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El graduado CINE   Tesis, o el novísimo cine español

EL GRADUADO





Cuando tenía 24 años Alejandro Amenábar escribió, dirigió y compuso la música para su ópera prima, y además se dio el gusto de tener a Ana Torrent como protagonista. El próximo jueves se estrena Tesis, la película que resultó un suceso de público y crítica en España, fue invitada a 40 festivales y ganó 5 premios Goya 1997, entre ellos el de mejor director novel y mejor película.

Por Pablo Mendívil

La escena pertenece a Tesis. La escena es así: un profesor de cine arenga a un nutrido auditorio de estudiantes para que hagan películas que lleven gente a las salas, les grita: “¡Allá afuera están las películas norteamericanas y hay que combatirlas!”. Se ha repetido hasta el cansancio que el cine es un negocio. Pero cuando le piden a Alejandro Amenábar que defina Tesis con una sola palabra, esa palabra es entretenimiento. Tal vez por modestia, o tal vez a raíz del éxito de taquilla en España y otros países europeos, Amenábar se abstiene de mencionar que su película es, en realidad, una brillante conjugación de buen cine y entretenimiento. Amenábar prefiere no decir que no hacen falta inmensos presupuestos, ni despliegue escénico, ni grandes estrellas, para hacer buen cine, sino la pericia suficiente para saber sumar las partes. Amenábar prefiere demostrarlo.

UN DIRECTOR NOVATO Alejandro Amenábar nació en Chile, en 1972, y a causa del golpe militar se mudó con su familia a España. Años después, a la hora de elegir carrera, descartó Arquitectura y optó seguir Imagen y Sonido. En 1992, con el cortometraje Himenóptero, comenzó a hacerse conocido en el circuito de festivales y recibió el primer premio en el Festival de Cortos de Elche, cuyo jurado estaba presidido por el inefable Bigas Luna. José Luis Cuerda, hasta ese momento sólo director de cine (Amanece que no es poco y Tocando fondo, entre otras), vio Himenóptero y se decidió a meterse a producir, poniendo las fichas en ese anónimo estudiante de 22 años.

UN PRODUCTOR NOVATO Cuerda le propuso a Amenábar que le mostrara todos sus proyectos, y así fue como llegó al celuloide Luna, un corto realizado en 35mm cuyo guión había ganado el concurso Berlanga. De inmediato, Cuerda le pidió a Amenábar que escribiera una historia más larga. Ese fue el momento en que Amenábar sacó de la manga Tesis, un guión que venía pensando hacía dos años, y que escribió en tres meses.

UNA HISTORIA RETORCIDA Angela (Ana Torrent) es una estudiante de Ciencias de la Imagen, que prepara su tesis sobre la violencia audiovisual. Como parte de su investigación le pide a su tutor, Figueroa (Miguel Picazo) que chequee en la videoteca de la facultad si hay películas censuradas. El profesor, tras internarse en el sótano del edificio, descubre un cuarto anexo, donde hay cientos de videos sin identificar, y se roba uno. A la mañana siguiente, Angela lo encuentra muerto en una sala de proyección, a causa de un paro cardíaco, causado por las imágenes que vio en el mentado video. Angela roba el video, pero sólo se atreverá a verlo junto a un detestado compañero de clase, el fanático del gore Chema (Fele Martínez). Y juntos descubren que el video es en realidad una snuff-movie (es decir, una grabación real de un asesinato, en el que se tortura a la víctima hasta matarla y que circula en forma clandestina). A partir de un detalle del video, otro estudiante de la facultad llamado Bosco (Eduardo Noriega) se convierte en el principal sospechoso del crimen, mientras el profesor que suplanta a Figueroa, Castro (Javier Elorriaga), ayuda a Angela a continuar con su Tesis.

