El fiscal fue tajante: "Está privada de razón". Los médicos concurrieron: "Sufre deficiencia mental grave, demencia en sentido jurídico". La madre pensó que todo estaría resuelto y que su hija autista y con síndrome de Down, violada por su propio concubino, podría abortar. Pero al juez platense Guillermo Atencio no le importó que la ley autorice la interrupción de embarazos en casos de "violación sobre una mujer idiota o demente". Para el juez, "la protección de la vida es prioritaria," asunto de "todos los preceptos constitucionales".
|