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A principios de siglo le dieron la primera ideología al movimiento obrero argentino. Sufrieron cárcel, asesinatos y deportaciones, durante la vigencia de la infame Ley de Residencia, derogada recién en el gobierno de Arturo Frondizi. Invernaron cuando gobernó el peronismo, y cuando volvieron los gobiernos militares. El punk y los movimientos ecológicos renovaron sus filas cuando la clase obrera empezó a desaparecer. Dejaron de tener periódicos con tiradas de millares (como en algún tiempo fue La Protesta), pero reivindican Internet como único espacio horizontalmente democrático y afín a su ideología. No los mató el fin de las ideologías, ni se enteraron del fin de la historia. Estamos vivos y luchando, afirma un anarco cincuentón en la Biblioteca José Ingenieros, y lo mismo repite un joven punk de CAIN. Hoy son noticia en los diarios y la TV, pero por el caso de María Soledad Rosas en Turín, la militante anarco-ecologista (o novia de un militante) que fue encarcelada y luego se suicidó. Y sostienen que, ante la globalización del poder económico, también se globalizará la resistencia. A continuación una visita al mundo libertario local. CONTRA LAS JERARQUIAS Jueves por la noche, en el bar 36 Billares, cinco jóvenes libertarios dialogan con Radar. Representan a tres agrupaciones anarquistas de distintos puntos del país: CAIN (Agrupación Anarquista de Buenos Aires), la OAR (Organización Anarquista de Rosario) y la socialista libertaria AUCA (que significa rebelde en mapuche) de La Plata. Las tres trabajan juntas en una coordinadora: El anarquismo de principios de siglo hoy no nos sirve. Hay que darle un carisma de fin de milenio, insertarlo y hacerlo posible en este tiempo. No queremos quedarnos con lo que fue la FORA o la Revolución Española, aunque la gente siga teniendo esa imagen del movimiento. Si no le damos un contenido actual, queda como un bello recuerdo histórico fuera de contexto o como un graffitti en una pared, dice Carlos (28), uno de los jóvenes de CAIN. Todos ellos creen que es el momento de una nueva forma de hacer política. Pero organizados: Para que no sea algo disperso, ni espontáneo, ni un planteo de rebeldía juvenil, sino lucha y acumulación de fuerzas, dice Leonardo (28 años), miembro del frente artístico de CAIN. Sin teléfonos celulares (objeto de compañía de todo militante de estos tiempos) y alejados de los centros donde hoy transcurre la política oficial, los integrantes de estas tres agrupaciones prefieren operar directamente en los barrios: Ahí está la matriz donde encontrar al sujeto revolucionario, entre los trabajadores y los desocupados. Especialmente en los barrios carenciados. La gente está muy golpeada, desarticulada y temerosa. Sin embargo, en el trabajo diario descubrís que hay ciertos códigos de compañerismo que aún se conservan, sostiene Ramiro (19), un ex punk, actualmente desocupado y estudiante de Ciencias de la Comunicación. El trabajo es de hormiga, lleva mucho tiempo. A nosotros en La Plata nos pasaba de convivir con punteros del PJ en el mismo barrio y la gente, al principio, creía que la queríamos cagar, afirma Esteban (20) de AUCA. CONTRA LA FARSA ELECTORAL Enemigos históricos del Estado y de todo su aparato legal, una vez cada cuatro años (en tiempos de democracia) aparece, para el movimiento libertario, un nuevo desafío electoral. Al respecto, Ezequiel (19) de la OAR dice: En los barrios de Rosario el tema de las elecciones fue bravo, porque los vecinos tienen el acto del voto muy metido adentro. Era jodido ir con la consigna del anule o impugne. Optamos por ir hablando del tema, pero el cambio es lento. Si un compañero va y vota cada cuatro años, pero el resto del tiempo tiene una vida coherente con las ideas libertarias, lo del voto pasa a ser sólo el cumplimiento de un trámite. CONTRA LOS MEDIOS No era partidario del reportaje, porque no me interesa la prensa. Creo que los medios hoy son un lugar inútil para la difusión de algo distinto. En ellos se siguen todo el tiempo las