Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Cómo viajar sin oír "me aburro" cada 20 segundos

Hoy se lanza un vagón infantil a Mar del Plata. Habrá pelotero, metegol y elículas. Para captar clientes y aliviar padres.

El primer vagón para chicos sale hoy a las 15.30 rumbo a Mar del Plata. La empresa está acondicionando otros.
En su interior viajan dos maestras jardineras para cuidar a los pequeños pasajeros.

na16fo01.jpg (10920 bytes)

t.gif (67 bytes)  Quien ha experimentado viajar con niños en tren durante una travesía mayor a los cinco minutos reconoce de memoria las excusas ensayadas más de una vez por la leche volcada sobre el pantalón del viajero que se cruzó justo cuando el bebé se atragantaba, o el codazo haciendo blanco en el ojo del anciano que no reparó en la marcha presurosa de la madre con su hijo hacia el baño, aunque sí soportó estoico el olor pestilente que el chico ventiló en el trayecto. Un supuesto viaje de placer puede esfumarse en una infranqueable carrera de obstáculos. Pero a no desesperar: una idea innovadora promete al menos aliviar los efectos traumáticos. Es el primer vagón infantil diseñado especialmente para los chicos, que se engancha a partir de hoy al tren a Mar del Plata. En lo que dura el viaje, los chicos podrán jugar al metegol, mirar películas o zambullirse en el pelotero, y dejarán, al menos por un rato, de contribuir a la desesperación de sus padres.

Detrás de la idea asoma obviamente una estrategia comercial. Se trata de apuntalar al alicaído público ferroviario que, ante la fuerte competencia, opta por viajar utilizando otros medios de transporte. Por eso, "el vagón infantil no sólo fue pensado como un servicio más al usuario, sino como una forma de atraer más pasajeros", según admite a este diario Alberto Tressa, administrador general de los trenes bonaerenses. El nuevo servicio no será más caro. Es gratuito y se ofrece al mismo precio que el pasaje. Los menores de 12 años pagan medio boleto, es decir, ocho pesos en clase turista y 11 en primera.

Por ahora, el vagón infantil se enganchará al tren a Mar del Plata y alojará a los pasajeros más pequeños de todo el contingente. No lleva asientos ni portaequipajes y su colorido sobresale entre el resto de la flota. Pero no sólo tiene la cara lavada. En su interior habrá juegos y entretenimientos.

Dos maestras jardineras tendrán la misión de asegurar el pasaporte a la diversión. Fueron seleccionadas para cuidar a los chicos, dirigir los juegos y ofrecer la merienda, aunque cada uno tendrá la libertad de elegir su propuesta. En el vagón, el espacio está diseñado para que al mismo tiempo ocurran múltiples actividades. Los juguetes se desparraman por todos los sectores y están distribuidos a lo largo de los 20 metros del coche. Cada sector está aprovechado con un fin diferente: al fondo está el televisor y unos mullidos almohadones con formas geométricas que hacen de asientos; el metegol y el pelotero ocupan el centro; hay una casa de muñecas al lado y, sobre una esquina, un cofre con los suficientes disfraces como para montar un desfile. Los más chicos también tienen su corralito y un cambiador de bebés asoma en la parte trasera. Para ellos, ya no habrá más leche fría: un calentador de mamaderas fue colocado estratégicamente sobre un costado del vagón.

Los chicos también podrán evitarse el bochorno del verano durante las cinco horas y media de viaje hasta Mar del Plata gracias al aire acondicionado. Otra novedad será la música funcional que irradiará por todo el vagón.

El piso y las paredes están alfombradas de color morado. Y sobre el techo de color azul asoman unas estrellitas pintadas de verde fluorescente para provocar el "efecto noche" ante la teleaudiencia de los videos infantiles.

Nahuel se presenta como uno de los primeros candidatos. Está eufórico: "¡Mirá, mami, un tren para chicos!". Miriam toma carrera y sigue el impulso de su hijo de cinco años. En la estación Constitución, el "ferropibe" está listo para emprender su viaje inaugural. Se unirá hoy al convoy de las 15.30. En ese momento, el guarda chiflará el silbato anunciando la partida con destino a Mar del Plata. Miriam alimenta esperanzas de que viajar será distinto para la familia. "Por fin voy a dejar de perseguir a mis hijos el tiempo que dura el viaje", sueña. En tanto, otros cinco vagones son acondicionados a toda máquina en los talleres de los ferrocarriles bonaerenses para mejorar no sólo los ánimos de los padres sino --esperan-- las arcas de la empresa.

 

PRINCIPAL