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Por Laura Vales "Si en el Hospital Larcade intentan rechazar a algún paciente porque no es vecino de San Miguel la orden de derivación la va a tener que firmar el propio Aldo Rico o el director del hospital. Nosotros no vamos a avalar ningún tipo de discriminación." Esta es la decisión tomada por los médicos del Larcade; Gustavo Eugeni, presidente de la Asociación de Profesionales, explicó que las negociaciones con el gobierno municipal estarán suspendidas hasta tanto Rico revea su actitud de no atender en los centros de salud de San Miguel a los vecinos de otros partidos. "El intendente no tiene fondos para curar a los enfermos, pero creó 300 nuevos cargos políticos dentro de la planta municipal", aseguran los médicos, que también reclaman al gobierno bonaerense que asuma sus responsabilidades. A pesar de las duras críticas recibidas, Rico mantuvo incólume su postura. Ayer le pasó la pelota a los intendentes "que tienen arancelada la atención médica y excluyen a todos pero no lo dicen", sostuvo que es el Ministerio de Salud bonaerense el que tiene que acercar soluciones y se peleó con Víctor Ramos, el titular del Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI). "Rico quiere armar un feudo en San Miguel. Es un atropellado que encarna un nacionalismo parroquial", había dicho Ramos a Radio Continental. Rico, que escuchaba las declaraciones del otro lado del teléfono, lo desafió a presentarse en San Miguel para ver cómo solucionaba el problema. "Yo ya no puedo pagar con el presupuesto de mi partido los tratamientos de otros pacientes, excepto que haga un acuerdo con otros intendentes, pero ellos son los que tienen que requerirme eso, o el ministerio de Salud de la provincia", adujo. El diálogo se volvió imposible cuando Ramos le sugirió que si sufría problemas de presupuesto tenía que pelear el tema con Duhalde en lugar de perjudicar a los pacientes; "no me diga a mí lo que tengo que hacer, yo sé lo que tengo que hacer y lo estoy haciendo", lo interrumpió el intendente con tono cortante. Rico ya recibió un llamado del ministro de Salud Juan José Mussi. El planteo del gobierno bonaerense es que el intendente de San Miguel está administrando mal su presupuesto y miente cuando se queja de que el Larcade es el único centro de la zona gratuito; "el hospital de José C. Paz, que pertenece a la provincia, no cobra un solo peso", sostuvo el ministro a Página/12. Mussi dijo que llamó personalmente a Rico para dejar en claro "mi discrepancia y recordarle que los vecinos de San Miguel también usan los hospitales ubicados en otros municipios y en la Capital Federal". También anticipó que volverá sobre el tema para que se revea una medida que considera discriminatoria. Los médicos del Larcade, en cambio, esperan mucho más del ministro. "Rico tomó una posición de máxima, discriminatoria y feudal", dijo Gustavo Eugeni "pero Mussi también es responsable de esta crisis, porque premia a los municipios que cobran y margina a los que tienen atención gratuita. El dice que auxiliaron a nuestro hospital, pero la realidad es que vienen cuando la situación es caótica para obtener el rédito político del salvataje". La polémica se trasladó también a San Isidro, a través de la denuncia de pacientes de la zona norte que aseguran que el intendente Melchor Posse aplica en su partido un criterio similar . Los especialistas consultados por este diario, casi sin matices, coincidieron con el diagnóstico de los profesionales del Larcade: el gobierno nacional se desentiende de las políticas sanitarias. No aporta fondos y le pasa el problema a las provincias; las provincias hacen lo propio con los municipios, y ahora los municipios pretenden que los sectores más pobres de la población paguen con su salud el costo de la crisis. Con este esquema --dicen los médicos-- se ha llegado una situación límite, porque en la práctica muchos municipios ya arancelaron sus servicios, y esto tiene las mismas consecuencias que las medidas impulsadas por Rico: que los que tienen las monedas justas para llegar al hospital vuelvan a sus casas tan enfermos como llegaron.
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