reglas establecidas. Jamás buscaría ganar un espacio en ese lugar, confiesa Leo (24), quien trabajó en radio más de diez años y se declara anarco-ecologista. Corroborando las palabras de su compañero, Juan (22) de la agrupación estudiantil Libertad, agrega: Los medios existen porque son funcionales al sistema. También tienen una estructura jerárquica y vertical, en la cual cada vez se concentra más poder en pocas manos. Nosotros no podemos participar de lo que queremos destruir. Ante semejante afirmación, Carlos de CAIN, pide la palabra: Por lo general se piensa que los anarquistas somos tipos que queremos romper las máquinas, porque le quitan el trabajo a la gente. O que estamos en contra del progreso. Nada más falso. Lo que sí buscamos es socializarlo. Que lo disfruten todos y no sólo una elite dominante. Esto lo quiero dejar bien claro, porque el sentido común se difunde rápidamente y es falso. Difundir, denunciar y proclamar es lo que ofrece la Internet, frente a la realidad actual de los medios. La conquista del ciberespacio por grupos de todas las ideologías es una realidad. En ella conviven ejemplares de todas las especies: los comunicados del subcomandante Marcos, las denuncias difundidas en la red por los emerretistas del Perú durante la toma de la embajada de Japón en Lima, la reciente proliferación de sites nazis, y los primeros comunicados del ya desaparecido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. Ramiro asiente con su mirada y pide permiso para pasar un chivo: En CAIN, tenemos una revista que se llama En la calle, con versión por Internet y correo electrónico (jansen @cybl.comnet.ar). Otros compañeros están en el movimiento de los fanzines. Sólo usamos lo útil y aprovechable de este sistema. CONTRA LA IZQUIERDA TRADiCIONAL Miércoles por la noche. Barrio de la Boca, Coronel Salvadores al 1200, el local de la FORA (Federación Obrera de la República Argentina). Para esta organización el presente ya no es de gloria y grandes luchas. Apenas quedan algunos ancianos sobrevivientes y un grupo de estudiantes libertarios, que se acercó a la FORA para no dejarla sola. Uno de ellos, Juan (22), militante de Libertad, afirma: La diferencia con la izquierda tradicional es que tenemos ética. Somos una coherencia entre las ideas y la acción. No existe el anarquista en la teoría que no ejerce en la práctica. Si esa coherencia falla, el anarquista mata al anarquismo. La izquierda habla de revolución y es igual de verticalista que el resto: el mocoso que está en la base repite lo que el de arriba quiere que diga. Nuestra organización, en cambio, es horizontal. Se basa en la participación, que es lo opuesto a esta democracia, que es como una zanahoria para que los inocentes corran detrás. ¿De qué revolución habla la izquierda tradicional? Nosotros queremos gente rebelde, porque esa es la única forma de que nunca nos sometan. CONTRA EL SISTEMA Como sucede en otras partes del mundo, la mayoría de los libertarios no se casa, se une en amor libre. Evitan en lo posible la educación formal, son autodidactas. No realizan aportes de jubilación, consecuentes con su política, antipolítica, no se afilian a las nuevas AFJP. Desconocen la cobertura de salud de las prepagas, e ignoran los teléfonos celulares, tarjetas de crédito y otros souvenirs de confort que brinda el sistema. Soy nieta e hija de anarquistas, dice Patricia (34), quien afirma: Nacer en un hogar de anarcos tiene sus cosas. Siempre me dieron mucha libertad, hasta fui evangelista de chiquita. Estuve hasta que me echaron, porque no creía en Dios. Según Patricia: No es fácil ser anarquista actualmente, todos estamos envenenados de esto. Con mis hermanos teníamos una fábrica que heredamos de los viejos, pero me tuve que ir, no me banqué ser jefa de otro. Vicente Cano (55), quien se presenta como anarco-individualista, dice: Yo no tengo problemas con ninguno y los tengo con todos los anarquistas. Los tengo como proveedor de libros y por mi línea de pensamiento. Estoy a cargo de DisSur, que edita y distribuye todo el material