carritos. Es el primero de los cinco kilómetros de
malecón reconvertidos en el marco del Programa Buenos Aires y el Río. El proyecto
general de reconversión costera incluye además la costa de Ciudad Universitaria y una
península de ocho hectáreas, conocida como Mirador.
La obra sobre el espigón que enfrenta a los carritos terminará el 26 de diciembre, punto
de inicio del segundo tramo ubicado a la altura del Aeroparque. El Abanico de los
Pescadores tendrá 50 metros de césped, rambla peatonal con murallón, bicisendas y
apoyabicicletas. El diseño incluye rampas para facilitar el acceso de discapacitados, que
se repetirán en cada obra terminada a lo largo de la ribera.
Concluido este tramo, restarán trabajos en otros cuatro kilómetros de costa norte. La
línea sobre el Plata contará con idéntico mobiliario, resultado de un concurso
organizado entre el Gobierno de la Ciudad y la UBA. Habrá también sanitarios y accesos
continuos para peatones distribuidos cada cincuenta metros por la avenida Rafael Obligado.
Por otra parte, una vez terminado el Parque de los Niños, la reconstrucción costera
seguirá con la península más cercana. El Mirador será un parque más
contemplativo puntea Ezequiel Martínez, integrante del Proyecto. La idea fue
ésa: si alguien quiere estar más tranquilo, tiene como opción al Parque de los Niños,
este otro. El gobierno de la ciudad aún no puede disponer de estas tierras.
El proyecto está concluido, pero existe un trámite de gestión, indica el
funcionario y aclara que el dibujo de la superficie actual cambió como consecuencia del
relleno de tierras y este sector, cedido tiempo atrás al club de la UBA, es el que se
encuentra en litigio.
En Ciudad Universitaria cambiará la costa y el interior. Allí se prevé la construcción
de albergues para estudiantes y el traslado del Rectorado y el sector de administración
hacia un área ahora abandonada. Sobre el agua habrá dos parques que forman la figura de
dos alas. Serán veinte hectáreas totales. Sobre la superficie mayor se conservará una
extensión selvática, mientras que la otra reunirá los monumentos a los desaparecidos
durante la última dictadura y al dedicado a las víctimas de los atentados a la embajada
de Israel y la AMIA.
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