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Saddam cerró su espacio aéreo y refuerza
controles y defensas

En una medida sorpresiva Irak prohibió los vuelos comerciales usados por la ONU, mientras EE.UU. desconcentra fuerzas.

Desplante: El desplante de Irak al diplomático paquistaní Prakasha Shah ha sorprendido en medios políticos, ya que es uno de sus mejores aliados en la ONU.

Soldados iraquíes antes instalaciones de la ONU.
Los vuelos eran usados por miembros de la organización.

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t.gif (67 bytes)  El gobierno de Saddam Hussein prohibió ayer oficialmente los vuelos comerciales utilizados habitualmente por el personal de Naciones Unidas para entrar y salir de Irak. Los vuelos fueron cancelados inesperadamente después de que las autoridades no permitieran al representante personal del secretario general de la ONU utilizar el avión que debía trasladarlo desde Bagdad hasta Bahrein, en el golfo Pérsico. La sorpresiva medida iraquí se produjo mientras Estados Unidos empezaba a desconcentrar parte del personal y de las armas desplegados en la zona para la operación "Zorro del Desierto" de la semana pasada: el portaaviones "USS Enterprise", por ejemplo, partirá del golfo en breve, aunque el secretario de Defensa William Cohen advirtió que Washington podría volver a atacar si Irak reconstruye su arsenal químico y bacteriológico.

Prakasha Shah, representante personal del secretario de las Naciones Unidas para el conflicto de Irak, se encontró el pasado martes 22 con una desagradable sorpresa cuando intentó salir en avión del país para regresar a su casa, donde pensaba pasar unas cortas vacaciones después de haber vivido los cuatro días de bombardeo en Bagdad. Prakasha, que tenía proyectado viajar con otros altos funcionarios de la ONU, se vio obligado a desistir de su propósito y abandonar el país por carretera, efectuando un largo viaje hasta Ammán, que dura aproximadamente 10 horas. Las autoridades iraquíes habían prohibido horas antes que aterrizara en el aeropuerto de Bagdad el avión de Naciones Unidas que venía desde Bahrein a recogerlo. Irak justificó ayer la decisión en una nota oficial que aseguraba que la medida había sido adoptada como precaución para evitar desagradables incidentes con las baterías antiaéreas, que permanecen desde la semana pasada en constante situación de alerta, aun después de finalizados oficialmente los ataques.

La decisión, que podría pasar como una aceptación del embargo aéreo impuesto por la ONU contra Irak en 1991, en realidad podría señalar el inicio de un refuerzo de las disposiciones antiaéreas iraquíes después de los ataques de la semana pasada, y en previsión de otros nuevos. La prohibición de volar viene siendo cumplida estrictamente por toda la población, incluido personal diplomático extranjero, así como por los más altos dirigentes del gobierno, quienes se vieron obligados a entrar y salir de Irak por la carretera que les conduce hasta Ammán.

Los únicos que habían logrado eludir hasta ahora esta orden de embargo eran los inspectores de desarme de las Naciones Unidas (Unscom), así como alguno que otro importante responsable de esta organización, entre los que se encontraba el representante del secretario general. El uso abusivo de estos vuelos venía siendo criticado por las embajadas occidentales en Bagdad, que en el fondo lo que deseaban era estar incluidos en esta cuota de privilegiados.

El desplante del régimen de Irak con respecto al diplomático paquistaní Prakasha Shah ha sorprendido en medios políticos, ya que este funcionario es uno de los mejores aliados que tiene Saddam Hussein en Naciones Unidas, a través del cual Saddam Hussein mantiene una línea directa y permanente con el secretario general de la ONU, Kofi Anan. La labor de Prakasha le ha llevado a adoptar posiciones casi heroicas, negándose en reiteradas ocasiones a abandonar el país durante la crisis del pasado noviembre y la actual, despreciando el peligro de las bombas.

