¡Sí, Calamaro escribe de nuevo! Como hizo público en el anterior número del NO, el rocker porteño-madrileño no está muy interesado en los avatares futbolísticos del Mundial y dedica su tiempo a las canciones, colaboraciones, grabaciones y a... escribir.

Amigos del NO... (siempre me gusta empezar así)

Otra vez voy, lo que es como decir: otra vez llego, otra vez vuelvo, otra vez me voy... Vuelvo con música próxima y sin demasiadas intenciones.

Sin embargo no puedo confirmar mi DEBU en las pasarelas... descubrí rápido que elegí bien mi oficio, y que no me gusta ponerme ropa que no sea la mía propia, no sin antes decir que sí, una vez, y quedar mal con un par...

Estamos terminando de ordenar todo lo que elaboramos durante estas semanas en Madrid, a la vuelta de los gloriosos Luna Park...

Hoy finalmente, terminé de empaquetar (de copiarme) dos bloques de momentos musicales... Uno, que podría sumarse al bloque de 17 canciones grabadas con Javier hace un par de meses, en el barrio de Palermo B. Justo. Ese primer grupo son 21 temas que escribí, y grabé malamente, en mi estudio doméstico, frente a la nocturnidad y al lado de la soledad...

Algunas veces con la colaboración de visitantes ilustrísimos, siempre con la venia de Guido (mi socio de la soledad). Pero también junté otras 21, bajo el rótulo de variedades acuáticas, siempre grabadas en la calle del pez: Ciro Conmigo, Instrumentales, Poesía profética tóxica y otros asuntos, por el momento, secretos.

También compaginé dos próximos CDsingles, siempre con cuatro inéditas per cápita, y grabé con Gabinete Caligari (mi antiguo deseo), y con Kiko Veneno, un auténtico venenoso honor (grabar con este dylan crossover andaluz, que si grabo con Camarón y con los Amador!)...

Y hasta me monté en la vida moderna para grabar desde Madrid la LA con los, gloriosos EL TRI de México, una institución (el Lora) que respeto particularmente. Y fui parte del disco de Andy Chango, a punto de terminarse: que es una gloria amiga (frente al mundo esclavo). Inventamos dos canciones (Guille estaba ahí) y nos quedamos uno con cada una... La mía es DEMONIOS. Una de las 21. La gira está resultando fenomenal, aunque tranquila. Me temo que la próxima gira española sea más intensa en fechas, mucho bueno de todo.

Espero, con este resultado musical, estar equilibrando mis “logros” sociales y populares allá, en el papel amarillo.

Informe: Cristian Vitale

Una de las grandes verdades del deporte ha muerto. La máxima el fútbol siempre da revancha ya es historia gracias a esa nefasta innovación ahora bautizada Gol de Oro. Se trata de una nueva regla que determina que si un partido en el Mundial finaliza empatado, el primer equipo que logre un gol durante el tiempo extra será automáticamente el ganador. O sea, el que hace el gol gana. Esta horrenda norma aniquila el espíritu de revancha, indispensable para la nobleza del juego, y resulta una exagerada forma de crueldad deportiva. ¿Hay algo más terrible que recibir un gol y no poder salir de inmediato, a lo loco, a buscar el empate? ¿No es represivo y antidemocrático anular la posibilidad de responder, de expresarse? Por algo nos hicieron olvidar el antiguo y más atinado nombre de esta regla, Muerte Súbita. Havelange, Blatter y la FIFA hasta han pisoteado a Sir Isaac Newton: a partir de Francia ‘98, toda acción ya no tiene su reacción.