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Desconocido como tantos otros escritores rusos, la obra de Shalamov merece rescatarse como un testimonio del Infierno. Shalamov estuvo allí, sobrevivió al campo de concentración llamado Kolymá y fue capaz de decir lo indecible, de representar lo irrepresentable. Las 510 páginas que reúnen sus relatos (Relatos de Kolymá, Mondadori, 1997) son una prueba.(Relatos de Kolym, Mondadori, 1997) son una prueba.
por
Guillermo Saccomanno |
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