 

OPINIÓN
El imperialismo, esa vieja palabra que nadie usa
Por Enrique Carlos Vázquez (*)

Cuando Bill Clinton descargó los Tomahawk sobre Irak recordé una nota publicada por José Pablo Feinmann el 2 de noviembre en Página/12. Invitaba a reflexionar sobre la vigencia del viejo concepto de imperialismo. Allí argumentaba que la noción de imperialismo acuñada por Lenin suponía la existencia de "naciones imperialistas" y que ello implicaba la localización territorial de la dominación. Afirmaba además que "el mundo post Muro de Berlín elimina el esquema Norte-Sur. Y elimina también el anclaje territorial del imperialismo. Así, elimina por completo (cursivas mías) este concepto (...)". Concluía en que la banca supranacional es la que expresa hoy los intereses financieros que dominan el mundo globalizado.

Obviamente, no sostengo ni de lejos que Feinmann aprueba los B-52 volando sobre Irak. Simplemente planteo una polémica con el artículo de un autor que siempre estimula el debate.

No da el espacio como para someter a examen la teoría leninista del imperialismo. Pero según su añeja perspectiva, ya se advertía que la banca financiera constituía un poder en el que se sustentaba una fase del desarrollo capitalista. Aunque entonces no hubiera Internet ni se usara la palabreja hoy de moda, existían tendencias hacia la globalización. Redondeando la idea: ni la globalización es tan nueva ni la noción del imperialismo debe ser archivada.

Sí, como dice Feinmann, el poder "no está en ninguna nación (...) sino en los salones impenetrables, indescifrables, globalizados de los banqueros del mundo", ¿para qué están los Estados? ¿Por qué el Senado norteamericano no acepta el pedido de los países pobres de reducir el empleo de gases que recalientan el planeta? ¿Es tan difícil averiguar en qué "salón (oval) impenetrable" se tomó la decisión de atacar un territorio? ¿Qué empresas se instalarán en Irak una vez que Saddam sea destruido? ¿En qué "indescifrable" dirección están las oficinas de las compañías petroleras occidentales?

¿O será que algunos Estados continúan cumpliendo con la función de reproducir y garantizar la continuidad de un sistema capitalista en el que los sures son cada vez más sures y los nortes cada vez más nortes?

Es cierto que "el Banco Mundial gobierna más en la Argentina que el peronismo o el radicalismo". Pero, ¿también gobierna en los países más industrializados del mundo, los que formaron el club G 8? Una ingenuidad total: ¿por qué será que en esos países el Banco Mundial no gobierna tanto?

Coincido con Feinmann en que "la globalización es la extraterritorialidad de la banca". Pero no es sólo eso. También es la extraterritorialidad de la ley Helms-Burton, que pretende, desde el Senado de los Estados Unidos, reforzar el bloqueo al territorio (y a los habitantes) de la solitaria Cuba y sancionar a terceros países que no cumplan con sus dictados.

Un detalle que reafirma las continuidades pre y post Muro de Berlín: Helms también fue el presidente de la Subcomisión de Asuntos Hemisféricos del Senado de los Estados Unidos que, durante la administración Reagan, le dio sustento legal a la idea de invadir Panamá, capturar a su presidente, enjuiciarlo y condenarlo a cuarenta años de prisión en el estado de Florida. A Helms no le avisaron que el viejo imperialismo ha muerto y tampoco parece saberlo Clinton: la amenaza militar permanente sobre Irak es pura violencia imperialista territorial.

La total desaparición del imperialismo sólo puede pensarse cuando desaparezcan todas las variadas y multifacéticas formas de resistencia y desobediencia: cuando no haya más Sin Tierra, ni "tiranos árabes" como en Libia o Irak, ni Marcos con indios insurrectos, ni médicos cubanos que prefieren ayudar a los guatemaltecos arrasados por el huracán "Mitch" antes que subirse a una balsa para llegar al shopping. Tal vez entonces el imperialismo dejará de ser necesario. Y también la vieja palabra que ya casi nadie usa.

Amantes de las viejas palabras, uníos.

* Historiador

 

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