Por Felipe Yapur
Cuando la mayoría
de los 641 congresales justicialistas levantaron la mano en el club Atenas de La Plata
para avalar la postulación presidencial del gobernador Eduardo Duhalde, el estadio
estalló. Las barras, siempre presentes y necesarias, no dudaron en corear el nombre del
candidato, tapando sin problemas a los pocos menemistas presentes que habían llegado con
el único objetivo de conseguir un apoyo a la conducción partidaria del presidente Carlos
Menem. El encuentro de ayer dejó exultantes a los duhaldistas. Sintieron que por fin
lograron un triunfo luego de una semana trágica, como la que pasó, y donde sólo
recibieron golpes de un envalentonado Menem luego del triunfo del PJ cordobés y el apoyo
que le brindaron los gobernadores peronistas.
Parafraseando al Presidente, nuestros melones se están acomodando en nuestro tarro.
Y es tan así que hemos demostrado que en la provincia no hay fisuras y hasta Pierri se
encolumnó, así definió al congreso provincial del PJ un sonriente vocero
duhaldista, al tiempo que releía la encuesta publicada ayer por Página/12 y donde Menem
presenta una imagen negativa de casi un 50 por ciento. Al operador la sonrisa se le
ensanchó cuando recordó que el gobernador electo de Córdoba, José Manuel de la Sota,
mostró su apoyo a la candidatura del bonaerense: Con hechos estamos demostrando que
Duhalde es el candidato del PJ y los dirigentes ya lo reconocen, dijo el vocero poco
antes de retirarse del estadio con la marcha peronista de fondo.
No cabe duda de que la renovada confianza del operador duhaldista tiene mucho que ver con
el estado de ánimo de su jefe. Este comenzó su discurso de apertura del congreso con una
broma dirigida a la Alianza: Si el radicalismo y sus socios menores piensan ganar en
las elecciones de 1999, que la inocencia les valga, dijo en referencia al Día de
los Inocentes que se recuerda los 28 de diciembre. Tras las risas, el precandidato les
pidió a todos que trabajen en forma artesanal, con militancia y activismo para
triunfar en el 99.
Pero no todos estaban contentos, un serio diputado nacional Alberto Pierri presenció el
encuentro desde la mesa directiva del congreso junto a Osvaldo Mércuri, Graciela
Giannettasio y Hugo Toledo, entre otros. El Muñeco no movió ni siquiera un músculo de
la cara cuando el congresal provincial Juan Veramendi hizo la proclamación de Duhalde
como el candidato presidencial. Tras la propuesta, no hubo siquiera tiempo para opiniones
y, tal como estaba acordado, se llamó a votar y casi la totalidad de los presentes
levantaron la mano, incluidos los congresales pierristas.
La oposición a la propuesta de Veramendi llegó del lado del ex secretario de Lucha
contra el Narcotráfico, Alberto Lestelle, que a los gritos insistió con que Carlos Menem
está proscripto en el Partido Justicialista y que es ilegítimo que un congreso
partidario proclame a un candidato cuando en realidad esto tiene que surgir de una
elección interna. El ex funcionario no pudo completar su discurso porque la barra y
algunos congresales duhaldistas lo silbaron de forma ensordecedora.
Luego fue el turno del también menemista Fernando Galmarini. Este apenas pudo intervenir
por el intenso griterío y pocos pudieron escuchar definir a Menem como el mejor
discípulo del general Juan Domingo Perón. Poco después y fuera del estadio de
Atenas, Galmarini señaló a Página/12 que no compartía la posición de Lestelle sobre
la supuesta proscripción del Presidente, aunque aseguró, con sonrisa burlona, que
por primera vez después de muchos años, un congreso peronista bonaerense aceptó
la presencia de opiniones disidentes como la nuestra, en referencia a la manera en
que Duhalde siempre condujo el PJ.
Mientras Galmarini volcaba sus sarcasmos, los dirigentes duhaldistas se dispersaban en
numerosos cafés de la zona para seguir conversando. Una de la comidillas del día fue la
posible realización de un acto pierrista en la Costa, en pleno verano bonaerense (ver
recuadro).
El menemismo de Cafiero El contraataque menemista contra Eduardo Duhalde no cesó a pesar del aval
del congreso de La Plata. Ayer el encargado de limarlo, como gustan decir los
menemistas, fue el senador Antonio Cafiero al afirmar que ningún dirigente
justicialista, incluido Duhalde, puede poner en duda el liderazgo político partidario de
Carlos Menem.
Viejo conocedor de los vaivenes políticos, el senador señaló que no cree que el
bonaerense esté poniendo en duda esas cuestiones porque el liderazgo de Menem se
impone por gravitación personal propia, pero por si acaso y para evitar dobles
lecturas, Cafiero reiteró y fue más contundente al decir que no hay otro político
con capacidad para liderar el PJ.