impreso anarquista de Argentina. Y, como anarco-individualista, publico cuando puedo el periódico El único. Lo de los libros es mi contribución al movimiento, lo del periódico es mi militancia. EL PUNK Con Leo y otros chicos conocimos el anarquismo por un movimiento juvenil que se dio a fines de los 70 en torno del punk. Primero conocimos los símbolos y después vimos que el anarquismo era algo más serio. Antes de ingresar tenía conductas anarcas sin saberlo. Después, con las lecturas y las charlas, se fue desarrollando. Creo que el anarquismo es algo natural a todos los hombres, el tema es que no en todos se despierta, dice Gerardo (32) actual casero de la FORA. Y recuerda sin ira su nihilismo juvenil: Del punk no queda nada. El sistema maneja y absorbe todo. Se lo comieron los medios, que tergiversan todo lo que les puede resultar peligroso. Se lo comen, lo hacen moda y así le sacan todo el carácter subversivo que tenía. El movimiento punk era una contracultura. De eso sólo quedan redes subterráneas que se apartaron de la moda y de los medios oficiales. Y, con la tecnología actual, creamos medios propios y nos comunicamos e intercambiamos información con otros compañeros. EL PERONISMO Enrique Palmeiro (80), un pedazo viviente de la historia de la FORA, dice: Con el peronismo no hubo convivencia, nos ganaron a los trabajadores con promesas y represión. Perón se llevó así a sus filas a muchos dirigentes sindicales. El error fue nuestro, de la militancia anarquista, que en esos años estaba muy influenciada por el marxismo y todo lo que sucedía en la ex URSS. Nos faltó capacidad intelectual para entender el cambio al que asistía el país. Acerca de la politización del movimiento obrero argentino durante el peronismo, Dardo (62) abogado y militante de la FLA, es tajante: Siempre sostuvimos que el gremialismo no tiene por qué ser anarquista. En la FORA había sindicatos autónomos que no eran anarquistas y algo similar ocurría con sus miembros: no todos eran del movimiento. Se discutía mucho y democráticamente. Lo nuestro nunca fue la concertación con el Estado, ni el ir a peticionar al Parlamento. El estilo anarquista de lucha siempre fue la huelga, el boicot y el enfrentamiento directo con la patronal. Pero con los sindicatos y la intervención del Estado decayó el poder de la FORA. Carlos (62), ex portuario y militante activo de la FORA, cuenta: Acá, al local, venían en otros tiempos trabajadores de Noel o Alpargatas. ¿Pero qué ideas traían? Las del dirigentismo. Venían buscando que tomáramos su problema y se lo arreglásemos. Nosotros planteábamos la necesidad de organizarse y de luchar, pero no siempre gustaba. Otros, como los del puerto, capaz que venían a una reunión y al concluir te preguntaban ¿Cuál cargo hay por militar acá? Y no podían creer cuando les decíamos que ninguno. Que esta organización era para eliminar burócratas.
BAYER Cuando se le pregunta a Osvaldo Bayer por qué eligió el anarquismo como tema central de su obra de investigación histórica, contesta así: Para rescatarlo del olvido, ya que el peronismo había escondido la historia del movimiento obrero anterior a 1945. Durante muchos años la gente creyó que el sindicalismo y la lucha obrera habían nacido con Perón, cosa que no es así. Trotsky dijo alguna vez que si los anarquistas no existieran habría que inventarlos, porque le han hecho mucho bien a la humanidad con su incorruptible oposición. Demostraron tener una línea queno abandonaron nunca. La cual en este o cualquier otro tiempo histórico implica mucho sacrificio. El anarquista sabe que nunca llegará a ocupar un cargo político, ni tampoco un cargo sindical. Fue y es una ideología al servicio de la sociedad, y no para ocupar cargos. Es en gestos como ese en donde se hacen visibles sus deseos de una vida digna para la humanidad. Eso me atrae mucho de ellos; por eso los he acompañado como hombre y como historiador. Lo cual no los exime de mis críticas. Creo que el movimiento tiene que superar ciertos totalitarismos de pensamiento, si es que no quiere caer en el