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El presidente Carlos Menem sabe cómo mantener al rojo vivo los ánimos de sus compañeros y, para demostrarlo una vez más, volvió a la carga con el tema que mejor maneja: la re-reelección. Si hay reforma de la Constitución, con toda seguridad que me presento para una nuevo mandato, dijo ayer el Presidente desde su residencia de Chapadmalal. Tal vez inspirado por la brisa del mar tuvo tiempo para hablar de su actual adversario, el gobernador Eduardo Duhalde, y eligió un tema que desvela al bonaerense. Menem sostuvo que le da lo mismo que las elecciones internas se realicen el 11 de abril o que se pospongan para junio o julio. Aprovechó también para responsabilizar a Duhalde de la tensa relación que existe entre ellos al asegurar que muchas veces realiza declaraciones agresivas y trascartón advirtió que él no está enfrentado con el gobernador ni con ningún otro dirigente del PJ. Pero allí no terminó todo, viejo conocedor de las intrigas políticas, el riojano utilizó otro argumento que le da mucho éxito, el de la proscripción. Aseguró que es el único argentino imposibilitado para acceder al cargo que hoy detenta: Me encuentro inhabilitado por la Constitución, dijo y se sentó a esperar las repercusiones. A pesar de las declaraciones presidenciales, el bonaerense eligió nuevamente el bajo perfil: No queremos responder a estos absurdos porque estamos seguros de que a este nuevo intento reeleccionista terminará cuando varios de los gobernadores justicialistas se expresen contra esta posibilidad. Es una ola que comienza a crecer, advirtieron, en una demostración de confianza, los voceros del precandidato presidencial. Lo que sí sorprendió fueron los argumentos elegidos por los duhaldistas al referirse a una probable postergación de las internas. Es preciso que se trabaje para el 11 de abril, pero si después vemos que es preciso postergarlas porque hay inconvenientes, bueno, lo aceptaremos. Lo que precisamos es que se fije la fecha y se trabaje para ello, indicó a Página/12 un operador del gobernador. Pero no todos usaron el bajo perfil de los duhaldistas. Ante el nuevo intento reeleccionista de Menem, la Alianza salió al cruce a través de la candidata a gobernadora por Buenos Aires, Graciela Fernández Meijide, que no dudó en considerar la actitud del Presidente como mesiánica y todo porque no encuentra un candidato bueno (ver aparte). Otro que respondió al riojano fue el senador santafesino Carlos Reutemann. El Lole, quien todavía sigue cavilando su decisión de candidatearse a presidente, aprovechó su momento de mayor locuacidad y en una entrevista radial recordó que el presidente Menem creo que es una persona que sabe leer y escribir, y sabe claramente que la Constitución no le permite ser reelecto. El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, también participó en esta nueva ola reeleccionista. El entrerriano eligió las indirectas para contestar las aspiraciones del riojano al sostener que el presidente Menem tiene el liderazgo del partido, es el jefe natural del PJ, y Duhalde está aspirando a ser candidato a presidente, son dos cosas diferentes. Pero Busti no perdió la oportunidad y le envió un mensaje al gobernador bonaerense al anunciar que en la próxima reunión de gobernadores con el ministro Carlos Corach, y donde posiblemente participará Menem, le pedirán que retire las impugnaciones judiciales al congreso justicialista de Parque Norte realizado en julio de 1998. Sin duda que el más afectado por estos cruces de declaraciones entre los principales referentes del PJ es el diputado Alberto Muñeco Pierri. El legislador de La Matanza, que se autodenominó como el hombre que uniría a Menem y Duhalde, hoy ve que sus aspiraciones de mediador o componedor han quedado prácticamente en la nada. Uno de los voceros del titular de la Cámara baja eligió una curiosa variable de una frase de Juan Domingo Perón para explicar la situación política que vive el PJ: Hay mucha incertidumbre, nadie sabe con quién encolumnarse porque Menem, Duhalde, Reutemann y Ortega tienen posturas diferentes. Entonces no nos queda otraalternativa que esperar porque cuando los elefantes se pelean, hasta las hormigas se esconden.
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