La movida del verano
El Gobierno comenzó a estudiar ayer la posibilidad de
realizar un acto en Mar del Plata para la segunda quincena de enero. De esta manera, el
menemismo busca resaltar el liderazgo del presidente Carlos Menem, una nueva
maniobra para desgastar al gobernador bonaerense. Esa jugada se suma a los varios ases que
el menemismo guarda bajo la manga: convocar nuevamente al Congreso partidario, dinamizar
los trámites judiciales que buscan el aval de la re-reelección y seguir lanzando globos
de ensayo de precandidaturas a presidente. El ministro del Interior Carlos Corach, por
ejemplo, aseguró ayer que el PJ tiene por lo menos cinco precandidatos a
presidente sin mencionar quiénes son.
También participan en la movida del acto marplatense, bautizada como operación
verano, dirigentes cercanos al presidente de la Cámara de Diputados, Alberto
Pierri, uno de los bonaerenses que amenazó en los últimos días con retirar su apoyo a
la candidatura presidencial de Eduardo Duhalde para volcarlo a favor del senador Ramón
Palito Ortega. |
MIGUEL NEGO ESTAR CONDICIONADO
La versión del Loro
Lorenzo
Miguel negó haber sido condicionado por el Gobierno para recibir una ayuda
económica inicial de 67 millones de pesos destinada al saneamiento de la obra social de
la Unión Obrera Metalúrgica. Tácitamente, el viejo caudillo se refirió así a su
virtual pase desde las filas duhaldistas hacia las menemistas.
En una solicitada, Miguel se refirió al tema sin dar nombres, pero el texto no daba lugar
a segundas lecturas: la administración del presidente Carlos Menem dice
actuó limitándose a cumplir lo que la normativa establece. Quien quiera ver otra
cosa se equivoca.
Pero su acercamiento al Presidente quedó en evidencia durante un reportaje realizado en
el canal de cable TN, donde resaltó las virtudes de quien apenas meses atrás consideró
prácticamente un traidor a la causa justicialista. El Gobierno de Menem es el
único que se compromete a sanear las obras sociales, dijo.
La relación entre Miguel y el gobernador Eduardo Duhalde se había enfriado en los
últimos meses. Y el propio líder de la UOM concurrió a un acto donde Alberto Pierri
compartió escenario con Menem. Sin embargo, hasta recibir la ayuda del Gobierno, el
Loro era el único dirigente de la ortodoxia sindical que mantenía firme su
respaldo a la candidatura presidencial de Duhalde.
OPINION
El fracaso de la
Iglesia
Por James Neilson |
Puede
entenderse el enojo del presidente Carlos Menem y otros beatos del gobierno nacional
cuando escuchan los mensajes de fin de año que difunden los príncipes de la Iglesia
Católica que tan ostentosamente aman. En lugar de felicitarlos por su piedad ejemplar
con la excepción de Jorge Rafael Videla, Menem es el mandatario más levítico que
el país ha conocido en las últimas décadas y por su voluntad de encolumnarse tras
Karol Wojtyla en su cruzada furibunda contra el aborto, los obispos los basurean por su
corrupción y su frivolidad y, como si esto ya no fuera más que suficiente, les atribuyen
la responsabilidad por la miseria en que están hundidos millones de personas.
Estén o no en lo cierto los clérigos cuando dan a entender que Menem y compañía son
los máximos culpables de la pobreza, algo es seguro: sus palabras no tendrán la más
mínima incidencia en la realidad. Como ya deberían haber entendido, son muy pocos los
católicos que permiten que su presunto fervor religioso afecte su propia conducta: en
todas partes, los católicos cometen adulterio, se divorcian, abortan y controlan su
natalidad con la misma frecuencia que sus compatriotas judíos, protestantes, ateos y
umbandistas. En cuanto a su propensión a robar, resistirse a abonar sus impuestos y
tolerar la desigualdad económica, un vistazo a la situación en el resto del planeta hace
pensar que, la vehemencia de sus presuntos líderes espirituales no obstante, los
católicos son todavía más proclives a caer en el egoísmo individualista así supuesto
que los adictos a otros credos o a ninguno.
La región más corrupta y más inequitativa del planeta, América latina, ha sido
abrumadoramente católica desde hace más de medio milenio. ¿Es una casualidad? En Europa
occidental, los países más corruptos lo han sido durante mucho tiempo más, mientras que
los más honestos e igualitarios los escandinavos, son baluartes de la
herejía luterana. ¿Existe un vínculo entre la condición moral de los países
católicos y el culto tradicionalmente hegemónico? Si no hay ninguno, o si es sólo tenue
e indirecto, esto querría decir que siglos de exhortaciones eclesiásticas a menudo
respaldadas por soldados, policías y torturadores, han sido inútiles, de modo que sería
asombroso que los mensajes papales o episcopales más recientes resultaran
eficaces. En cambio, si el vínculo es tan estrecho como sería razonable suponer, el Papa
y sus obispos deberían estar preguntándose si no sería que ellos mismos son una parte
muy importante de los problemas que denuncian y que por lo tanto sus sermones sólo
servirán para empeorar las cosas aún más. |
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