LA IMAGEN DEL MIEDO “¿Alguna vez viste a un muerto?”, le pregunta Angela a Chema. Sí, dice el fan del gore señalando el televisor. Pero Angela insiste: pregunta si alguna vez vio a un muerto de verdad, frente a frente. “Ese es verdadero”, dice Chema y señala otra vez el televisor. Cuando Amenábar se propuso hacer esta película (motivado por la proliferación cada vez mayor de snuff-movies en España), estaba decidido a abordar el tema de la violencia audiovisual en un doble juego: desde su película, primero, y desde lo que Angela se propone con su tesis después. Pero Amenábar no opta por el lugar común de mostrar imágenes violentas: logra que, aunque no aparezca en pantalla, el tema de la violencia audiovisual o el acostumbramiento a la violencia esté siempre presente. ¿Cómo lo consigue? Ejemplo: Amenábar muestra las caras de los protagonistas mientras miran una snuff-movie, pero no muestra lo que ellos ven. Amenábar deja oír los gritos, pero no muestra las gargantas.

EL SONIDO DEL MIEDO Cuando Angela tiene la primera oportunidad de ver el video que causó la muerte de Figueroa, sola en su casa (antes de verlo realmente con Chema), decide virar a negro la pantalla y sólo escuchar. Gritos de una mujer. Gritos que graba en su walkman. Esos y otros gritos que se repetirán en las escenas violentas, sobre la expresión desorbitada de los protagonistas mirando. Amenábar define el sonido de su película como pornográfico: “Lo que no hemos hecho por imágenes se recrea a través del sonido, que siempre es más soportable que las propias imágenes. Teníamos muy claro que ésta era una película sonora, hasta el punto de pensarla como una película radiofónica. Incluso algunas secuencias pueden seguirse sin necesidad de ver las imágenes.” Sonido que puede apreciarse especialmente por ser una película hablada en español: al no estar obligado el espectador a seguir los subtítulos, no subordina lo que escucha a lo que lee.

PONER EL CUERPO A la hora de elegir el elenco, el director optó por actores que se adaptaran a los requerimientos del guión: “Los personajes de Tesis son muy peculiares, requieren un físico muy característico, y estos actores me lo daban. Eso nos ha permitido no tener que adaptar los personajes a los actores, sino los actores a los personajes”. Y además eran baratos. Ana Torrent, actriz desde los 6 años (quién puede olvidar su aparición en Cría cuervos y Elisa vida mía de Saura, en El espíritu de la colmena de Erice y en El nido de Armiñán), reaparece en la pantalla grande después de una larga pausa en su carrera, dando sobradas muestras de que sus condiciones como actriz están intactas. Si Ingrid Bergman en Casablanca no decidía de quién enamorarse, Ana Torrent en Tesis no sabe en ningún momento en quién confiar: el suspenso es llevado al máximo y la desesperación de Angela hace que cualquiera pueda ser el asesino. Los debutantes Fele Martínez (Chela) y Eduardo Noriega (Bosco) están casi a la par de la protagonista, mientras ella descubre a cada paso secretos espeluznantes de cada uno de ellos. Fele Martínez ya fue visto en el segundo largo en que apareció, Historias del Kronen de Guillermo Del Toro, ya estrenada en la Argentina.

LA TESIS DE TESIS Castro, el nuevo profesor, en su arenga contra las producciones extranjeras, dice que las películas deben hacerse para un público. Otra vez entonces, el paralelismo: la Tesis de Amenábar surge a partir de la tesis de Angela: Por un lado hay que llenar butacas, haciendo lo que el público pide. ¿Pero qué pasa si la violencia audiovisual aumenta porque es ese público el que la consume? Quedan entonces dos posibilidades: se pueden hacer producciones pornográficas, en el sentido de lo explícito de la forma en que se muestra lo que el público desea ver. O se pueden hacer películas como Tesis que, transmitiendo lo que el realizador se propone, es una muestra de excelente cine (compárese, por ejemplo, con la burda Scream de Wes Craven), y también -lo que no es poco- entretiene.