sectarismo. Recientemente en La Protesta, me criticaron por una nota que escribí reconociendo la figura del Che Guevara. Digan lo que digan, no renuncio a reconocer a los hombres que fueron protagonistas de la historia, aunque no hayan sido anarquistas. ¿O acaso se puede desconocer a hombres como Zapata o Sandino? Creo que el error está en erigirse como juez de la historia. En casos como ésos es cuando se puede caer en el sectarismo. Hay que luchar contra eso: por el bien del anarquismo y por su salud, el anarquista tiene que ser todo menos sectario. POR QUE SER ANARQUISTAS HOY Conservamos la vigencia de un pensamiento que viene de hace muchos años. Que palabra fea, conservar, pero sabemos que es así. Sabemos que los trabajadores están lejos de nuestras ideas. No somos ciegos, lo vemos. Pero también sabemos que, pese a todo, el mundo ineludiblemente se encamina hacia una solución de tipo anarquista. No puede haber otra. No existe nada más humano, sensato y racional que el anarquismo, se enfervoriza Dardo. Y, sin temor a exagerar, Tito afirma: Estamos en todo el mundo. Nos comunicamos con compañeros de Japón, Grecia, Bulgaria, Italia, España, Canadá, Inglaterra, Francia, Uruguay, Chile, México, Estados Unidos, Colombia Brasil, Perú, Rusia, Alemania y la lista sigue. Sacá vos tus propias conclusiones. MATINEE EN LA FORA El programa anuncia video y charla debate. Los asistentes son una veintena de jóvenes, y Enrique Palmeiro (80) y Jesús Gil (86), que hacen de anfitriones. Desde un televisor viejo, cuando el horizontal lo permite, se emiten imágenes de una okupación en una ciudad de España. Se puede apreciar, la operación completa, desalojo incluido. Frente a las imágenes de la Guardia Civil, algunos silban e insultan, mientras desde la pantalla los jóvenes okupas gritan: ¡Un desalojo, otra okupación!. Minutos más tarde la misma pantalla emitirá escenas de militantes anarco-ecologistas en acción. Provistos de equipo de escalar, se ve cómo lentamente alcanzan la cúpula del Congreso de la ciudad y despliegan una bandera con consignas contra la contaminación de los valles. El grupo francés Mano Negra suena de fondo y en el rostro de los presentes se dibuja una sonrisa. Valemos como anarquistas, pero si estamos vivos y sanos, compañeros. Por eso hay que usarlo, dice el profesor Miguel Villata, unos minutos después, mientras enseña un condón. Ha comenzado la charla El Sida y sus consecuencias. Mientras se dan estadísticas acerca de los daños que está causando este mal, el octogenario Palmeiro pide desde la primera fila a sus muchachos: Escuchen, escuchen... esto es importante. Un rato más tarde estallará un debate acerca de las virtudes y defectos de la vida vegetariana. LA BIBLIOTECA ANARKA Ramírez de Velasco 955, Villa Crespo, la vieja biblioteca anarquista José Ingenieros abre sus puertas a estudiantes, vecinos y curiosos que ingresan a conocerla. En ella milita Osvaldo Escribano (58), quien explica casi como un guía turístico el porqué de su libro titulado Anarquismo, de la Primera Internacional a la aktitud punk: Es una respuesta a la demanda de información que solicitan respecto del movimiento quienes nos visitan a diario. Es un libro corto, pero completo, a modo de introducción sobre los conceptos e ideas principales del anarquismo. Es que soy de los pocos que quedan de tercera generación: mi abuelo y mi padre también fueron anarquistas. Escribano vivió diez años en el Uruguay, del 64 al 74, en la Comunidad del Sur. Poco después del golpe militar fue encarcelado (Estuve casi dos años en Coordinación Federal, nunca supe por qué). De los años de la dictadura dice: Se trataba de mantener abierta la biblioteca, pero los jóvenes no veníamos. Hubo allanamientos, revolvían todo, pero a los viejos los dejaban. La cosa se puso más pesada en el 78, cuando se llevaron a dieciocho compañeros, de los que volvieron sólo seis. José (69) es el actual casero. Hace cuatro años se acercó por el cineclub que funcionaba allí, y se ofreció como voluntario para que la biblioteca pudiese abrir fuera del horario de