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Los festejos de Año Nuevo multiplicaron la cantidad de heridos en accidentes con pirotecnia y corchos en relación al año anterior, cuando el brindis quedó aguado por un intenso temporal en distintos puntos del país. El 98 se despidió con más de medio millar de personas con quemaduras, lesiones oculares o amputaciones de dedos a raíz de la mala manipulación de explosivos o el descorche de bebidas espumantes. Pero no sólo aumentó el número de lastimados, también la gravedad de las heridas. Según coincidieron médicos de hospitales porteños, por la mayor potencia y peor calidad de los artículos de pirotecnia y por el hecho de que muchos los utilizan pasados de copas. Uno de los heridos más graves fue un chico de 10 años, de Rosario, a quien le tuvieron que amputar la mano izquierda como consecuencia de las lesiones que sufrió por una bomba de estruendo. El pequeño Miguel Ramos fue operado en la noche del 31 de diciembre en el Hospital de Niños Víctor Vilela. El chico jugaba con pirotecnia con un amigo, Alejandro Amarilla, de 6 años, en el barrio rosarino de Belgrano. Una poderosa bomba de estruendo detonó prematuramente y a raíz de la explosión Miguel resultó con lesiones en la boca y en los ojos y perdió tres dedos, pero por la gravedad del cuadro los cirujanos debieron amputarle la mano. El otro niño sufrió serias lesiones en el rostro. Al menos 207 heridos fueron atendidos en los tres hospitales especializados en lesiones oculares y quemaduras de la ciudad de Buenos Aires entre el 31 y el 1º de enero. En el fin de año del 97 los accidentados sumaron 174 en la Capital Federal. Este fin de año vimos heridas más graves en las manos, la cara y miembros inferiores. En muchos casos las quemaduras no fueron tan intensas, pero las heridas resultaron más graves por la onda expansiva del explosivo o las esquirlas, explicó a Página/12 Armando Escobar, cirujano de guardia del Instituto del Quemado, donde ingresaron entre la 8 de la mañana del jueves y la tarde de ayer 60 heridos, 23 más que durante la celebración de la Nochebuena y la Navidad. El caso más grave fue el de un hombre de 41 años, que llegó a la 0.30 de ayer, a quien le explotó una bomba de estruendo a 3 metros de distancia. Las esquirlas le abrieron la nariz y hubo que derivarlo para cirugía al Hospital Santa Lucía por las lesiones oculares, informó Escobar. En el Santa Lucía, especializado en oftalmología, hubo un incremento del 40 por ciento en la cantidad de heridos, en relación con los festejos del fin del año anterior. Las lesiones fueron más graves, coincidió el médico de guardia, Octavio Fava. Sólo en la madrugada del 1º de enero el hospital recibió 107 pacientes, 80 con heridas oculares por pirotecnia y 27 por corchos. De ese total, 13 fueron derivados a cirugía, lo que significa una alta probabilidad de pérdida del órgano. Fava adjudicó el aumento de la gravedad de las heridas al incremento de la potencia de los explosivos, la mala manipulación de los mismos o su peor calidad. Muchos productos no están controlados, evaluó el médico. En el Instituto Lagleyze, también de oftalmología, hubo 35 heridos por pirotecnia y 5 por corchos. En este centro hubo menos pacientes que el año anterior, pero se mantuvo la tendencia de una mayor gravedad de los cuadros, según precisó a este diario Mario Scorza, auxiliar de guardia. Vimos accidentes bastante feos, describió el médico. En el resto del país los lesionados fueron más de 300. El mayor número se registró en La Plata y localidades vecinas, donde casi un centenar de personas fueron atendidas en distintos hospitales. La explosión de petardos, cañitas voladoras y otros fuegos artificiales dejaron un saldo de 210 heridos en las provincias de Córdoba, Santiago del Estero, San Luis, La Pampa, Salta, Tucumán y la ciudad santafesina de Rosario. En el Instituto de Quemados de Córdoba, los atendidos llegaron a 60, entre ellos una mujer que sufrió la fractura de un pie a causa de una bomba de estruendo.
QUINCE MUERTOS Y 41 HERIDOS EN VARIOS
ACCIDENTES La
moderación no se hizo ver por las rutas en el fin de año: 15 personas muertas y 41
heridas fue el saldo de varios accidentes de tránsito ocurridos entre el 31 de diciembre
y el 1º de enero en todo el país. En Córdoba tuvo lugar el choque más grave, en el que
perdieron la vida 9 personas entre ellas una beba de meses y resultaron
heridas otras 22. Pero no fue peor que en Navidad, cuando murieron 17 personas y 27
sufrieron heridas en accidentes de tránsito. |