funciones de cine. Hoy tiene vacío su departamento en la zona de Retiro y vive en la Ingenieros, pero aclara: Yo no me considero anarquista. Estoy leyendo y hay cosas con las cuales comulgo. A veces me mimetizo: pienso, hablo y parezco anarquista. Pero hay cosas con las cuales tengo dudas, y no me termino de definir. En realidad soy, o fui demócrata progresista, de la línea del fiscal Molinas. Los de la biblioteca lo saben y me lo respetan. Acá hay lugar para todos, dice Escribano. Y arriesga una definición inesperada del anarquista de hoy: No está especificado, pero en última instancia creo que es el marginal. Pero no el excluido del sistema económicamente hablando, sino el que no se compromete del todo con la sociedad y vive de lo que puede, al margen del sistema. Eso somos un poco todos nosotros. Tratamos de no cumplir ninguno de los ritos que tiene la sociedad capitalista. OKUPAR Mayo de 1997, en pleno centro de La Plata, una casa antigua abandonada es tomada por jóvenes. La okupación es un éxito. Por doce meses un espacio abandonado y fuera de uso para los habitantes de la ciudad, se transforma en un hogar para muchos y en un centro cultural para todos.Esteban de AUCA, de La Plata, cuenta: La cosa funcionó y se tornó peligrosa para las autoridades, porque se podía contagiar. Organizamos distintas actividades y talleres, llegamos a recibir hasta 50 personas por día. Sin duda, el hecho político de la ciudad el año pasado. Pero las okupaciones sirven en tanto el proyecto sea más amplio que la simple toma. Y, en el caso de La Plata, en cierto momento los habitantes convirtieron el lugar en un ghetto, donde el hecho era ser okupa y nada más, dice la gente de AUCA. La organización interna en un espacio okupado se hace a través de asambleas. El tema drogas y alcohol se maneja con reglas internas acordadas de común acuerdo: cada habitante sabía que las cumplía o se iba. Nosotros tratamos de no trasladar esquemas: no exportamos ni importamos modelos. Los okupas españoles o los squatters ingleses, alemanes, u holandeses buscan casas abandonadas, en litigios fiscales, con problemas legales de papeles o cuyos dueños han fallecido o residen en el exterior. Están organizados y sus acciones se han convertido en actos sociales de protesta. Pero lo hacen a su manera, y tienen sus propias reglas en la convivencia, o en el tema drogas y alcohol. Nosotros buscamos hacer nuestra propia experiencia, lo que llega de afuera capaz que sirve, pero como complemento, dice Esteban.
ANARCOFEMINISTAS No creen en el matrimonio (nos unimos en amor libre), ni tampoco en la revolución como la solución para todo. Dicen combatir la burocracia de género, de la cual, según afirman, ni el feminismo está exento. Son trabajadoras, estudiantes, jubiladas, que desde las filas anarquistas se declaran enemigas y combatientes del patriarcado capitalista. María Eva (52), una de las fundadoras del grupo Mujeres Libres en la Argentina, se enteró de que existía el anarcofeminismo recién en 1993, cuando la invitaron a un encuentro internacional anarquista en Barcelona. El grupo Mujeres Libres lucha contra el maltrato, por la igualdad laboral en materia de puestos y salarios, y contra todo lo que signifique opresión y explotación hacia la mujer. También pedimos la despenalización del aborto. Nuestro slogan es Anticonceptivos para no abortar, aborto despenalizado para no morir. Además, como anarcofeministas, rescatamos la autonomía de los grupos feministas como tales. Es decir, no nos casamos ni con partidos políticos, ni con las ONG, ni con agencias internacionales, que te financian y te condicionan en tu obrar. Estamos en contra de las burocracias de género. También nos diferenciamos de ese movimiento feminista a nivel internacional que le hace el juego al sistema. Para ellas, el enemigo es el varón. Nosotras a eso le decimos que no. Nuestro compañero no es el enemigo. El rival a destruir son los ejércitos, la Iglesia y el Estado, todos modelos patriarcales por excelencia.
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